Radiografía de los mexicanos deportados de Estados Unidos: 4,4 millones en 15 años, de la mano dura de Obama a la xenofobia de Trump

La política migratoria de las dos gestiones de Obama ha sido la más dura en tres lustros, mientras que la Administración Trump, en su primer mandato, ha sido la que menos mexicanos ha devuelto al país

El objetivo de Donald Trump, presidente de Estados Unidos, de emprender deportaciones masivas de migrantes pone en la mira a cientos de miles de mexicanos en situación irregular. El riesgo de ser devueltos a su país de origen, sin embargo, no es nuevo y probablemente no sea mayor esta vez que en otros años. Una mirada a las cifras del Gobierno mexicano sobre deportaciones de connacionales demuestra que la maquinaria institucional de EE UU contra los migrantes sin papeles trabaja sin descanso. En tres lustros, de 2009 a 2024, el Gobierno de Estados Unidos ha deportado a 4.439.331 mexicanos en situación migratoria irregular. Contra lo que pudiera pensarse, la primera Administración de Trump no fue la más dura, aunque está por verse si esa situación cambia ahora que el republicano ha regresado a la Casa Blanca con un discurso más cargado a la ultraderecha xenófoba y racista.

Las cifras de deportaciones revisadas por EL PAÍS abarcan los dos periodos de gobierno del demócrata Barack Obama (2009-2013 y 2013-2017), el primer mandato del republicano Trump (2017-2021) y la única gestión del demócrata Joe Biden (2021-2025). La Administración Obama tiene la reputación de ser la que más migrantes de todas las nacionalidades echó fuera de Estados Unidos. Esa condición se expresa también en las deportaciones de mexicanos. En su primer gobierno, Obama repatrió a México a 1,8 millones de migrantes indocumentados; en su segundo periodo, poco más de un millón de mexicanos corrieron con la misma suerte. Trump, en su primer cuatrienio, deportó a 766.373 mexicanos. Su sucesor, Biden, ha devuelto a 824.018 (en este último caso, las cifras de diciembre de 2024 y las de enero de este año aún no están disponibles).

En un solo mes, marzo de 2009, Obama deportó a casi 70.000 mexicanos, un botón de muestra de su agresiva política antiinmigrante. Otros meses en el mismo año fueron casi igual de drásticos: 63.000 deportados en abril, 57.000 en mayo, 54.000 en junio. En el otro lado de la moneda, abril de 2020, en la era Trump, es el mes en que menos mexicanos fueron repatriados: 9.113. Mayo de ese año es el segundo con menos repatriaciones de connacionales en los tres lustros: 9.654. La media de deportaciones por mes en el periodo revisado es de 23.300.

Según datos del think tank Latino Donor Collaborative, en Estados Unidos hay 37 millones de estadounidenses de origen mexicano, cifra que incluye a los migrantes y a sus descendientes nacidos en ese país. La organización sostiene que, en general, la comunidad latina aporta 3,6 billones de dólares al Producto Interno Bruto (PIB) de EE UU, con datos de 2022. De ese total, 2,06 billones de dólares corresponden a la riqueza generada solo por la fuerza de trabajo de los migrantes mexicanos.

Los datos de deportaciones son recopilados en México por la Secretaría de Gobernación, encargada de la política migratoria. Los números conjuntos permiten observar algunos rasgos demográficos de los mexicanos repatriados. Por ejemplo: 9 de cada 10 mexicanos deportados de Estados Unidos en los últimos tres lustros son hombres, y el resto, mujeres (3,9 millones contra 512.852), una señal de que quienes más migran al norte desde México son los varones.

Del total de mexicanos repatriados, casi 282.000 eran menores de 18 años (el 6,3%). La enorme mayoría fueron deportados junto a algún adulto, aunque también hubo algunos cientos de casos en que los menores no estaban acompañados. El año en que más menores migrantes fueron deportados ha sido 2024, el último de la gestión de Biden, con un registro de 28.270. El segundo mayor caso fue 2009, con poco más de 26.000. En 2017 hubo la menor cifra de devoluciones de menores de edad, con poco menos de 9.000 casos. Con todo, la enorme masa de repatriados era mayor de 18 años y estaba en edad de trabajar (más del 93%), por lo que se puede presumir que se trataba de migrantes con alguna ocupación al momento de su retorno.

La información de la Secretaría de Gobernación también permite conocer cuál era el Estado de origen de los mexicanos deportados a partir de 2010 (antes de ese año no se desagregaba la información por lugar de partida). Tan solo ocho Estados aglomeran el 48% de la migración hacia Estados Unidos en los tres lustros revisados: Michoacán, Guerrero, Oaxaca, Guanajuato, Puebla, Chiapas, Veracruz y Estado de México. Puesto en otros términos: en los últimos 15 años, al menos 2,1 millones de mexicanos partieron de esos lugares (la cifra es necesariamente mayor, considerando a los mexicanos que continúan en EE UU). Esos ocho Estados tienen algo en común: se localizan en el centro y sur de México, regiones históricamente menos desarrolladas, en el sentido de que los gobiernos no priorizaron su industrialización en décadas.

A la inversa, la lista de los Estados que menos migrantes han expulsado la encabeza Baja California Sur, pese a su cercanía con la frontera estadounidense. Campeche, Yucatán y Quintana Roo, ubicados en la península mexicana, el punto más apartado de la frontera, también forman parte de ese grupo. Otro caso destacable entre esos Estados es el de Tabasco, a pesar de su ubicación en el sur poco desarrollado de México, al lado de Chiapas, Veracruz y Oaxaca.

Las cifras compiladas por el Gobierno mexicano ayudan a comprender la dinámica de la migración hacia EE UU. La partida de decenas de miles de personas desde el centro y el sur del país señala la brecha de desigualdad pendiente de cerrar. Por lo mismo, el retorno masivo de migrantes a sus lugares de origen supondrá una enorme presión para los Estados con economías débiles. La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, como en su momento su antecesor, Andrés Manuel López Obrador, ha señalado que una prioridad de su Administración es detonar el desarrollo del sur abandonado a fin de que los habitantes encuentren allí oportunidades de vida y no se vean obligados a migrar. Por lo pronto, la mandataria ha anunciado una serie de alivios para los mexicanos que deporte Trump en esta nueva era, desde puestos de trabajo hasta transferencias gubernamentales.

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