Mario Delgado: “El punto de vista del presidente se pondrá en la mesa de negociación con los aspirantes”
A reserva de sentar a dialogar a las cuatro ‘corcholatas’ presidenciales de Morena, el dirigente del partido traza cuáles serán las etapas de la contienda interna, siempre bajo la tutela de López Obrador
Mario Delgado Carrillo tiene la difícil misión de mantener unido un partido en el que las fisuras amenazan con terminar de abrirse y estallar. La pugna interna por la candidatura presidencial para la elección de 2024 ha hundido al partido, fundado por Andrés Manuel López Obrador, en una de las peores crisis de su corta edad (tiene nueve años de existencia). El mandatario, un observador de los procesos históricos, dio un golpe de timón a finales de abril y ...
Mario Delgado Carrillo tiene la difícil misión de mantener unido un partido en el que las fisuras amenazan con terminar de abrirse y estallar. La pugna interna por la candidatura presidencial para la elección de 2024 ha hundido al partido, fundado por Andrés Manuel López Obrador, en una de las peores crisis de su corta edad (tiene nueve años de existencia). El mandatario, un observador de los procesos históricos, dio un golpe de timón a finales de abril y pidió que la definición de la candidatura se acelerara para no prolongar más las fricciones y la amenaza de ruptura entre los cuatro más claros aspirantes: la alcaldesa de Ciudad de México, Claudia Sheinbaum; el canciller Marcelo Ebrard; el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, y el líder de la mayoría morenista en el Senado, Ricardo Monreal. Conforme la agenda del mandatario, en agosto, máximo septiembre, se debería conocer quién ganó las encuestas de entre las corcholatas, nombre que López Obrador, el destapador, dio a los aspirantes a sucederlo en Palacio Nacional.
Delgado (Colima, 50 años) deberá llevar a buen puerto la instrucción del líder moral y procurar que todos los participantes estén de acuerdo con el método y se comprometan a acatar el resultado, a fin de que el partido llegue unido a la elección presidencial y saque ventaja del desorden en que se encuentra la oposición, que no ha logrado unificarse en un solo bloque y sigue barajando una docena de posibles prospectos a candidatos. El dirigente morenista adelanta en entrevista con EL PAÍS las primeras etapas del proceso interno, que contempla la emisión de una convocatoria acordada por los cuatro principales aspirantes, un periodo de registro de intenciones y una primera encuesta a realizarse a nivel nacional en agosto. Ese levantamiento servirá de filtro y dará paso a una segunda y última encuesta, que, todo lo indica, se realizará en septiembre. Las presiones de algunos aspirantes, especialmente de Ebrard, no permitirían que la definición de la candidatura se postergue más.
Pregunta. ¿Cómo afectó internamente la instrucción de López Obrador de adelantar la selección del candidato de Morena?
Respuesta. El presidente hizo un llamado a la unidad, a que se sacaran las reformas que estaban pendientes y a que se mantuviera el movimiento unido respecto al proceso de sucesión, y que este debería resolverse lo más pronto posible. En política los tiempos son importantes y ahora toda nuestra atención está dedicada a Coahuila y el Estado de México. Si ganamos ahí, el escenario para 2024 va a ser de un triunfo prácticamente seguro de nuestro movimiento. Entonces, mezclar las dos cosas, el proceso sucesorio con estos procesos electorales, nos podría llevar al riesgo de que llamara la atención más el proceso presidencial y nos descuidáramos en el Estado de México y en Coahuila.
Después del 4 de junio vamos a convocar a todos los aspirantes para tener una mesa permanente, para que hablemos de los términos de la convocatoria, de las fechas precisas de las encuestas, de la metodología, de los requisitos que plantearemos y cómo será en general todo el proceso. ¿Cuáles serían los tiempos a grandes rasgos? Nos vamos a reunir con ellos entre el 5 y el 12 de junio; habrá convocatoria en la segunda quincena de junio; se abrirá un proceso de registro para los aspirantes en la primera semana de julio; el Consejo Nacional tendrá que analizar los perfiles y emitir una lista de los que irán a una primera encuesta (se necesita la segunda y tercera semana de julio para el proceso de revisión del Consejo); agosto es cuando se hará la primera encuesta, y habrá una segunda y definitiva encuesta a partir de los resultados de la primera, que podría ser en septiembre, en octubre o máximo en noviembre; no estoy diciendo que se va a hacer en noviembre, sino que es un extremo de tiempo.
P. ¿De qué dependerá que la segunda encuesta se fuera a noviembre?
R. Es lo que vamos a acordar, a dialogar con ellos.
P. ¿Y la función de la primera encuesta es filtrar nombres?
R. Sí, porque es un registro abierto a la ciudadanía, a quien quiera participar para tener este encargo de darle continuidad a la transformación.
P. ¿Quiénes están convocados al registro?
R. Los mexicanos que quieran continuar con la Cuarta transformación.
P. ¿Aunque no sean militantes?
R. Sí. Por ejemplo, Gerardo Fernández Noroña no es militante de Morena, pero es un simpatizante nuestro. También el senador Manuel Velasco, que ha manifestado su interés, no es militante Morena [pertenece al Partido Verde], pero también podrá participar. Y serán evaluados por el Consejo Nacional.
P. Es muy claro que hay cuatro o cinco aspirantes. ¿Hacer esta apertura tan amplia no significaría perder tiempo valioso para la definición?
R. Pues así lo hemos hecho siempre en todos los procesos. También va a depender de los criterios que se establezcan por parte del Consejo Nacional: de todos los inscritos, cuántos sí, en su valoración, deberían ir a la primera encuesta.
P. Después de la reunión que tuvo López Obrador con los senadores, ¿se ha reunido usted con él?
R. Nos vemos de vez en cuando para comentar los asuntos de política en general.
P. ¿Se vieron después del 28 de abril?
R. Creo que una vez lo vi, sí.
P. ¿Y él le reitero su recomendación de que se adelantara la definición?
R. Insisto, hay coincidencia con lo que él dijo. Porque él está diciendo: “bueno, tendremos que resolverlo dentro de un periodo de tiempo”, que es lo que hemos nosotros dibujado desde el principio.
P. El presidente planteó que “en tres meses” se defina la candidatura. Pero si la definición es hasta noviembre, ahí no habría coincidencia alguna con lo que él dijo.
R. Pero falta que hablemos con los aspirantes. El presidente ha dado un punto de vista. Obviamente, en el momento en que nos sentemos con ellos, pues ese punto de vista va a ser puesto en la mesa. Y también tendrá que ver con el procesamiento. Tenemos que mantener la unidad. Eso es importante.
P. ¿Qué peticiones le han adelantado los aspirantes con los que ya se ha reunido?
R. Han sido públicas: que haya debates, que haya renuncias de quienes aspiren, que haya una sola pregunta, que sea una muestra muy amplia, que haya encuestas espejo. Es decir, son temas que vamos a atender de manera conjunta. Queremos que sea un proceso que les dé certeza a ellos, que les dé confianza, que sea muy transparente, porque es lo que va a fortalecer el compromiso de todos de que, a quien elija el pueblo a través de la encuesta, va a tener el respaldo de todos los participantes.
P. En contraste con quienes piden que haya una sola pregunta, ¿usted considera importante medir atributos como la honestidad, compromiso o cercanía con el presidente?
R. Es la metodología de Morena. Ahí está el antecedente de 2012, con Marcelo Ebrard y el hoy presidente de la República. Ahí, si no me equivoco, fueron cinco preguntas. Tenemos que valorarlo, y lo que dé más certeza para todos.
P. Hay quienes creen que se aplica un criterio más bien político a la hora de valorar los tributos.
R. No, la encuesta de Morena es un cuestionario muy completo, el que hemos utilizado para diputados, para presidentes municipales, para candidatos a gobernador. Porque puede haber muchas críticas a las encuestas, pero los resultados hablan por sí solos. En política los resultados cuentan. Lo que nos han dado las encuestas son los perfiles que tienen un potencial electoral de triunfo mayor, por eso hemos ganado 16 de 21 procesos en los que hemos participado. Y quienes se enojan con las encuestas son los que finalmente no las ganan. Algunas experiencias nos muestran que quienes han manifestado inconformidad respecto a las encuestas es porque piensan que ellos son los que tienen la fuerza política. Pero la fuerza la tiene el movimiento, la tiene Morena. Y la tiene precisamente porque la gente es quien decide a los candidatos.
P. ¿Existe la posibilidad de que no hubiera encuesta y se llegara a la definición de la candidatura por consenso?
R. Es una posibilidad que está en los Estatutos para ser candidato, el consenso o las encuestas. Yo prefiero que sea a través de las encuestas, para que sea la gente quien decida. Es tan importante esta decisión que creo que solo podemos ponerla en manos del pueblo.
P. Se habla mucho de la candidatura presidencial, pero habrá otras elecciones en 2024.
R. Nueve gubernaturas, el Senado de la República, la Cámara de Diputados, 30 Congresos locales, presidencias municipales en 29 Estados. Es un mundo de candidaturas que se resolverán de arriba para abajo: primero la Presidencia, luego las gubernaturas, luego el Senado, luego Cámara de Diputados, y así nos vamos hasta la última región.
P. ¿Este año quedará la definición de las gubernaturas?
R. Sí, por supuesto.
P. Algunos aspirantes acusan que hay una cargada a favor de Sheinbaum de gobernadores, de funcionarios federales y también del partido.
R. Nosotros hemos exigido a todos los dirigentes estatales y a los integrantes del Comité Ejecutivo Nacional neutralidad, no tener ningún favoritismo para nadie, porque nosotros no podemos intervenir en la decisión que va a tomar la gente. Y si la dirigencia de Morena no es imparcial, pues se echa a perder este proceso. Por eso tenemos un cuidado especial y un llamado permanente a todos nuestros dirigentes a que mantengan ese piso parejo. Yo mismo, en una carta por escrito, se lo pedí a militantes que tienen mucha relevancia en el movimiento, como son los gobernadores, a que se promueva a todos los perfiles, porque cada perfil tendrá sus simpatizantes, y todos unidos somos muy fuertes. Entonces, si el presidente López Obrador no tiene favorito o favorita, ¿por qué los dirigentes deberíamos tener? Al contrario, tenemos que impulsar esos cuatro perfiles en los que el presidente confía, y que la gente decida.
P. ¿Usted no tiene simpatías por nadie?
R. No puedo tener yo simpatías por nadie. Yo quiero que el movimiento se mantenga unido. Y todo mi esfuerzo y todo mi empeño está puesto en ello.
P. ¿Qué hará usted para garantizar el piso parejo en Morena?
R. Estos aspirantes tienen plataformas envidiables para tener una proyección a nivel nacional. Estamos hablando de la Secretaría de Relaciones Exteriores, de la jefatura de Gobierno de Ciudad de México, de la Secretaría de Gobernación, del Senado de la República. Sería difícil decir a quién le favorece más ese encargo para que la gente lo conozca. Podrán estos cargos tener ventajas y desventajas para la meta que ellos tienen, pero la gente está muy despierta para ver el desempeño que tienen en ese encargo actual, la lealtad que tienen hacia el presidente. Y es lo que, desde mi punto de vista, va generando el proceso de formación de opinión pública sobre cada uno de ellos. Entonces, en ese sentido, yo creo que tienen piso parejo. Si acordamos condiciones diferentes, tendremos que discutir qué significaría ese piso parejo.
P. ¿Le preocupa que los señalamientos de desequilibrio en la contienda deriven en impugnaciones judiciales?
R. Esperemos que no, y justo por eso es que debemos ser prudentes quienes tenemos cierta responsabilidad o liderazgo en el movimiento. Porque, ante todo, tenemos que privilegiar la continuidad del movimiento, la continuidad de este proceso histórico, sobre cualquier interés personal o sobre cualquier simpatía por alguien. Tenemos que ser conscientes de que López Obrador ha puesto los cimientos de una transformación que pretende tener una dimensión histórica.
P. ¿Una impugnación sí dañaría la unidad?
R. Por supuesto que sí. A nadie le gustan los pleitos. La dirigencia no dará motivos para que haya alguna división.
P. Usted solía tener una relación cercana con Ebrard, fueron colaboradores en el Gobierno de la ciudad, pero ahora se nota distancia y podría pensarse que hasta ruptura. ¿Qué pasó?
R. No ha pasado nada. Marcelo siempre tendrá mi respeto. Es un gran político y ha hecho un extraordinario trabajo en la Cancillería en momentos bastante difíciles para nuestro país, especialmente la relación con Estados Unidos. Yo creo que ahora tenemos una relación de mucho respeto por parte de EE UU hacia nuestro país y un liderazgo indiscutible del presidente López Obrador en América Latina, y eso es parte del trabajo que ha hecho el canciller. Personalmente no tenemos ninguna diferencia. Y yo no puedo tener ninguna preferencia con ninguno de ellos.
P. ¿Tiene buena relación con los cuatro?
R. En mi responsabilidad como presidente del partido no busco ganarme su simpatía o amistad, sino su respeto, para que salgamos fortalecidos y en unidad de este proceso interno.
P. ¿Tiene el respeto de los cuatro?
R. Sí, por supuesto.
P. ¿Va a dejar la dirigencia de Morena hasta pasadas las elecciones de 2024?
R. Sí, fue la decisión del Congreso Nacional extender el mandato un año más, porque justo se vencía en agosto, lo cual nos hubiera agarrado a la mitad del proceso de selección de candidato. Entonces resultaba muy inconveniente el cambio de dirigencia a la mitad de este proceso, iba a ser un ruido innecesario.
P. ¿Y va a terminar ese periodo?
R. Tengo que terminar.
P. ¿No lo veremos de candidato, por ejemplo, al Gobierno de Ciudad de México?
R. Por la tarea y la responsabilidad que tengo en estos momentos, no podría ser yo candidato.
P. Morena llega dividido a la elección de Coahuila, y según varias encuestas es probable que pierda. ¿Usted asumirá la responsabilidad de esa derrota?
R. Yo soy responsable de las victorias y las derrotas. Ahora, hay que analizar por qué se dan las derrotas y las victorias. En el caso de Coahuila, yo estoy seguro de que vamos a ganar, porque más del 70% de la población quiere un cambio. Pero ese voto de cambio se está dividiendo: una proporción muy alta en favor de Morena, que prácticamente estamos en empate técnico con el PRI, y otro porcentaje menor que se está yendo con el Partido del Trabajo y con el Partido Verde. Nosotros estamos haciendo un llamado al voto útil. Es decir, si las dirigencias nacionales no reaccionan a finalmente reconocer que no tienen ninguna posibilidad y que seguir en la contienda podría limitar la posibilidad del triunfo de Morena, entonces el llamado es a la gente, al voto útil, a que no desperdicien su voto y a que lo direccionen en favor de Morena para poder lograr el el cambio. Yo estoy seguro de que vamos a ganar. Pero, en caso de que no fuera así, sería muy claro que los votos que nos faltaron se los llevó el PT o el Verde, cuando supuestamente son nuestros aliados.
P. ¿Está en duda la alianza en 2024 con esos dos partidos?
R. Tenemos que esperar los resultados. Pero sí hay un hipotético caso donde, ojalá no suceda, para mí va a ser muy difícil explicarles a nuestros simpatizantes y militantes que vamos a ir en alianza con partidos que le fueron funcionales al peor de los priismos, que es el de Coahuila, y que condenaron al pueblo de Coahuila a 100 años de PRI. Tiene que haber congruencia, principios y lealtad al proyecto de la transformación.
P. Las encuestas favorecen a Morena con mayor claridad el Estado de México. ¿Qué hará el partido si ese resultado no se confirma en las urnas? ¿Impugnarán?
R. No creo que se dé ese resultado. Pero nosotros somos un movimiento que lucha por la vía legal, pacífica y democrática.
P. Entonces irían por la vía legal.
R. No existe ese escenario para nosotros. Es una pregunta como de: ¿qué pasaría si Trump gana las elecciones en Brasil?
P. ¿Así de absurdo es el escenario de que el PRI no los deje ganar?
R. Tal vez más. El PRI no tiene manera. Es una auténtica revolución lo que está pasando en el Estado de México. Hay una efervescencia por el cambio alrededor de la maestra Delfina Gómez que ya es inocultable. No hay manera de detener ese movimiento.
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