López Obrador, sobre Petro: “Es una bendición para Colombia”
El presidente mexicano muestra su apoyo al mandatario colombiano, que vive su peor momento desde que asumió la presidencia, hace ya diez meses
Mal momento para la izquierda en América Latina, que acumula tanto poder como problemas. La ola de victorias del progresismo continental, primero con Andrés Manuel López Obrador, en México, en 2018, y luego en años siguientes con Alberto Fernández, en Argentina, Gustavo Petro, en Colombia, Luis Arce, en Bolivia, Lula, en Brasil, y Gabriel Boric, en Chile, choca contra el muro de la realidad, contundente en algunos países más que en otros. En Colombia, ...
Mal momento para la izquierda en América Latina, que acumula tanto poder como problemas. La ola de victorias del progresismo continental, primero con Andrés Manuel López Obrador, en México, en 2018, y luego en años siguientes con Alberto Fernández, en Argentina, Gustavo Petro, en Colombia, Luis Arce, en Bolivia, Lula, en Brasil, y Gabriel Boric, en Chile, choca contra el muro de la realidad, contundente en algunos países más que en otros. En Colombia, el presidente Petro atraviesa una situación delicada desde hace semanas, con sus reformas atascadas en el Congreso y una crisis permanente de Gobierno, con salidas de ministros y personas cercanas.
Preguntado este viernes por su colega colombiano, el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, que cada día, de lunes a viernes, ofrece conferencias de prensa de hasta dos y tres horas de duración, ha sido contundente: “Yo lo apoyo”. Los reporteros le preguntaban a López Obrador, a raíz de la marcha en defensa del mandatario colombiano, ocurrida este miércoles en Bogotá, ciudad de la que Petro fue alcalde. “Es un gran presidente, Gustavo Petro. Hermano de México. Es una bendición para Colombia el que haya llegado un presidente como él, después de muchos años de padecer malos gobiernos. Entonces, todo mi apoyo”.
El apoyo antecede los detalles. Antes de responder a la pregunta, López Obrador no parecía entender exactamente a qué se refería el reportero. “¿Qué está pasando?”, ha preguntado. El reportero ha contestado que quería saber su opinión “sobre las manifestaciones en respaldo” al Gobierno colombiano. López Obrador ha dicho: “Ah, yo lo apoyo”. No ha hecho falta ni que le detallaran el origen de las marchas. Las similitudes estratégicas de ambos mandatarios evitan explicaciones superfluas. Ante situaciones complicadas o crisis políticas, uno y otro activan su aparato de convocatoria popular, tratando de reafirmar su poder en la calle. En marzo, por ejemplo, en pleno conflicto con el Instituto Nacional Electoral mexicano, el presidente organizó un mitin multitudinario en el centro de la capital.
La cercanía trasciende el eje colombo-mexicano. López Obrador, Petro y otros mandatarios de izquierda de la región han mantenido una comunicación fluida estos años. En marzo, por ejemplo, el presidente mexicano anunció una reunión con sus homólogos progresistas para tratar el problema de la inflación en el continente. Con muchas cosas en común, las diferencias existen también. El caso de Nicaragua parece el más claro. Tanto el presidente Boric, como Petro, no han dudado en calificar al jefe de Estado nicaragüense, Daniel Ortega, de dictador, instancia que López Obrador ha evitado.
Así, la pregunta sobre Petro ha dado pie a muestras de apoyo al resto de presidentes izquierdistas del continente. “Igual, todo mi apoyo al presidente Lula, al presidente Luis Arce, de Bolivia, al presidente Gabriel Boric, de Chile. Desde luego a Alberto Fernández, mi hermano, que está atravesando una situación difícil, que no tiene que ver con él ni su Gobierno”, ha dicho López Obrador, que ha dedicado los minutos siguientes a criticar la crisis económica argentina, herencia, ha dicho, del Gobierno de Mauricio Macri.
“En complicidad con organismos financieros internacionales, el Gobierno de Macri endeudó a Argentina, pero sin límite. Por razones políticas, el Gobierno de Estados Unidos ayudó para que el Fondo Monetario Internacional entregara dinero en exceso al Gobierno de Macri, porque él quería reelegirse”, ha argumentado López Obrador. “Y era amigo del Gobierno de EE UU. Entonces, ahí tienen la culpa los dos, el que entregó y el que recibió, a sabiendas de que era un exceso. Dejan una deuda inmanejable. Llega Alberto, no le ayudan a hacer un buen acuerdo, se mantiene la deuda y se agrava la situación económica. Y ahora muchos echándole la culpa a él”, ha zanjado.
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