LOS EFECTOS DE LA CRISIS I

"He perdido la partida de la vida"

Una sevillana y cinco de sus hijos sobreviven con 348 euros y están a punto de perder el piso

Ruth Muñoz, sevillana madre de seis hijos que a partir de este mes pasa a vivir con solo 348 euros y amenazada de deshaucio.PÉREZ CABO

Ruth Muñoz ha tocado fondo. La última gota ha sido una carta con un aviso de desahucio. Y eso que la vida de esta sevillana de 41 años, que ha sido extra en una película y premio de poesía durante su adolescencia, ha estado siempre al borde del abismo, Pero ya no puede más. Ha llegado a pedir con uno de sus seis hijos. “Tengo la sensación de que he perdido la partida de la vida”, resume.

Cuando llegó la carta reclamándole los pagos de la casa no se atrevió a abrirla. El cartero le avisó y ella se echó a llorar. Cobra 348 euros de la pensión de minusvalía psíquica de uno de sus hijos y 4...

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Ruth Muñoz ha tocado fondo. La última gota ha sido una carta con un aviso de desahucio. Y eso que la vida de esta sevillana de 41 años, que ha sido extra en una película y premio de poesía durante su adolescencia, ha estado siempre al borde del abismo, Pero ya no puede más. Ha llegado a pedir con uno de sus seis hijos. “Tengo la sensación de que he perdido la partida de la vida”, resume.

Cuando llegó la carta reclamándole los pagos de la casa no se atrevió a abrirla. El cartero le avisó y ella se echó a llorar. Cobra 348 euros de la pensión de minusvalía psíquica de uno de sus hijos y 426 de ayuda familiar. Este es el último mes que la recibe. Con esos ingresos hace frente desde septiembre de 2010, fecha de su último contrato, a los gastos de una familia de seis miembros.

Afortunadamente, su hija mayor, de 22 años y galardonada por su buen expediente académico, se independizó. Pero el resto (la menor tiene seis años) solo vive de lo que gane Ruth, que se atreve con todo, incluso con figurar en la película Grupo 7 que dirige Alberto Rodríguez y protagoniza Mario Casas.

Su vida nunca ha sido fácil. Cuenta que su padre la maltrataba, igual que su primer esposo, con el que tuvo cuatro hijos. Después fue pareja de otro hombre que se enganchó a la droga. Sin embargo, ella nunca ha parado. Ha hecho cursos de cocina, limpiado y trabajado de camarera. Tiene una vida laboral completa desde 2003 y se ha buscado la vida. Ha llegado a llevarse a toda la familia a Tenerife para “darles una oportunidad”. “A mis hijos nunca les ha faltado de nada”, afirma orgullosa.

Pero desde 2010 no encuentra empleo. Empezó a dejar de pagar facturas hasta que la última semana tuvo que recurrir a Cáritas para poder abonar la mitad del recibo de agua. Tiene formación, exhibe buenas maneras y cuenta con demostrada experiencia en el ámbito de los servicios. Pero nada. Ruth ha tocado fondo y necesita ayuda.

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