Álex de la Iglesia, director de cine: “Mantengo la ilusión y esperanza diaria de materializar mi película sobre El Santo”

El realizador español, homenajeado en el Festival de Cine de Guadalajara, habla sobre sus próximos proyectos y el estado actual del género de terror y fantasía en Iberoamérica

Alex de la Iglesia en Festival Internacional de Cine de Guadalajara.Roberto Antillón

Álex de la Iglesia camina distendido cerca de la fuente de sodas que se encuentra frente a la sala Guillermo del Toro en la Cineteca de la capital de Jalisco. Sonriente pide una orden de palomitas y no duda en echarle un poco de chile encima, como se acostumbra por estos lares. Está en su ecosistema, un festival de cine. Viste una playera negra de Donnie Darko —el filme de culto de ...

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Álex de la Iglesia camina distendido cerca de la fuente de sodas que se encuentra frente a la sala Guillermo del Toro en la Cineteca de la capital de Jalisco. Sonriente pide una orden de palomitas y no duda en echarle un poco de chile encima, como se acostumbra por estos lares. Está en su ecosistema, un festival de cine. Viste una playera negra de Donnie Darko —el filme de culto de Richard Kelly—, como un friki del cine que admite ser. Defiende que las películas son “para disfrutar” y así ha tratado, a lo largo de su carrera como cineasta, de que su leitmotiv quede plasmado en su obra. Y como la idea que tiene de cómo debe ser el trabajo de un cineasta, también ha estado disfrutando su estancia en México en el Festival de Cine en Guadalajara, donde fue galardonado con el Mayahuel Homenaje Internacional.

Durante su paso, el director de 58 años, nacido en Bilbao, uno de los referentes del cine de terror y fantástico de España, con obras como El día de la bestia (1995) o Las brujas de Zugarramurdi (2013), se ha referido sobre el cine que le gusta hacer y su estado actual. Considera que pertenece a una generación privilegiada, que vivía un momento en el que acercarse al cine profesional era más fácil que ahora. “He tenido muchísima suerte y eso me ha facilitado hacer películas que no eran fáciles de producir. Te diré que ahora hay mucho más talento. Estamos viviendo un gran momento para el cine latinoamericano”, afirma.

El realizador se encuentra en este momento batallando en dos frentes y en uno soñado. El primero, poder terminar la tercera temporada de su más reciente serie, 30 monedas, creada para HBO Max, pero que no fue renovada en la reorganización de la misma en Max. La serie cuenta cómo Judas traicionó a Jesucristo por 30 monedas. 2.000 años más tarde, una de ellas aparece en un pueblo remoto de España, desencadenando una serie de fuerzas sobrenaturales que amenazan con destapar secretos del Vaticano y aniquilar a la raza humana, según cuenta la sinopsis.

“Originalmente, fue pensada como una trilogía y voy a poner mi vida en ello para terminarla. Está escrita, no quiero alimentar esperanzas que no pueda cumplir. Si no pudiera encontrar una plataforma o canal interesado, trataría de hacerla por mi cuenta”, manifestó. El segundo proyecto que tiene en cartera es 1992, una miniserie producida por Netflix, protagonizada por Paz Vega, entre otros, que girará en torno a unos misteriosos asesinatos en los que siempre se repite el mismo patrón: todas las víctimas han sido quemadas y junto a los cuerpos aparece un muñeco de Curro, la icónica mascota de la Expo de 1992 de Sevilla.

Sin embargo, uno de sus proyectos soñados, que no pudo materializarse hace unos años, es el guion que escribió sobre El Santo, el luchador símbolo de México. Durante una masterclass realizada en el marco del festival, De la Iglesia dio a conocer que la película ya estaba financiada, pero que no pudieron llegar a un acuerdo con la familia.

“Son encantadores, el hijo de El Santo es maravilloso, el nieto también. Nos llevamos fantásticamente, pero no encontramos un acuerdo”, expresó. Otro factor fue que los financiadores estadounidenses habían sugerido a un actor que para entonces no estaba en el radar del director español, nada menos que Ryan Gosling, conocido popularmente por encarnar a Ken en la más reciente cinta de Barbie, de Greta Gerwig.

“Me dijeron ‘tú conoces a Ryan Gosling’, yo dije que ‘no’, ellos me dijeron que él tenía que ser El Santo. Me enseñaban fotos y yo no lo veía como tal”, dio a conocer a la audiencia, lo que desató las risas de los presentes.

A raíz de ese conversatorio, De la Iglesia parece haber reactivado el interés en ese proyecto que se quedó en el tintero. “Fíjate que por haberlo dicho en la charla he hablado con gente. Mantengo la ilusión y esperanza diaria de materializar mi película sobre El Santo”, afirma. Consultado sobre quién podría ser el portador de la máscara de plata no se moja: “No lo sé. Veo a un actor mayor que se pareciera al padre de El Hijo del Santo. Me gustaba mucho el aspecto físico de El Santo. No sé cuál es, pero es que en la película que yo escribí no se quitaba nunca la máscara porque no podía, ya que era una máscara sagrada”, explica.

El terror, de género de nicho a cine transgresor

Desde su debut con su ópera prima en 1993, Acción mutante -una comedia de estética ciberpunk entre grandes corporaciones, mutantes y colonias espaciales-, el estilo de De la Iglesia ha combinado el terror y lo fantástico con dosis de humor y crítica social, fronteras que antes estaban mucho más marcadas, pero que con el tiempo se han ido dilucidando, lo que ha resultado en productos transgresores y que están del género de nicho.

“Lo que estoy viendo es que lo más vanguardista, el cine realmente podríamos llamar moderno, que está abriendo nuevas maneras de contar, es de género. Es el cine de Ari Aster o el de Panos Cosmatos, por ejemplo, son un acontecimiento. El cine de la vanguardia del terror genérico ahora es muy transgresora y muy interesante”, complementa.

En círculos especializados se ha comenzado a hablar acerca del género como “terror elevado” o “terror de autor”. Esto a raíz del surgimiento de nuevas voces que han revitalizado al terror, como el mismo Aster y otros directores que han dado que hablar en los últimos años, como Robert Eggers con su terror sobrenatural en The Witch, o Jordan Peele con la mezcla de ciencia ficción y horror en ¡Nop!, por mencionar algunos. Pero, ¿qué opina sobre estas denominaciones el director bilbaíno?

“Entiendo que sorprenda, pero los que vamos todos los años a Sitges [festival de cine catalán de cine fantástico y de terror] vemos películas como esa. Quizá de pronto hemos tenido la suerte que hemos sacado un buen resultado con películas como Hereditary [de Ari Aster] que han transcendido el género. Lo mismo pasa en otros festivales aquí en México como el Mórbido o Feratum, donde hay películas diferentes que igual no llegan a la distribución internacional, pero los que disfrutamos con el género sí las conocemos”, agrega.

El cine “único” de Guillermo del Toro

De la Iglesia no se corta en cuanto a profesar su amor hacia México. En especial a su cine y sus realizadores. Admite que una de sus películas favoritas del país es El esqueleto de la señora Morales, así como se declara fan de todas las películas de El Santo y del cine fantástico de esta región, también se decanta por el cine de su coterráneo y referente del movimiento surrealista, Luis Buñuel, realizado durante el tiempo que permaneció en la República a raíz debido a sus convicciones políticas y las dificultades impuestas por la censura franquista en su país. “Todas las de Buñuel, las mejores, son las mexicanas. Así te lo digo, prefiero infinitamente más la etapa mexicana que la etapa francesa”, añade el también director de Balada triste de trompeta.

Otro anhelo que mantiene en su lista de deseos mexicana es poder trabajar con Guillermo del Toro, que a lo largo de su carrera ha sabido mantenerse fiel al género fantástico y a sus diferentes monstruos que han protagonizado sus películas.

“Su pasión por el fantástico, por los monstruos, por el lado oscuro de la vida, por la muerte, por tantas otras cosas y convertirlo en algo poético o algo soñador es típicamente mexicano. Su manera de hacer cine es tremendamente mexicana y ahora tenemos la oportunidad de disfrutarla en todo el mundo. Es una de las personas con más talento precisamente por hacer un cine único y haber conseguido hacerlo internacional”, dice sobre el director tapatío.

“Curiosamente estando aquí en Guadalajara cuando me habláis de ello, de pronto me digo, pero si los que más me gustan los mejores directores, Cuarón y González Iñárritu, las mejores personas de esta profesión de cineasta, los mejores son mexicanos”, concluye De la Iglesia.

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