Miles de personas se manifiestan en Barcelona en favor de la independencia

Varios miles de personas -10.000, según la Guardai Urbana- han participado en la manifestación independentista que cada año se celebra el 11 de septiembre en Barcelona. Los manifestantes, entre ellos simpatizantes de Esquerra (ERC), Solidaritat y otros colectivos que reclaman la independencia de Cataluña, ha partido de la plaza Urquinaona hacia las 18,00 horas. Casi al término de la misma, un grupo de encapuchados ha irrumpido en la manifestación y a las 18.40 horas ha quemado una bandera española en las escalinatas del Palacio de Justicia. Poco después, otro grupo de radicales se ha encaramad...

Varios miles de personas -10.000, según la Guardai Urbana- han participado en la manifestación independentista que cada año se celebra el 11 de septiembre en Barcelona. Los manifestantes, entre ellos simpatizantes de Esquerra (ERC), Solidaritat y otros colectivos que reclaman la independencia de Cataluña, ha partido de la plaza Urquinaona hacia las 18,00 horas. Casi al término de la misma, un grupo de encapuchados ha irrumpido en la manifestación y a las 18.40 horas ha quemado una bandera española en las escalinatas del Palacio de Justicia. Poco después, otro grupo de radicales se ha encaramado en un escenario junto a la Basílica de Santa María del Mar y han quemado, ante la ausencia de la policía, una foto del Rey y una bandera española y otra francesa.

Los primeros incidentes han ocurrido sobre las 18.40 horas cuando la manifestación estaba avanzando en el paseo Lluís Companys en dirección al parque de la Ciutadella, frente a la antigua sede de los juzgados de la capital catalana. Ha sido entonces cuando un grupo de entre cuatro y cinco encapuchados ha colgado una bandera española desde un muro del paseo y la ha quemado con gasolina. El año pasado, también se quemó al término de la marcha una bandera española. Posteriormente, junto al Fossar de les Moreres han quemado las otros dos insignias y la foto del Rey,

La protesta había transcurrido hasta ese momento sin incidentes. ERC y Solidaritat se han manifiestado con sus propias pancartas, mientras que colectivos como las CUP (Candidiatua d'Unitat Popular), Endavant o Maulets han marchado tras una pancarta con el siguiente lema: "Por los derechos sociales y nacionales. Independencia y socialismo. Países Catalanes". La  manifestación ha acabado en la confluencia del Arc de Triomf con la calle Ronda Sant Pere, aunque poco después de iniciarse la protesta los manifestantes ya cubrían prácticamente todo el recorrido previsto.

La manifestación se ha iniciado con retraso en parte por la realización en el centro de Barcelona de un dictado colectivo organizado por ERC en defensa de la inmersión lingüística en catalán en las escuelas. El partido republicana ha organizado esta tarde, justo antes de la salida de la manifestación independentista en Barcelona, un dictado con el que pretendía defender la inmersión lingüística de la escuela catalana como un modelo de éxito. En plena ronda de Sant Pere, con el Corte Inglés de Fondo, 250 personas se han sentado aplicadamente en pupitres y han copiado la carta dictada por cuatro estudiantes. En medio de una gran expectación y un ambiente de buen rollo no ha faltado la plana mayor del partido, con su actual presidente, Joan Puigcercós, y quien le sucederá, Oriol Junqueras, al frente.

El texto, escrito por el dramaturgo Lluís-Anton Baulenes, ironiza sobre la “cabezonería” de una “pequeña nación”: “la lengua catalana”. La carta explica como en los años 80, después del franquismo y con Cataluña “llena de gente venida de fuera, catalanes castellanohablantes”, de decidió dar un empujón al catalán “para situarlo en posición de resistir y continuar adelante, hacia un futuro tecnológico y global donde las naciones y las lenguas pequeñas no tienen cabida”.

Los 250 dictados se enviarán al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), al que se exige que “revise su interpretación de las sentencias del Tribunal Supremo y del Tribunal Constitucional y que revoque el auto que atenta contra un modelo educativo consagrado en nuestras leyes y que tiene la virtud de garantizar el aprendizaje del catalán, del castellano y de una tercera lengua”. Un modelo, concluye la carta, que ha sido avalado hasta por la Unión Europea y que “cohesiona socialmente el país”.