Saliva contra el expolio: la polémica performance de un artista que besó y lamió esculturas del Museo de Antropología
El INAH estudia las acciones legales a seguir por la excéntrica crítica del actor Pepe Romerx al comercio de bienes patrimoniales y rechaza haber dado su autorización
Desde el 1.800 antes de Cristo, la cultura maya, la civilización más importante que se extendió por el territorio de lo que hoy es el sureste de México, Belice y Guatemala, vio pasar ante sus impresionantes construcciones y representaciones artísticas a pueblos enteros. Su grandiosidad puede ser admirada hasta nuestros días en ruinas y museos, como la colección que alberga...
Desde el 1.800 antes de Cristo, la cultura maya, la civilización más importante que se extendió por el territorio de lo que hoy es el sureste de México, Belice y Guatemala, vio pasar ante sus impresionantes construcciones y representaciones artísticas a pueblos enteros. Su grandiosidad puede ser admirada hasta nuestros días en ruinas y museos, como la colección que alberga el Museo Nacional de Antropología, la más grande del país. Han sido precisamente esas y otras piezas las que el artista duranguense Pepx Romero lamió y besó el jueves pasado para hacer una performance.
Vestido con un traje amarillo y lentes oscuros, el también actor y director de teatro acerca sus labios, da besos largos y pasa su lengua por las esculturas de alto valor histórico y cultural, según se observa en las imágenes compartidas en Instagram. De fondo, música electrónica con una voz robotizada critica el expolio de obras de culturas como la maya, la azteca, la teotihuacana y la olmeca. El objetivo era comparar el daño que puede causar la saliva en las obras con su venta y subasta alrededor del mundo.
Romero entró como cualquier visitante al museo. Iba acompañado por tres personas, quienes grabaron sus actos con sus teléfonos móviles, de acuerdo con el INAH (Instituto Nacional de Antropología e Historia). “Durante su recorrido por las salas arqueológicas del museo, Pepx Romero posó sus labios sobre algunas piezas y vitrinas”, señala en un comunicado difundido este miércoles, una semana después de la polémica performance.
Sin que algún guardia de seguridad se acerque, el dramaturgo besa los labios de cabezas de barro y pasa varias veces su lengua por los pliegues de figuras labradas por las culturas ancestrales. El INAH rechaza haber recibido alguna solicitud para llevar a cabo dichas grabaciones. “No existe ninguna autorización al respecto”, afirma.
El instituto también sostiene que “las piezas y objetos museográficos no presentan ningún daño o afectaciones”. Por otro lado, manifiesta estar en desacuerdo “ante conductas no permitidas por los reglamentos establecidos para los recintos culturales que custodian bienes patrimoniales”, al mismo tiempo que expresa su “respeto a la libertad creativa y agradecimiento a las voces que rechazan la venta ilícita de bienes culturales en el extranjero”.
Las evidencias videográficas de los sistemas de seguridad del museo determinarán las acciones legales a seguir. En ellas se muestra cómo Romero es grabado por sus tres acompañantes, menciona el boletín. “Se tiene conocimiento que el material obtenido se editó, sonorizó y subtituló para proyectarse en el Festival Ceremonia 2022, como parte del Proyecto Mexique, realizado en el Parque del Bicentenario en la Ciudad de México, agrega.
Por su parte, el artista ha asegurado estar “tranquilo” por las posibles consecuencias de sus actos. “Yo creo que estas leyes, por supuesto, protegen al patrimonio, lo protegen de ser dañado, sin embargo, la acción no representa un daño”, dijo en una entrevista con El Universal. Además, comentó que varias personas se quedaban observando lo que hacía.
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