El periodista liberado a cambio de no criticar
La historia de Bertín Chino González está escrita para un curso básico de periodismo y también para una introducción de cómo se censura y se violenta la labor de informar en México
La historia del periodista Bertín Chino González está escrita para un curso básico de periodismo y también para una introducción de cómo se censura y se violenta la labor de informar en México. Recuerdo haber visto su fotografía en la portada de un diario de circulación nacional y el titular decía “Liberan a periodista a cambio de no criticar”, la firmaba el reportero Jesús Guerrero desde Chilpancingo.
El pasado 13 de abril, el periodista Bertín Chino González se encontrab...
La historia del periodista Bertín Chino González está escrita para un curso básico de periodismo y también para una introducción de cómo se censura y se violenta la labor de informar en México. Recuerdo haber visto su fotografía en la portada de un diario de circulación nacional y el titular decía “Liberan a periodista a cambio de no criticar”, la firmaba el reportero Jesús Guerrero desde Chilpancingo.
El pasado 13 de abril, el periodista Bertín Chino González se encontraba trabajando en su casa, en la comunidad Horcasitas del municipio San Luis Acatlán, en la costa chica de Guerrero. Alrededor de las 17.00 horas, mientras cavaba una fosa en su terreno, policías municipales llegaron hasta el lugar, lo detuvieron sin orden de aprehensión y de manera violenta —según relató él mismo a medios, poco después de su detención— se lo llevaron y lo encarcelaron.
Dos días antes, el martes 11 de abril, el periodista y director del medio digital Prensa del Sur hizo una transmisión desde sus redes para mostrar las condiciones en que se encontraba un vivero de esa comunidad, beneficiario de Sembrando Vida, uno de los programas emblema del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, que entrega un apoyo económico mensual de seis mil pesos a campesinos para que lleven a cabo proyectos agroforestales.
El vivero grabado por Chino González era un páramo: tierra seca, sin una sola planta y cubierto con un enmallado a punto de caer. Lo cual probaba que el dinero recibido para sembrar en ese terreno no se estaba utilizando adecuadamente. “Vemos cómo este vivero Sembrando Vida está completamente desolado, no tiene nada (...). Aquí está lo mismo que cacaraquea mucho el presidente de la República y sus viveros cómo están, Sembrando Vida así están: usted es el mejor juez, nosotros nada más le llevamos la información para que usted esté enterado e informado”, dijo Bertín en el video publicado en el medio donde trabaja.
Ángel Morales Agustín, comisario municipal de Atotonilco de Horcasitas, mandó detener y encerrar al periodista por la publicación, sin que existiera delito alguno qué perseguir, pero con la justificación de que se trataba de una falta a los “usos y costumbres” de la comunidad. Nadie lo secundó, tras la detención el comisario consultó a la población qué castigo imponer a Bertín después de este supuesto “agravio y ofensa”, pero la comunidad declaró que “no les había hecho nada”. No se detuvo ahí el comisario, insistió en que ese video había sido una ofensa contra los 50 miembros del programa “Sembrando Vida”, que ellos sí se sentían agraviados. Se llevó a cabo la reunión en la comisaría con los de Sembrando Vida; sin embargo, la síndica municipal y el secretario municipal intervinieron para la liberación del periodista, habló el secretario general de Gobierno de parte de la gobernadora, Evelyn Salgado, al presidente municipal, Adair Hernández y al comisario para que lo soltaran; luego llegó el líder de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC) e hicieron un escrito para que bajara el video de las redes, todo esto nos lo relató un testigo presencial que solicitó anonimato por seguridad.
Ante la intervención de autoridades locales y estatales, efectivamente fue liberado el periodista; sin embargo, la asamblea que decidió su liberación la condicionó a que eliminara el video de sus redes, que se disculpara públicamente y que firmara un documento en el que se comprometía a solicitar autorización para visitar la zona y a no difundir más información sobre la comunidad sin permiso. El argumento del comisario para este atropello a la libertad de expresión, fueron otra vez “los usos y costumbres”.
100 días después, Bertín Chino González declinó la entrevista que le solicitamos, por el compromiso que le obligaron a firmar, pero también por temor a represalias, ya que su familia ha recibido amenazas. Sin embargo, un testigo anónimo aceptó hablar para esta columna y puntualizó que Chino no cometió ningún delito y, en cambio, sí fue víctima de varios: desaparición forzada, secuestro y privación ilegal de la libertad; además del agravio contra su libertad de expresión. Tres meses y medio después de su detención ilegal, el periodista no puede circular libremente por su comunidad. “Tiene problemas con ellos por la denuncia que hizo, les dolió mucho. Está amenazado, si va se debe reportar y decirles qué va a hacer, ellos le dirán qué puede publicar y qué no”, nos dijo.
Y mientras tanto, el vivero de la corrupción, 100 días después, sigue sin ser utilizado para el fin al que fue destinado —y para el que se entregó el recurso—. De acuerdo con el testigo, tres días después de la transmisión de Bertín llegó un camión cargado de plantas y llenaron el vivero, “se pusieron a trabajar, pero donde siembran plantas luego meten su ganado y acaban con las plantas”, aseguró.
Esto contraviene el objetivo del programa Sembrando Vida, que es asegurar a los campesinos un ingreso mensual para que puedan desarrollar proyectos benéficos para el medio ambiente y no se vean obligados a usar la tierra con fines más lucrativos, que suelen implicar la deforestación o destrucción de los terrenos. No obstante, numerosas investigaciones y publicaciones —incluida la de Bertín— han demostrado que el programa estrella de este gobierno está llevando al campo, precisa y directamente, hacia una feroz deforestación.
Y en días más recientes, el vivero luce lleno de plantas... sin plantar. Decenas de pequeñas plantas con la tierra todavía envuelta en plástico esperan dentro del vivero para ser trasplantadas, lo que hasta este lunes 24 de julio no ha ocurrido, según lo que pudimos constatar en un video facilitado por la población de Horcasitas.
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