“Señores del sistema: no han podido con nosotros”, dice el líder de PxC en Salt

Jaume Torramadé (CiU) ya es alcalde de Salt. Han sido suficientes los nueve votos de su grupo, y en la constitución del Ayuntamiento de esta mañana no ha habido sorpresas. Todos se han votado a sí mismos, incluso Plataforma per Catalunya, que había asegurado en boca de su número uno, Carles Bonet, que apoyarían la investidura de Torramadé. Pero la inexperiencia política le jugó una mala pasada, y la número 2 de lista, María Osuna, le enmendó la plana esta semana -no ha aclarado si por indicaciones de Josep Anglada, líder de la formación-: los tres concejales del partido xenófobo se votarían a ...

Jaume Torramadé (CiU) ya es alcalde de Salt. Han sido suficientes los nueve votos de su grupo, y en la constitución del Ayuntamiento de esta mañana no ha habido sorpresas. Todos se han votado a sí mismos, incluso Plataforma per Catalunya, que había asegurado en boca de su número uno, Carles Bonet, que apoyarían la investidura de Torramadé. Pero la inexperiencia política le jugó una mala pasada, y la número 2 de lista, María Osuna, le enmendó la plana esta semana -no ha aclarado si por indicaciones de Josep Anglada, líder de la formación-: los tres concejales del partido xenófobo se votarían a sí mismos.

“Carles quiere quedar bien con todo el mundo, y no se puede. Nosotros somos los malos y tenemos que hacer este papel”, ha declarado Osuna antes de entrar en el salón de plenos. Y eso ha sido lo que ha pasado luego, aunque en el discurso de Bonet no ha habido rastros de benevolencia: “Señores del sistema: no han podido con nosotros”, ha delcarado el líder de PxC, partido que ha entrado por primera vez en el consistorio de esta localidad, donde los problemas de convivencia y las tensiones políticas marcaron los cuatro años de mandato de la anterior alcaldesa del PSC, Iolanda Pineda. Así lo ha reconocido Pineda en su discurso: “Hay que evitar el ambiente de crispación, envenenado, que ha habido estos años, sobre todo en los últimos dos de mandato” dijo Pineda. “Algo tiene que cambiar para que no se repitan los mismos escenarios de tensión”, insistió la ya ex alcaldesa.

Pero será difícil evitar las tensiones en los plenos, a juzgar por los discursos de esta mañana. “No creemos en los personalismos ni en los partidos”, dijo Bonet. “No dejaremos pasar ni una medida de discriminación positiva contra los de casa a favor de los recién llegados”, declaró el líder de PxC, que dejó claro que harán todo lo posible desde su posición para hacer valer su lema de campaña: “Primero, los de casa”. Tanto Ferran Burch, cabeza de Independents Per Salt –que obtuvo dos regidores- como la líder del PSC (seis representantes) y Felip Gil (PP, 1 regidor) pidieron a Torramadé que gobierne con responsabilidad antes los grandes retos a los que se enfrenta Salt, golpeada por el desempleo y la pobreza y con más del 40% de la población inmigrante.

El ya proclamado alcalde, ante un salón de plenos a rebosar (decenas de personas se quedaron fuera porque no cabían), recogió el guante y prometió tender puentes a todas las formaciones. Torramadé, que ya fue alcalde de Salt durante ocho años, y cuyo nombre aparece en las apuestas para presidir la Diputación de Girona, dijo que no se siente “débil” al gobernar en minoría (CiU obtuvo nueve de los 21 concejales).

“Ustedes forman parte del gobierno, aunque no formalmente”, dijo al resto de regidores. “Lo más importante es transformar Salt entre todos”, concluyó. Carles Puigdemont (CIU), que acudió a apoyar a Torramadé, tendrá que esperar para ser investido alcalde de Girona, debido a un contencioso planteado por ERC, que se ha quedado fuera del ayuntamiento por un voto. Puigdemont está tranquilo. “Si hemos esperado 32 años [para desbancar al PSC], también podemos esperar 20 días”, escribió hace unos días en su cuenta de Twitter. A su lado se sentaba Duran i Lleida, portavoz de CiU en el Congreso de los Diputados. Duran se congratuló de que Torramadé no hubiese aceptado el ofrecimiento de pacto de PxC en Salt.