Las quinceañeras de Texas que quieren cambiar el futuro político de Estados Unidos

Quinceañeras en las escaleras del Capitolio de Austin que protestan al ritmo de mariachi, afiches de la cantante texana Selena Quintanilla y frases en inglés y español son algunas de las estrategias que ha utilizado la organización Jolt para impulsar el poder político de los latinos en Texas. Esta asociación, que trabaja contrarreloj para registrar al mayor número de votantes antes de que se lleven a cabo las elecciones al Senado en Estados Unidos el próximo 6 de noviembre, tiene como objetivos empoderar a la comunidad latina e impulsar el voto de los jóvenes a través de campañas que apelan a ...

Quinceañeras en las escaleras del Capitolio de Austin que protestan al ritmo de mariachi, afiches de la cantante texana Selena Quintanilla y frases en inglés y español son algunas de las estrategias que ha utilizado la organización Jolt para impulsar el poder político de los latinos en Texas. Esta asociación, que trabaja contrarreloj para registrar al mayor número de votantes antes de que se lleven a cabo las elecciones al Senado en Estados Unidos el próximo 6 de noviembre, tiene como objetivos empoderar a la comunidad latina e impulsar el voto de los jóvenes a través de campañas que apelan a su herencia cultural.

“Llamamos Jolt [que en español significa “sacudida”] a la organización porque cuando los latinos salgamos a votar en Texas vamos a sorprender no solo al sistema político del Estado sino al de todo el país”, dice en un programa de radio Cristina Tzintzún Ramírez, su fundadora.

Hija de un hippie estadounidense que viajó a México en la década de los 70 para involucrarse en movimientos políticos y de una mujer del sur de México, Cristina nació y creció en Estados Unidos viendo cómo trataban diferente a sus padres según su color de piel. Esto la hizo involucrarse desde muy temprana edad en grupos que ayudaban a indígenas de Oaxaca, y a los 24 años fundó su propia asociación para luchar por los derechos de los trabajadores de la construcción.

En 2015 había decidido que su nueva misión sería darle forma al poder político de los 10,8 millones de latinos que viven en Texas, pero la victoria de Donald Trump en 2016 hizo que pusiera un pie en el acelerador y empezara a trabajar en este objetivo más pronto de lo planeado. “El fin de semana después de que ganó Trump estaba cansada de llorar, por lo que organicé un mitin al que pensé que asistirían 200 personas y se presentaron 2.000, así que decidimos usar el evento para iniciar Jolt”, confiesa.

Y en vez de que el discurso xenófobo del actual presidente les causara miedo, los ha impulsado a construir sus mensajes con elementos de la cultura y las tradiciones latinas. De hecho, su campaña más viral hasta ahora ha sido Basta Texas bajo la que el verano pasado organizaron una gran fiesta de quince años afuera del Capitolio de Austin, Texas, para protestar contra la polémica ley SB4 que aumentó los controles a los sin papeles. Quince jóvenes con coloridos vestidos de quinceañera y el puño en alto le dieron un nuevo significado a la tradicional celebración que marca el paso de niña a mujer.

Es el gran valor que le dan a su cultura lo que distingue a Jolt de entre otras asociaciones de su tipo, pues además de organizarse para tratar temas importantes para su comunidad, atraer el registro de votantes latinos y buscar su movilización a las urnas, trabajan en otras iniciativas como el colectivo Artistas en resistencia que está formado por músicos, cineastas, escritores y todo tipo de personas creativas comprometidas en crear arte que documente la vida de este grupo demográfico y su movimiento de resistencia.

“Nos encanta resaltar y mostrar nuestra cultura y nuestros artistas. En muchas de nuestras campañas utilizamos arte latino que le habla a un nuevo electorado al que han pasado por alto por mucho tiempo. También lanzamos campañas en español porque para nosotros el idioma no es una barrera cuando se trata de participar en un compromiso cívico”, explica por correo Antonio Arellano, director de Comunicación de Jolt.

Puede que los resultados de las acciones de la organización no se vean reflejados en las próximas elecciones, pues las quinceañeras para las que van dirigidas muchas de sus campañas no podrán salir a votar sino hasta dentro de un par de años, pero en un Estado donde casi la mitad de los menores de 18 años son latinos podría decirse que la audiencia a la que se enfocan es una apuesta segura para el futuro.

Cristina espera que lo que están sembrando en los jóvenes deje frutos para las elecciones de 2020. “Juntos tenemos el poder de transformar nuestro estado”.