CELSO DELGADO, DIPUTADO DEL PP POR OURENSE

“Los manifestantes querían que rompiera la disciplina de voto”

El parlamentario gallego sufrió un escrache el sábado, y decidió dialogar con los manifestantes No les satisfizo, pero les explicó los avances normativos del Gobierno para los más vulnerables

La plataforma Stop Desahucios de Ourense, ante la casa del diputado del Partido Popular Celso Delgado.Brais Lorenzo (EFE)

Celso Delgado, diputado del PP y vocal de la Comisión de Economía del Congreso, se enteró el sábado por su hijo de que la plataforma Stop Desahucios tenía rodeada su casa de Ourense, y decidió afrontar su escrache cogiendo el toro por los cuernos. No se escondió. Corrió a su domicilio, donde estaba solo su hijo. Leyó las pancartas colocadas en su fachada y, calle abajo, vio a un grupo de manifestantes. Y fue hacia ellos, tras distinguir alguna cara con...

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Celso Delgado, diputado del PP y vocal de la Comisión de Economía del Congreso, se enteró el sábado por su hijo de que la plataforma Stop Desahucios tenía rodeada su casa de Ourense, y decidió afrontar su escrache cogiendo el toro por los cuernos. No se escondió. Corrió a su domicilio, donde estaba solo su hijo. Leyó las pancartas colocadas en su fachada y, calle abajo, vio a un grupo de manifestantes. Y fue hacia ellos, tras distinguir alguna cara conocida. Saludó “uno por uno” a los manifestantes y abrió un diálogo de 20 minutos. Pero no satisfizo a los que protestaban.

Pregunta. ¿Se sintió coaccionado?

Respuesta. No, la conversación empezó y terminó con naturalidad. Al menos en mi caso, el grupo se comportó correctamente. Pero se trata de un acto de identificación de mi casa que no procede.

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P. ¿Algunos colegas suyos también sometidos a escrache si se han sentido amedrentados?

R. No se debe coaccionar a un representante político. Hay que preservar la libertad de quien quiere manifestarse y del receptor de esas reivindicaciones. Y para ello hay cauces.

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P. ¿Se asustó su hijo? ¿Le parece a él bien cómo afronta el PP el asunto de los desahucios?

R. No, tampoco. Tiene 21 años y comprende las cosas. Vivimos en la sociedad y tenemos familiares y amigos con dificultades económicas. Él se informa y sabe que este tema es una prioridad para el Gobierno.

P. ¿Qué comentó a los miembros de la plataforma antidesahucios?

R. Les dije que para hablar de todo, de lo que quieran, solo tienen que pedirlo, y que no es necesario ir a mi casa. Hay que cuidar las formas. En el grupo había dos personas contra las que había un proceso judicial de desahucio: una mujer que estaba desempleada y con hijos y otra que había pedido préstamos con garantía hipotecaria a los que no había podido hacer frente.

P. ¿Qué le dijeron ellos?

R. Expusieron sus reivindicaciones, de las que tenemos un conocimiento real en el Grupo Popular. Pero no solo les escuché. Les transmití las iniciativas ya adoptadas y las que se están elaborando en este momento en el Congreso. Por ejemplo, el texto refundido del proyecto de ley de deudores hipotecarios, reestructuración de la deuda y el alquiler social. Un texto que incluye 50 enmiendas del resto de los grupos. Y que supone grandes mejoras sobre el anterior. Actúa en varias direcciones: prevé la suspensión durante dos años de un lanzamiento en familias que se hallen en situación de riesgo de exclusión social. Y abre el abanico de exclusiones a familias numerosas o monoparentales con dos hijos a cargo, o alguno de ellos dependiente; a desempleados que hayan agotado la prestación social... Además, se reforma la Ley Hipotecaria para limitar los intereses de demora, que ahora están superdisparados, si se trata de la vivienda habitual. Y no solo eso, recoge los criterios seguidos en algunas sentencias; especialmente la del Tribunal Europeo de Luxemburgo, que anula las cláusulas bancarias abusivas. También se mejoran las subastas de inmuebles, para que ningún piso se venda judicialmente por un valor inferior al 75% de su tasación crediticia.

P. ¿Les bastó su explicación?

R. No. La ven insuficiente. Ellos quieren la dación en pago de forma generalizada. Y no puede ser. Es imprescindible un equilibrio entre la protección real del acreedor y el mercado hipotecario, para que este siga funcionando. Me pidieron que rompiera la disciplina de grupo. Les dije que no, que somos una organización seria que apoya al Gobierno ante la actual coyuntura económica y en la que los temas se discuten. E insistí en los grandes avances respecto al texto presentado por la iniciativa popular en el Congreso. El texto de ellos es de máximos, y no es totalmente asumible.

P. La sangría de desahucios es terrible. ¿Cuándo estará vigente ese proyecto legal?

R. En un par de meses, quizás tres. Aunque el PP está muy atento a este problema. Ya ha dictado tres decretos para paralizar desahucios de familias con especial vulnerabilidad.

P. Si, según usted, tan bien lo está haciendo el Gobierno, ¿por qué cree que el movimiento va en auge? ¿Falla la política de comunicación?

R. No. Se ha trasladado al ciudadano toda la información, aunque es cierto que siempre se puede hacer mucho, mucho más. Los organizadores son libres de elegir su estrategia. Aunque lo cierto es que hay avances y mejoras sobre lo anterior. A partir de ahí, el que quiere apreciarlas, lo hará, y el que no, no. Objetivamente, son reformas de calado.

P. Sí, pero decenas de miles de familias están perdiendo sus casas por una crisis que no han creado ellas.

R. Siempre ha habido desahucios. Llama la atención que en 2011, con Gobierno del PSOE, hubo más desahucios que en 2012, ya con el PP. Y curiosamente nadie iba a manifestarse a las casas.

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