El camino se estrecha

Hay que hacer muchas cosas a la vez pero muchas de ellas son abiertamente contradictorias e incluso incompatibles. El siglo XX fue un tiempo de violencia extrema, de genocidios y guerras gran escala, de destrucción en proporciones industriales. El XXI es el siglo en el que se estrecha el camino de una humanidad pletórica en número y ansiosa por prosperar y salir de la pobreza. Ese camino, finalmente glorioso (recordemos la frase de Deng Xiaoping) y lleno de esperanza, es también cada vez más inquietante. Un mundo de clases medias, ahormadas según los patronos americanos y europeos, es tan dese...

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Hay que hacer muchas cosas a la vez pero muchas de ellas son abiertamente contradictorias e incluso incompatibles. El siglo XX fue un tiempo de violencia extrema, de genocidios y guerras gran escala, de destrucción en proporciones industriales. El XXI es el siglo en el que se estrecha el camino de una humanidad pletórica en número y ansiosa por prosperar y salir de la pobreza. Ese camino, finalmente glorioso (recordemos la frase de Deng Xiaoping) y lleno de esperanza, es también cada vez más inquietante. Un mundo de clases medias, ahormadas según los patronos americanos y europeos, es tan deseable como difícil, tan difícil que algunos lo consideran imposible.

Crecer, salir de la pobreza, emitir menos gases a la atmósfera, disminuir drásticamente la dependencia del petróleo y del gas y cerrar las centrales nucleares son tareas encomiables y además de gran popularidad. Pero no conocemos a nadie que sepa aplicarlas todas a la vez. Podría hacerlo quien propugnara cambiar de la noche a la mañana de formas de vida: bajar radicalmente el nivel de vida, abandonar los automóviles, clausurar la era del consumo y refundar nuestras sociedades y nuestras culturas y hábitos. Pero esto sí que no es popular, ni Europa ni en China. No tenemos más remedio que optar.

Este estrechamiento del camino se ha evidenciado de forma dramática y a la vez civilizadísima en la catástrofe que vive Japón. Pocas regiones de la tierra contemplan tal densidad de población, tal aprovechamiento de los recursos naturales y a la vez tal preparación e inteligencia tecnológicas. Todo esto se hace todavía más imprescindible cuando un fenómeno natural incontrolable como un terremoto marino de la escala nueve golpea cerca de sus costas, provoca millares de muertos, destruye millares de viviendas e infraestructuras, y desencadena uno de los accidentes nucleares más graves de la historia de este tipo de energía. Hay que notar, dentro del caos que genera una megacatástrofe, el buen funcionamiento del ejército, bomberos, equipos de rescate y, sobre todo, el comportamiento ejemplar de sus ciudadanos, en las antípodas de nuestras ideas más comunes sobre la ruptura del orden social que se produce en las guerras y en los desastres naturales. De hecho, es una demostración de la fuerza del vínculo ciudadano y social que une a los japoneses y de su alta cultura cívica.

Es obvio, que si no tomamos otro camino ahora desconocido, el único que tenemos se irá estrechando, y deberemos reflexionar sobre la reacción japonesa ante su catástrofe para entender cómo debemos organizarnos para atender en el futuro a tantas tareas incompatibles. El siglo XXI requerirá el nivel de civilización japonés para resolver las situaciones trágicas en que nos va a situar este estrechamiento de opciones. Ahora sí hemos ingresado de pleno en la sociedad de riesgo, en la que la única posibilidad que se nos permite es escoger civilizadamente y con los mejores niveles de consenso los niveles de riesgo que queremos asumir respecto a cada uno de los futuros inquietantes que tenemos a la vista.

Comentarios

El Futuro no será como el Pasado.Será peor.Quiero decir, no como el pasado reciente; jamás regresaremos al insolente consumismo de 2006.Pero podemos regresar a 1941. O a 1900.Recomiendo informarse de cómo se vivía en España en 1900.
No me gusta este artículo porque disfraza como verdad lo que no deja de ser una opinión personal del autor, en particular la asunción de que no podemos vivir sin energía nuclear. Yo me pregunto, ¿y si hace 50 años hubiéramos apostado por las energías renovables no podrían ya hacer frente a todas las necesidades energéticas del planeta? ¿Por qué retrasar esa decisión 50 años más?
Excelente artículo, que deja muy claro que podemos vivir perfectamente sin energía nuclear, pero que eso no supondrá que vivamos en un mundo perfecto y feliz, en la arcadia verde. No, si queremos alternativas y ningún C02 habrá que construir muchas lineas de alta tensión (pues las viejas están pensadas para las altas ubicaciones de generación), muchos parques eólicos de alta mar, grandísimas y numerosas instalaciones de almacenamiento de energía para garantizar la continuidad de suministro (los primeros proyectos ya suscitan grandes protestas ecológicas), por no hablar del encarecimiento de los alimentos y la posible tala de bosques que producen los combustibles biológicos (como el diese biológico, ese que incorpora al diesel etanol obtendio de plantas como la soja), etc., etc. En cuanto a la alternativa de cambiar los patrones de consumo para reducirlo de manera drástica y ajustarlo incluso a los horarios de generación, conseguirlo en libertad es imposible y si se impone por la fuerza solo funcionaría a corto plazo, pues la naturaleza humana es incluso más rebelde que el resto de la naturaleza. Esto es, hay soluciones, pero requieren que desde el lado ecologista radical también se pase del no a todo al realismo. Lo que también parece muy difícil, pues el ser humano es como es.
A lo largo de la historia la humanidad ha tomado decisiones acertadas y otras equivocadas, términos relativos que en cualquier caso dependen de la persona que la tome. Si esta persona es un político, como gestor del día a día, es muy probable que se equivoque. Si lo toma un sabio visionario acertará. Y lo que dicen los sabios es que el futuro es renovable o no es, salvo que sea el primo de Rajoy ese "sabio" que si tiene tanto desparpajo como el político, más que sabio es un listo.
Estimado Lluís, dando por supuesta tu buena fe al escribir este artículo, detecto varios concepto muy poco o nada contrastados (o tal vez falta de buena información). Sólo voy a hacer mención a uno, aunque hay más. Dices literalmente (copio y pego)"Contar con independencia energética, que no nos infeude a Estados chantajistas, como sucede con muchos países petroleros y gasistas, supone depender todavía de la energía nuclear" UNA PREGUNTA AL RESPECTO, ¿Cuántos de los 150 USD que cuesta el barril, se deben a la especulación de los mercados de futuros? Mercados que están en occidente mayormente, Lluís. ¿Por qué esos mercados compran con una anticipación de 90 y 120 días el petróleo que aún no se ha extraido? ¿En cuanto repercute éso en el precio? ES MUY FÁCIL ECHARLE LA CULPA AL DE LA CHILAVA O AL DEL PONCHO CARIBEÑO Y "OLVIDARSE" DEL PIRATA DE CUELLO Y CORBATA DE LA CITY. Que tengas buen día Lluis, y que te informes un poco mejor.
Podemos afrontar un mundo sin energía nuclear, pero para eso tenemos que ser valientes y decididos, si lo intentamos encontraremos soluciones (recordar que los grandes avances de la humanidad se han dado en momentos de crisis y extrema necesidad, en el pasado principalmente grandes guerras). Y tenemos que aceptar que hemos de mutar nuestro modo de vida, cuanto más tardemos en hacerlo más doloroso y dificil será. ¿Cuantas catastrofes nucleares más y cuantos muertos por radiación hay que poner sobre la mesa para tener la voluntad suficiente?.
Energía nuclear: posiblemente la energía más cara y a la vez menos querida del mundo. Cara, sí, porque en la cuenta que hacen deben añadir no solo los picos de producción sino también los agujeros que acaecen cada vez que hay un susto. Por no hablar de lo que cuesta una central que se va al garete, con lo que cuestan levantarlas.
Por lo demás, nuestro nivel energético de vida nos va a matar más o menos temprano.
Creo que sí es posible crecer contaminando menos, fomentando las energías renovables. De hecho, en Europa está previsto que lleguen al 20% en 2020, lo cual se antoja un objetivo poco ambicioso a la vez que difícil.. Pero no imposible: Depende de los gobiernos.Pero lo que no depende tanto de los gobiernos es el replantearnos cada uno qué es crecer. Yo me pregunto: ¿comprarme un coche grande que no necesito realmente es crecer? Creo que ante ese "estrechamiento del camino" que comenta Lluís se impone un ensanchamiento de la mente. Es el momento de pensar y de tener una actitud crítica con el consumo. Y, por supuesto, de repartir la riqueza para que los demás puedan crecer con cabeza.
En realidad, en el artículo y en toda la ortodoxia actual del "mapa energético" hay una clamorosa ausencia y una presencia injustificada.La solución o, mejor dicho, la variable sin la que la solución no es posible, es el carbón. La presencia injustificada es el cambio climático.Es en el carbón donde se encuentra la mayor parte de una reserva de hidrocarburos convertible en gas o líquidos con tecnologías que datan de la segunda guerra mundial y cuya economía hace tiempo que fue viable a la luz de los precios actuales del petróleo. Sin embargo, las emisiones de CO2 y su supuesta influencia en el cambio climático han llevado a que nos olvidemos de que la mayor parte de los hidrocarburos del planeta están distribuidos de forma razonablemente homogénea y son más baratos que el petróleo.Si el carbón, con tecnologías mejoradas de utilización, nos da 100 años de plazo para desarrollar la energía solar o la eólica hasta niveles en que resulten competitivas frente a las antiguas centrales térmicas y nos cubre la demanda de gas y petróleo (ninguno de los dos agotados, por el momento, pues se supone que al menos quedan 50 años de ambos) igual no hay problema alguno para mantener los costes de energía a niveles en que la actividad industrial sea posible y se pueda evitar el empobrecimiento de la población.
Algo va mal.
"Un mundo de clases medias", pues ya me dirá usted de dónde las saca porque cada vez las clases medias son menos medias.
Nunca volveremos al pasado, actualmente es imposible. Así que es mejor dejar los brindis al sol del tipo "si hace 50 años hubiéramos..." o "si volveremos a como se vivía en 1900...". Estoy de acuerdo con el autor. Yo siempre he sido (desde hace más o menos 25 años, cuando tenía 19) contrario a la energía nuclear, pero la realidad hoy en día es muy diferente: la energía nuclear forma parte de nuestra vida, lo queramos o no. Y hablar de reducir el consumo energético (y, consecuentemente, el bienestar diario de los ciudadanos, de todos nosostros) para dejar de depender de ella es, simplemente, imposible e inabordable, utópico, al menos en España (ya hemos visto cómo reaccionamos los ciudadanos con las restricciones como las de fumar o la de los 110 km/h). Y, lo peor, a nuestros políticos les falta valor para mirarnos a los ojos y decirnos la verdad. No es que crea que son todos unos corruptos con intereses, es que les falta valor para Gobernar (tal vez sea que a nosotros nos falte también valor para aceptar la situación en la que vivimos... hoy, no hace 50 años). Les falta valor para dejar de estar influidos por empresas gasísticas y lobbys nucleares, y les sobre temor a perder votos o a molestar a los verdes. Les falta un discurso tan comprometido como realista:"señores ciudadanos, hay que aguantar 10 años más con la energía nuclear" (o 5, o 15, o 20, no tengo ni idea, yo no soy ni el político ni el experto), para continuar diciendo: "y, en esos años, vamos a implementar una tecnología energética no contaminante o de bajo nivel de contaminación y alta eficiencia. Y mientras tanto, para evitar problemas por la búsqueda desmedida de la rentabilidad y el beneficio por encima de la seguridad y el control, el Estado va a pasas a gestionar toda la energía nuclear (nacionalizando su explotación). Es una pena, pero esto no lo oiremos nunca. Un saludo a todos (Gabriel López).
Dada la contumaz ceguera y resistencia del consumista español a entender que se acabó la orgía, deberíamos cambiarle el nombre al país por "Panglossia", ya saben, del filósofo Pangloss del Candide de Voltaire (libro prohibidísimo de leer en España siempre) que vivía en el mejor de los mundos posibles -y cuyo nombre significa "todo bla-bla".Por supuesto que se puede obligar a la gente a cambiar de costumbres, sea por la razón o recurriendo a la fuerza, al monopolio de la fuerza por el Estado.Cuando Kemal Ataturk -el general que derrotó a los ingleses en Gallipoli, que salvó a Turquía cuando tras la 1ª Guerra Mundial era despedazada por Francia, Inglaterra y Grecia, literalmente comida por ellos- y modernizó al país, cambiando el alfabeto árabe por el occidental y entre otras medidas prohibió el uso del fez, símbolo de la odiosa monarquía turca.La gente se lo tomó a cachondeo, siguió llevando fez.Al día siguiente, tras orden del presidente Kemal, turco que encontraba el ejército llevando fez, lo ahorcaban del árbol más cercano. Rápida proliferación de sombreros en Turquía.Brutal solución, eh bien pensantes?Aún más brutal será la de la Naturaleza con los habitantes de Panglossia.
Podemos hacer las cabalas que queramos, pero a este ritmo de crecimiento de la poblacion mundial no cabemos, y de forma digna, mucho menos. El crecimiento acelerado de la poblacion mundial produce mas requerimientos energeticos, alimenticios, de infraestructuras... En un mundo finito todas esos requerimientos terminan siendo imposibles de satisfacer. Como dice el sr. Bassets, el mundo se estrecha ¿Por qué no entonces un mundo ancho?Imaginad un mundo con, por poner una cifra, 2000 millones de personas. ¿No tendríamos la capacidad de crear condiciones dignas para todos ellos en las condiciones actuales? ¿Por qué no establecer un determinado control de natalidad que nos diferencie a nosotros de las plagas de langostas, que se reproducen sin control hasta que han esquilmado los recursos? ¿La respuesta es el sistema económico reinante, que no puede subsistir sin crecimiento de población? Pues ya tienen mi parecer respecto al sistema económico dominante. Necesita una revisión.
Estimado Armando Bronca, dices: "Brutal solución, eh bien pensantes? Aún más brutal será la de la Naturaleza con los habitantes de Panglossia." Pensé, iluso de mí, que desde Rouseau habríamos evolucionado algo; pero tengo la sensación de que o bien no lo suficiente, o bien no los necesarios. Simplemente me gustaría recordarte que la facultad de razonar de que en ocasiones hace gala la especie humana, y que nos permite a los humanos (o, al menos, a algunos) negociar, llegar a acuerdos y firmar contratos (incluso sociales... ¡y políticos!) no es aplicable para con la naturaleza. Como tampoco es aplicable a la naturaleza términos como razonable o negociar. Por eso, dejemos a la Naturaleza en paz, y que haga lo que el devenir, la entropía, o quien o lo que sea le dicte; y dediquémonos a analizar y ejecutar mejoras factibles, eficaces y sostenibles, para así cuidar el suelo que pisamos, el aire que respiramos y el bienestar que disfrutamos, intentando compartirlo (en justa simbiosis, sin necesidad de caridad) con el resto de la Humanidad. Un saludo (Gabriel López)
"Crecer con cabeza", valorar cuantas cosas que el mercado ofrece son prescindibles y sobre todo mirar a lo local, a como acercar la produción alimenticia,a como encontrar placer en cosas pequeñas. El final del XIX y principios del XX, fueron el momento de los grandes imperios coloniales y de las grandes Exposiciones Universales. Estos días los levantamientos en los países árabes contra el orden poscolonial occidental, luchan por mirarse y ser vistos de otra manera; parece que a la vez se hace necesario imaginarnos todos de otra manera, creciendo "con cabeza" pero no solo a nivel de consumo sino fomentando riquezas personales renovables y compatibles. ¿las nuevas tecnólogias de la comunicación ofrecen otras formas de ser y estar?
"Sentido cívico japonés". Otras naciones altamente cívicas: Suiza y Dinamarca. ¿Que tienen en común? Política inmigratoria muy restrictiva. No dar la nacionalidad a nadie de fuera. Da igual de donde sean los inmigrantes, nosotros podemos ser los inmigrantes, pero es necesario ese vínculo, instintivo, con los que son como tú, actuan como tú. En fin, que dentro de todo lo encomiable de Japón, se esconde algo muy antiutópico (y de Suiza y de Dinamarca).
Así da gusto en el blog. Que es que lo otro parecía una sucesión de descalificaciones sin ton ni son
Intente conseguir Ud la nacionalidad de Arabia Saudita o de Dubai entre otros ejemplos de países de viles retrasados. El problema es simplemente de fallo de la función policial del Estado de Panglossia.Tomemos por ejemplo el caso de los famosos albanokosovares que depredan entre nosotros. Internarlos a todos en Campos de Concentración y una vez identificados, su DNA archivado y otras medidas de Policía Científica, expulsarlos inmediatamente, salvo a los que hayan cometido otros delitos, esos al juez, etc.En todo aspecto los fallos judiciales y policiales son escandalosos en Panglossia.Se podría empezar al menos por obligar a los funcionarios judiciales a ir a trabajar. Se comen pocos ñoquis en España pero está el país lleno de ñoquis.
Cada día al alba, somos concientes de la complejidad que deberemos gestionar. Esa es la primera toma de decisiones que debemos resolver. Y desde la posición individual accedemos a la colectiva. No basta confiar en aquellos que gobiernan la elección, incluida la del consumo energético, la de la emisión de gases de efecto invernadero o de la exigencia de gobernanza exquisita a quienes gobiernan los territorios. Y cuando somos conscientes de la necesidad de una implicación personal, y de la exigencia de la corresponsabilidad a nuestros conciudadanos, la mirada al Japón, a pesar de todo, no genera una total desconfianza en su capacidad para afrontar el reto, sino todo lo contrario: nacerá un nuevo Japón. En este punto, conocemos que otras colectividades han elegido trabajar en favor de una gestión correponsable con la sostenibilidad en todos sus tramos: las smart cities, las ciudades inteligentes, etc. El camino existe, lo que necesitamos es emular a quienes lo están haciendo bien. http://tapasclam.com/2011/03/16/emulacion-me-lo-apunto/
Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
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