Alejandro Díaz de León se despide con una defensa del mandato del Banco de México
El gobernador saliente destaca la liquidez bancaria y la baja morosidad aunque señala la lenta recuperación del crédito
Alejandro Díaz de León ha comparecido este miércoles por última vez como gobernador del Banco de México. En su despedida tras cuatro años al frente, ha defendido el mandato de la institución en el control de la inflación, en alza en los últimos meses. Al mismo tiempo, el funcionario ha destacado la solidez del sistema financiero mexicano, su morosidad a la baja y la alta liquidez, aunque ha advertido de la lenta recuperación del crédito a empresas y hogares ante la incertidumbre creada por la pandemia.
Seria y mesurada, la despedida de Díaz de León ha sido todo un mensaje de tranquilida...
Alejandro Díaz de León ha comparecido este miércoles por última vez como gobernador del Banco de México. En su despedida tras cuatro años al frente, ha defendido el mandato de la institución en el control de la inflación, en alza en los últimos meses. Al mismo tiempo, el funcionario ha destacado la solidez del sistema financiero mexicano, su morosidad a la baja y la alta liquidez, aunque ha advertido de la lenta recuperación del crédito a empresas y hogares ante la incertidumbre creada por la pandemia.
Seria y mesurada, la despedida de Díaz de León ha sido todo un mensaje de tranquilidad para los mercados, después de las dudas creadas alrededor del respeto de la autonomía de la institución por parte del Ejecutivo. “Estoy seguro de que seguirá [la Junta de Gobierno] trabajando para que el Banco cumpla con su mandato”, ha declarado el funcionario, propuesto por el expresidente Enrique Peña Nieto. “No tengo duda de su profesionalismo y capacidad técnica”, ha dicho la subgobernadora Galia Borja sobre su colega. “Su contribución ha sido muy decisiva para que el Banco pueda cumplir con su mandato”, ha reiterado, a su vez, el subgobernador Gerardo Esquivel, que ha criticado en alguna ocasión la forma cómo se ha llevado a cabo el relevo.
Díaz de León deja el Banco de México tras navegar lo más duro de la pandemia. El reporte de estabilidad financiera presentado este lunes destaca la “solidez” del sistema. En general, la morosidad de hogares y empresas se ha ido reduciendo después de un repunte causado por la crisis económica, y los niveles de liquidez de los bancos “son holgadamente superiores a los mínimos regulatorios”. Además, la calificación de la deuda soberana de México es mejor que las de otras grandes economías de la región, como Brasil o Colombia.
Por otro lado, hay señales de que la recuperación del país ha perdido velocidad en los últimos meses. El Banco de México recortó la semana pasada los pronósticos de crecimiento para este año, de 6,2% a 5,4%. En el reporte de este lunes, la institución apunta al estancamiento de la financiación. “El otorgamiento de crédito no ha mostrado una recuperación acorde con la observada en la actividad económica, reflejando cautela tanto de los demandantes como de los oferentes”, reza el informe.
La iniciativa de reforma constitucional en materia energética que impulsa el Gobierno amenaza con tensar los mercados financieros, al proponer la cancelación de contratos vigentes entre centrales eléctricas privadas y empresas. Aunque Díaz de León ha señalado que todavía se tiene que discutir y aprobar en el Congreso, ha mencionado veladamente los riesgos. “Es importante distinguir lo que es una iniciativa de lo que es un elemento ya firmado”, ha dicho. “Muchos de estos proyectos [energéticos] son ampliamente financiados por los sistemas financieros en su conjunto, tanto la banca comercial como de desarrollo”.
La salida del gobernador ha estado envuelta de polémica. Fue anunciada en verano por el presidente Andrés Manuel López Obrador, más de seis meses antes del final del mandato, una anticipación que creó incertidumbre. El mandatario dijo que sería “un economista con dimensión social, muy partidario de la economía moral” y propuso, primero, al exsecretario de Hacienda Arturo Herrera. Sin embargo, de forma sorprendente, retiró en noviembre esa propuesta y puso en su lugar a Victoria Rodríguez Ceja, una funcionaria de Hacienda poco conocida.
El anuncio rompe con la tradición de renovar al gobernador de turno desde que el Banco de México se convirtió en una institución autónoma en 1994. El predecesor de Díaz de León, Agustín Carstens, fue renovado en el cargo tras los primeros seis años y lo dejó en 2017 para irse al Banco de Pagos Internacionales. Guillermo Ortiz Martínez también fue ratificado y ocupó la silla desde 1998 a 2009. El primer gobernador Miguel Mancera estuvo menos de cuatro años (1994-1997), pero ya había sido director general del Banco antes de que se volviera autónomo.
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