El Tribunal Supremo condena a un diputado del PP por conducir ebrio
El parlamentario popular dio 0,58 en la prueba de alcoholemia Se le retira el carnet de conducir a Arsenio Pacheco y tendrá que pagar una multa de 2.400 euros
El Tribunal Supremo ha condenado con multa de 2.400 euros, a 20 euros diarios durante cuatro meses, y privación del carnet de conducir por ocho meses al diputado electo por Murcia Arsenio Pacheco, quien también fue parlamentario durante la anterior legislatura, por haber dado positivo en un control de alcoholemia tras sufrir un accidente.
La Sala de lo Penal del TS señala que el parlamentario del PP, ...
El Tribunal Supremo ha condenado con multa de 2.400 euros, a 20 euros diarios durante cuatro meses, y privación del carnet de conducir por ocho meses al diputado electo por Murcia Arsenio Pacheco, quien también fue parlamentario durante la anterior legislatura, por haber dado positivo en un control de alcoholemia tras sufrir un accidente.
La Sala de lo Penal del TS señala que el parlamentario del PP, en una sentencia hecha pública hoy, dio positivo en las pruebas de alcoholemia tras sufrir un accidente en la ciudad de Murcia el 4 de julio de 2010, y que conducía "con su capacidad de atención y reflejos sensiblemente disminuidos" a causa de las bebidas alcohólicas que había ingerido previamente. El resultado de la prueba de alcoholemia fue de 0,58.
Pacheco, que es diputado desde 2004 y que compatibiliza esta labor con una oficina de farmacia, conducía un vehículo por Murcia cuando colisionó con otro coche que circulaba en paralelo, produciéndose daños materiales de poca importancia.
La sentencia se ha dictado de conformidad, al asumir Pacheco los hechos y llegar a un acuerdo con la Fiscalía que le supone una rebaja de un tercio sobre la inicialmente solicitada para él. El delito por el que se le condena es el de conducción bajo la influencia de bebidas alcohólicas.
En su día, cuando el Supremo solicitó el suplicatorio al Congreso para proceder contra él, Pacheco argumentó que no veía motivos para renunciar a su escaño porque el delito, que asumió haber cometido, no tenía "nada que ver" con su condición de parlamentario. El diputado, que pidió "perdón" por su actuación, reconoce haber aprendido la lección y está dispuesto a asumir la responsabilidad por sus hechos "hasta las últimas consecuencias".