La UNAM sale a la búsqueda del ajolote de Xochimilco con el primer censo de la especie en una década

El censo del ajolote pretende combatir la desinformación sobre la prevalencia del anfibio. “La gente dice que sí los ha visto, pero tenemos que estar seguros de su existencia en vida silvestre”, dice el ecólogo Luis Zambrano González

Un ajolote en el Centro de Conservación de Anfibios, en Ciudad de México, en febrero pasado.Daniel Cárdenas (Getty Images)

Una nueva iniciativa para la conservación del ajolote de Xochimilco ha surgido en el Instituto de Biología de la UNAM. Un equipo de científicos ha puesto en marcha el primer censo de ajolotes silvestres (Ambystoma mexicanum) que se lleva a cabo después de una década, luego del último conteo organizado en 2014.

El doctor en ecología y líder del proyecto, Luis Zambrano González, ha dicho que el censo tiene como objetivo conocer el estado actual de la población de ajolotes silvestres, una especie considerada en peligro de extinción por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.

El ajolote es originario y endémico de los lagos del Valle de México. Es un animal que conserva algunas características milenarias de las salamandras, pero es más cercano a las ranas y los sapos. Su nombre viene del náhuatl axolotl, que significa ‘monstruo de agua’.

En el pasado se le consideraba un alimento muy preciado por su sabor y propiedades nutritivas, y se usaba en fórmulas de la medicina tradicional para tratar padecimientos respiratorios. Hoy se le sigue capturando para la venta clandestina como “especie rara”, a pesar de la protección de la NOM-059-2010-SEMARNAT en calidad de especie amenazada.

La sobreexplotación y la contaminación de su hábitat natural han orillado al anfibio al borde de la extinción. Luis Zambrano ha aseverado que en un periodo de 16 años, el número de ajolotes en estado silvestre por kilómetro cuadrado en Xochimilco pasó de 6.000 ejemplares en 1998, a solo 36 en 2014. De ahí que el actual censo de ajolotes busca precisar la cantidad de individuos que actualmente quedan de esta especie.

Biólogos de la Universidad Nacional Autónoma de México realizan un censo del ajolote salamandra en un canal de Xochimilco, en 2014. Dario Lopez-Mills (AP)

“Es importante lo que dice la gente; sí los han visto, pero tenemos que estar seguros de su existencia en vida silvestre. Esta es parte de la razón del conteo, pues nos ayudará a combatir la desinformación”, ha dicho el investigador en un comunicado compartido por la UNAM.

La maestra en ciencias Vania Anaid Mendoza Solís, quien también lidera el estudio, ha explicado que el ajolote se encuentra en una situación crítica que se suma al gran deterioro del lago de Xochimilco. Un primer muestreo que ha tenido lugar entre los meses de septiembre y octubre ha arrojado hasta el momento una gran densidad de tilapias en el cuerpo de agua.

Sin embargo, asevera la científica, no es posible determinar exactamente cuántos ajolotes quedan en el lago de Xochimilco hasta terminar el análisis, que alcanzará su siguiente etapa entre enero y febrero de 2025. Los resultados del censo se darán a conocer durante el primer semestre del próximo año y sentarán las bases de un registro que se llevará a cabo en 2026.

La campaña para ‘adoptar’ un ajolote y salvarlo de la extinción

Un trabajador muestra dos ajolotes en un criadero para preservar la especie, en Ciudad de México, en 2019. NurPhoto (Getty Images)

Los esfuerzos para salvar al ajolote de Xochimilco de la extinción van más allá del ámbito científico e involucran a toda la población. La campaña ‘Adopta un axolote’ lanzada este jueves 21 de noviembre, permitirá que las personas apoyen virtualmente a alguno de los 130 ajolotes protegidos por el Laboratorio de Restauración Ecológica (LRE) de la UNAM.

Los ejemplares viven en el laboratorio y la “adopción” consiste un donativo para ayudar con su conservación. El dinero recaudado se destina a apoyar las labores de rehabilitación del hábitat del ajolote, y es posible donar desde 200 hasta 108.000 pesos. A cambio, el donante recibe una carta de agradecimiento, un certificado de adopción, infografías, postales, entre otros obsequios.

Para adoptar virtualmente a un ajolote, es necesario ingresar en esta página del proyecto, elegir la aportación deseada y llenar un formulario de registro. La UNAM además cuenta con una tienda en línea para quienes deseen adquirir tazas, playeras o bolsas personalizadas con la imagen del ajolote, y cuyas ganancias se destinan a los objetivos del programa.

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