Las claves del huracán ‘Beryl’: ni el más potente de la historia, ni el primero en tocar tierra dos veces en México
El ciclón tropical más precoz en alcanzar la categoría 5 en el Atlántico pierde fuerza mientras se aproxima a la península de Yucatán, donde podría impactar como un huracán de categoría 1 o 2
El primer gran huracán del año que tocará tierra en México ha hecho válidos los pronósticos que estimaban una temporada especialmente intensa en el Atlántico. Tras formarse a finales de junio, Beryl dejó una estela de destrucción en el norte de Venezuela, además de impactar Granada y otras islas del Caribe antes de enfilar hacia México. Actualmente, el ciclón tropical ha dejado atrás Jamaica y avanza hacia la península de Yucatán como categoría 3, con vientos de hasta 215 kilómetros por hora. Con el recuerdo fresco de Otis y las heridas que causó en Guerrero aún visibles, Beryl no ha llegado solo: junto con él, una vorágine de desinformación y bulos ha encendido las alarmas en ciudades costeras y alimentado compras de pánico en Quintana Roo a la espera de su impacto, previsto para las primeras horas del viernes.
¿Dónde y cuándo impactará el huracán Beryl en México?
De acuerdo con la previsión más reciente del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), el escenario más probable es que Beryl toque tierra la madrugada del viernes 5 de julio en Quintana Roo, en algún punto de una franja que va desde Tulum hasta Felipe Carrillo Puerto. “La intensidad con la que podría llegar varía y se está observando la tendencia de que sea un poco más fuerte de como se tenía previsto. Ahora la mayoría de los modelos indican que en vez de categoría 1, podría ser de categoría 2″, explica José Martín Cortés Aguilar, meteorólogo operativo del sitio especializado Meteored y experto en ciencias atmosféricas.
La previsión apunta a que Beryl mantendrá su avance sobre el Mar Caribe como un huracán categoría 3 y continuará perdiendo fuerza debido al viento cortante de la región antes de su acercamiento final a México. Una señal clave del debilitamiento significativo de un huracán es la pérdida del ojo en las imágenes satelitales, explica José Martín a este diario. “Desde el martes en la tarde-noche y el miércoles el ojo ya no es visible, se está cubriendo de nubosidad porque la intensidad del sistema continúa disminuyendo”.
Así son los daños de un huracán de categoría 2
Si bien resulta imposible anticipar con precisión los daños que provocará el impacto de un ciclón tropical en una región determinada, la escala Saffir-Simpson, que clasifica a los huracanes según la velocidad del viento y los daños potenciales, un ciclón de categoría 2 con vientos máximos de 177 kilómetros por hora (la estimación actual es que Beryl impacte con vientos de entre 155 a 160 kilómetros por hora) puede provocar daños extensos en las ventanas sin protección y los techos, además de quebrar las paredes de mampostería. Respecto al suministro eléctrico, un huracán de esta magnitud suele dañar las líneas de energía y provocar apagones durante días. Los puertos cercanos también pueden inundarse y algunos amarres, romperse. El mobiliario público, como letreros, cercas y toldos, también podría sufrir daños totales, mientras que algunos árboles podrían quebrarse y caerse.
¿En dónde tocará tierra Beryl por segunda vez?
Una vez que Beryl se convirtió en huracán, el primer pronóstico del SMN estimó que el ciclón tropical tocaría dos veces tierra en México: un primer impacto en la península de Yucatán la madrugada del viernes; y otro el próximo domingo, entre los Estados de Veracruz y Tamaulipas. Si bien la previsión actualizada mantiene vigente la hipótesis de un primer impacto en Quintana Roo, Cortés Aguilar afirma que la probabilidad de que toque tierra por segunda ocasión ahora se ha desplazado al norte y se extiende por el Golfo de México, incluso más allá de territorio nacional: “De los escenarios [para un segundo impacto] está Veracruz, Tamaulipas, Texas y Luisiana”, explica, haciendo énfasis en la incertidumbre como un factor clave al pronosticar la trayectoria de esta clase de fenómenos. “Por ahora no se tiene previsto que sea en Veracruz, cada vez es más probable que sea al centro-norte de Tamaulipas o centro-sur de Texas donde el sistema podría llegar a tocar tierra el domingo”.
¿Qué tan común es que un huracán toque tierra dos veces?
Si bien una de las características más notables de Beryl es su trayectoria, los huracanes que tocan tierra más de una vez en islas o penínsulas y recobran fuerza al volver al mar distan de ser fenómenos extraños. El experto menciona a Gilberto (1988), uno de los huracanes más mortíferos registrados en el Atlántico y a Grace (2021) como dos ejemplos de ciclones que tocaron tierra al menos un par de veces en México. Mientras Gilberto impactó en Cozumel como categoría 5 y cruzó la península de Yucatán para tocar tierra por segunda ocasión en Tamaulipas, dejando más de 200 muertes en territorio nacional y efectos devastadores en Mérida y Monterrey; Grace tocó tierra en Tulum (Quintana Roo) como categoría 1 y se intensificó durante su paso por el Golfo de México, donde impactó Tecolutla (Veracruz) convertido en un huracán de categoría 3.
Un huracán de récord
La precoz formación de Beryl y su evolución a categoría 5 apenas al inicio de la temporada de huracanes en el Atlántico, que se extiende de junio a noviembre, ha provocado el asombro de la comunidad científica; sin embargo, no se trata del ciclón tropical más intenso de la historia, ni siquiera para la cuenca atlántica. “El hecho de que haya alcanzado esa intensidad de una forma tan temprana no es común, es muy raro, por eso es un récord”, explica Cortés Aguilar. De acuerdo con el registro de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés), los primeros huracanes que superan la categoría 3 comienzan a formarse entre agosto y septiembre. De ahí el récord de precocidad del fenómeno en turno.
”He visto que algunos medios dicen que es el peor huracán de la historia, eso va a llamar la atención, pero es información incorrecta. Es solo por lo temprano que se formó y la intensidad que tuvo terminando junio y al inicio de julio”, asegura mientras puntualiza que su aparición, lejos de agravar el pronóstico, confirma la cantidad de ciclones tropicales esperados para el Atlántico, una cifra que, de acuerdo con el Sistema Meteorológico Nacional, oscila entre 20 a 23 ciclones tropicales, de los cuales unos cuatro o cinco podrían alcanzar una categoría de 3 o superior y al menos cinco impactar en las costas del país.
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