México reclama 30 piezas prehispánicas que serán subastadas en París
La casa Cornette de Saint Cyr sacará a la venta el 13 de mayo lotes con objetos de las culturas maya y teotihuacana, valorados entre 75.000 y 120.000 euros
La venta de objetos prehispánicos en las casas de subastas de Estados Unidos y Europa no cesa. Tan solo un año después de que Christie’s recaudara más de tres millones de dólares en una venta denunciada por el Gobierno de México, la casa parisina, Cornette de Saint Cyr, ha anunciado una nueva puja de más piezas mayas, teotihuacanas y de las culturas originarias de Nayarit, Veracruz, Mezcala y Tlatilco, entre otras. En...
La venta de objetos prehispánicos en las casas de subastas de Estados Unidos y Europa no cesa. Tan solo un año después de que Christie’s recaudara más de tres millones de dólares en una venta denunciada por el Gobierno de México, la casa parisina, Cornette de Saint Cyr, ha anunciado una nueva puja de más piezas mayas, teotihuacanas y de las culturas originarias de Nayarit, Veracruz, Mezcala y Tlatilco, entre otras. En conjunto, los lotes están valorados entre los 75.000 y los 120.00 euros (un millón y medio y dos millones y medio de pesos mexicanos).
La obra de mayor valor es la conocida como Gran figura de pie (250-650 d.c.). Por ella se espera recaudar el próximo 13 de mayo entre 25.000 y 45.000 euros (en torno a 950.000 pesos). Cornette de Saint Cyr señala que la escultura en piedra de esquisto verde, de 33 centímetros, pertenece a la cultura teotihuacana y de acuerdo a su tallado, es probable que formara parte de alguna ofrenda cerca de un centro ceremonial. En 2012 fue expuesta durante la muestra ‘El Quinto sol: Artes de México’, en el Museo quai Branly-Jacques Chirac de París. Cómo llegó la pieza hasta Francia es un misterio. En la subastadora solo señalan que procede de “una colección privada”.
La secretaria de Cultura, Alejandra Fraustro, ha expresado su malestar y ha reclamado la devolución del patrimonio histórico y artístico de México, gravemente afectado por el expolio que ha sufrido el país durante décadas. La historia cada cierto tiempo vuelve a repetirse. Los gobiernos a través de la vía diplomática no tienen ningún efecto, las subastadoras venden los lotes y las piezas de gran valor desaparecen entre los coleccionistas privados sin dejar rastro. “Deploramos que se mantengan prácticas de comercio ilícito de bienes culturales que socavan el patrimonio, la historia y la identidad de nuestros pueblos originarios”, manifestó la embajada mexicana en Francia junto a Ecuador, Guatemala, Panamá, Perú y República Dominicana en febrero de este año, por otra subasta similar a la que se producirá en unos días.
En otras ocasiones la historia ha tenido un final diferente tras el entendimiento entre las partes. El pasado 28 de abril, la embajada de México en Bélgica recibió la restitución de tres piezas arqueológicas que iban a ser subastadas por la casa Carlo Bonte Auction, en Brujas. En 2017 el Gobierno mexicano logró recuperar el bajorelieve de Xoc vendido en París dos años antes, en una subasta de Binoche et Giquello.
“Las subastas fomentan el pillaje, el saqueo, el tráfico ilícito y blanqueo de bienes perpetrados por la delincuencia organizada internacional; privan a las piezas de su esencia cultural, histórica y simbólica, reduciéndolas a simples objetos de decoración de particulares y dan pie a un mercado de falsificaciones”, condenaban los países latinoamericanos que firmaron la carta conjunta.
En el caso de Francia, el marco jurídico que regula las ventas y subastas de los bienes culturales establece que la restitución de las piezas depende de la voluntad del poseedor privado, lo que limita el marco de acción que pueden tener los gobiernos que reclaman la restitución de su patrimonio. “Las subastas tendrían que auto regularse para establecer algunos mecanismos de debida diligencia y preguntar más. Es más difícil una transacción para la venta de un automóvil que para la venta de una pieza cultural”, declaraba al periódico Excélsior el consejero jurídico de la Cancillería, Alejandro Celorio.
El Gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha convertido la búsqueda de los tesoros robados de México en una de las banderas de su administración. A través de la campaña ‘Mi patrimonio no se vende’, el Estado ha recuperado, en tres años, más de 5.000 piezas prehispánicas que se encontraban dispersas por el mundo.
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