‘El rey del acero’ Alonso Ancira venderá su empresa Altos Hornos de México
Fuentes allegadas a las negociaciones confirman a EL PAÍS el interés de compra de la mexicana Villacero, de la estadounidense Cargill y de tres fondos más. Las ofertas se calculan en un máximo de 500 millones de dólares
Alonso Ancira, el llamado rey del acero mexicano y todavía dueño de Altos Hornos de México (AHMSA), ha puesto a la venta su emporio. Acosado por deudas que ascienden a unos 900 millones de dólares —entre los que figuran los 108 millones de dólares que aún debe pagarle a Pemex— y con adeudos de electricidad y gas natural, el empresario ha acelerado el proceso para vender su compañía. Fuentes allegadas a las negociaciones han confirmado a EL PAÍS que además del grupo mexicano Vil...
Alonso Ancira, el llamado rey del acero mexicano y todavía dueño de Altos Hornos de México (AHMSA), ha puesto a la venta su emporio. Acosado por deudas que ascienden a unos 900 millones de dólares —entre los que figuran los 108 millones de dólares que aún debe pagarle a Pemex— y con adeudos de electricidad y gas natural, el empresario ha acelerado el proceso para vender su compañía. Fuentes allegadas a las negociaciones han confirmado a EL PAÍS que además del grupo mexicano Villacero y de la estadounidense Cargill, principal acreedor financiero de la acerera, existen otros tres fondos interesados en adquirir la factoría. Las ofertas de compra de la empresa se calculan en un máximo de 500 millones de dólares, además, el comprador asumirá los pasivos de la siderúrgica. Se prevé que en un máximo de 15 días se dé a conocer la identidad del nuevo dueño de AHMSA.
El empresario, de 70 años, está contra las cuerdas desde que fue acusado de una presunta trama de corrupción vinculada a la brasileña Odebrecht en los inicios de esta Administración. Ancira fue detenido en Palma de Mallorca en 2019 y llegó a una cárcel mexicana en 2021 por una orden de arresto en su contra por corrupción ante los supuestos vínculos con el exdirector de Petróleos Mexicanos (Pemex), Emilio Lozoya. Tras llegar a un acuerdo reparatorio para pagar 216 millones de dólares a la petrolera estatal, el dueño de AHMSA recuperó su libertad y con puro en mano abandonó la cárcel en abril de 2021. Sin embargo, su empresa no logró volver a alzar el vuelo.
Aunque los precios internacionales del acero han empezado a recuperarse, después de una caída generalizada, la siderúrgica tiene más de un mes con las máquinas apagadas. Millonarios impagos en electricidad y gas natural han hecho imposible volver a encender las líneas de producción. De acuerdo con la empresa, tanto la Comisión Federal de Electricidad (CFE) como Pemex cancelaron de un día para otro los créditos de operación que les permitían un margen de maniobra para tener liquidez. Por otra parte, la CFE, ha defendido anteriormente que el corte de electricidad a AHMSA estuvo justificado ante el impago de más de 127 millones de pesos. A la fecha, la acerera adeuda solo en gas y electricidad, unos 110 millones de pesos.
La falta de acuerdos con la (CFE) y con Pemex para saldar sus adeudos mantiene en vilo el enorme complejo siderúrgico de la empresa en Monclova, Coahuila. La compañía suma más de 40 días detenida. La empresa solo ha podido pagar los primeros 108 millones de dólares que acordó con Pemex como parte de su adeudo reparatorio, pero las cuentas por cobrar y la falta de liquidez tienen a la directiva apenas en mínimos para poder cubrir los salarios de sus 17.000 empleados. Al tercer trimestre de 2022, AHMSA reportó una caída del 38% en ventas respecto al mismo periodo del año previo y una pérdida neta de más de 4.000 millones de pesos.
Los orígenes de AHMSA se remontan a 1942, cuando, ante la escasez de materia prima por la Segunda Guerra Mundial, el Gobierno de México constituye Altos Hornos de México como una empresa con capital estatal y privado en Coahuila. A finales de los años ochenta, la firma encaró problemas de deuda y el Gobierno federal la desincorporó del sector público. En 1991, las familias Ancira y Autrey conformaron Grupo Acerero del Norte (GAN) y ganaron la licitación de las plantas siderúrgicas y los yacimientos de fierro y carbón. A partir de ese momento, Ancira se convertiría en pieza clave de la industria siderúrgica mexicana, ocupando hasta en cinco ocasiones la presidencia de la Cámara Nacional de la Industria del Hierro y del Acero (Canacero). Una travesía empresarial que implicó en algún momento la suspensión de pagos de AHMSA, un autoexilio en Israel y el regreso triunfal de la mano de la recuperación de los precios de los metales. Ahora, el polémico empresario está a punto de pasar la estafeta de una empresa con más de 80 años de historia.
Suscríbase aquí a la newsletter de EL PAÍS México y reciba todas las claves informativas de la actualidad de este país