Cospedal reconoce que sus medidas "no son cuestión de dinero sino de gestos"

La nueva presidenta de Castilla-La Mancha anuncia nuevos recortes en la segunda sesión del debate para su investidura. Barreda dice que su partido pasa a la oposición "sin pucheros y con dignidad" Ambos líderes discuten sobre almacenes nucleares, agua, sanidad y reforma de la Ley Electoral

La nueva presidenta de Castilla la Mancha, María Dolores de Cospedal, durante su intervención hoy en la segunda jornada del debate de su investidura.Ismael Herrero (EFE)

María Dolores de Cospedal, presidenta electa de Castilla-La Mancha, ha aprovechado la segunda sesión del debate de su investidura para anunciar nuevos recortes. Una rebaja en la asignación a los grupos parlamentarios y una reducción de las subvenciones y ayudas que los sindicatos y las agrupaciones de empresarios reciben del Gobierno de la Comunidad -Los partidos políticos actualmente perc...

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María Dolores de Cospedal, presidenta electa de Castilla-La Mancha, ha aprovechado la segunda sesión del debate de su investidura para anunciar nuevos recortes. Una rebaja en la asignación a los grupos parlamentarios y una reducción de las subvenciones y ayudas que los sindicatos y las agrupaciones de empresarios reciben del Gobierno de la Comunidad -Los partidos políticos actualmente perciben 1,5 millones de euros y las ayudas a los agentes sociales suman un total de 3,2 millones-. La presidenta electa ha reconocido que las nuevas medidas de austeridad “no son cuestión de dinero sino de gestos” y ha justificado que con la actual situación de crisis económica y de paro los representantes de los trabajadores y de la patronal iban a entender esta decisión.

Las medidas que hoy ha desvelado Cospedal se suman a las supresiones de la institución del Defensor del Pueblo, de la Comisión Regional de la Competencia y del Consejo Económico y Social, que ayer adelantó en su discurso. Unas supresiones cuya justificación ha ocupado buena parte del debate que han sostenido el presidente saliente José María Barreda con su sucesora en el cargo. Aunque la dirigente popular ya avanzó el 30 de noviembre del año pasado que su intención era prescindir de estos organismos, además del Consejo Consultivo –en el que hay miembros del PP y que de momento ha decidido mantener- Barreda le ha preguntado hoy por la necesidad de acabar con estas entidades “que tienden a controlar al Gobierno y a ayudar a los ciudadanos frente a la Administración”. El presidente saliente le ha recordado que la supresión de estas instituciones solo suponen unos seis millones de ahorro, el 0,07% del presupuesto de la comunidad que asciende a 8.616 millones de euros, como ya adelantó ayer EL PAÍS. Cospedal le ha replicado que la causa de terminar con estas entidades autonómicas además de responder a motivos económicos se basa en su particular percepción del Estado de las Autonomías en el que descentralizar no significa necesariamente multiplicar por 17 todas las instituciones.

Pese a que los dos líderes han manifestado que su principal preocupación es terminar con el 21,7% del paro que golpea a Castilla-La Mancha, el hecho es que ambos se han enzarzado en viejos temas que ya centraron la mayor parte de los enfrentamientos entre PSOE y PP en la pasada legislatura: la reforma de la Ley Electoral, el agua, la sanidad y el establecimiento del almacén de residuos nucleares en Castilla-La Mancha.

Barreda, en tono tranquilo pero firme, ha comenzado reconociendo que su partido pasa a la oposición “sin pucheros y con dignidad” porque ha perdido “las elecciones y el Gobierno pero no la honra y nuestras ideas” y se ha ofrecido a no perjudicar la estabilidad de Gobierno e incluso a ayudar en lo que sea necesario, aunque ha advertido que en su nuevo cometido no se arrugarán ni estarán abatidos. El expresidente de la Junta ha querido recordar los avances que se habían conseguido en su mandato y los ha contrapuesto con aquellos puntos del programa de Gobierno que ayer expuso Cospedal y que Barreda le ha instado a concretar.

El dirigente socialista, en un discurso en el que ha querido hacer autocrítica de la mala imagen que la opinión pública tiene de los políticos, se ha ofrecido a hacer una oposición en las antípodas a la ejercida por el PP en la pasada legislatura y ha aclarado que su grupo jamás abandonará las Cortes como los populares hicieron en estos últimos cuatro años hasta en siete ocasiones. En esta línea se ha ofrecido a llegar a acuerdos “porque su experiencia en el Gobierno le ha enseñado que es mejor contar con el apoyo de la oposición”.

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Un apoyo que Cospedal ha aceptado con la boca pequeña. “Estoy conforme con llegar a acuerdo pero no al pacto por el pacto”, ha advertido. La dirigente popular ha acusado a Barreda de dejar “la peor herencia” de todas las comunidades autónomas, ha reiterado la necesidad de sus medidas de austeridad y ha vuelto a escudarse en que no podrá llevar a cabo sus promesas hasta que no esté segura del estado real de las cuentas de Castilla-La Mancha. Cospedal, que apenas ha mirado al nuevo líder de la oposición, ha afirmado que espera gobernar de una manera completamente distinta a la elegida por su antecesor.

Tras un debate frío y lleno de reproches, Barreda ha sido el primero en felicitar a Cospedal tras conocerse los resultados de la votación en la que Cospedal ha sido elegida presidenta de Castilla-La Mancha.

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