¿Teme Israel a las democracias árabes?

Hay una pregunta que muchos se formulan, pero pocos osan plantear en público y todavía menos responder. ¿Pone en peligro la seguridad de Israel la actual revolución árabe en marcha? La respuesta es afirmativa si escuchamos las declaraciones del actual Gobierno, alarmado por una eventual ruptura del Tratado de Paz con Egipto, y si tenemos en cuenta también las gestiones para apuntalar a Mubarak y sobre todo garantizar que Estados Unidos seguirá apoyando incondicionalmente a Israel, sea cual sea la evolución política que se produzca en Oriente Próximo.

De momento no es Israel quien dir...

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Hay una pregunta que muchos se formulan, pero pocos osan plantear en público y todavía menos responder. ¿Pone en peligro la seguridad de Israel la actual revolución árabe en marcha? La respuesta es afirmativa si escuchamos las declaraciones del actual Gobierno, alarmado por una eventual ruptura del Tratado de Paz con Egipto, y si tenemos en cuenta también las gestiones para apuntalar a Mubarak y sobre todo garantizar que Estados Unidos seguirá apoyando incondicionalmente a Israel, sea cual sea la evolución política que se produzca en Oriente Próximo.

De momento no es Israel quien directamente se dedica a promover la democracia, aunque mucho puede hacer en el futuro para echar una mano. Y si atendemos a las primeras encuestas, no parece que los egipcios estén por romper el tratado de paz ni que el islamismo radical esté en auge, al contrario. La ola democrática, que alcanza en una medida mayor o menor a todos los países desde el Atlántico hasta el Golfo Pérsico, abre un horizonte más claro y seguro para Israel, si los israelíes saben encarar este cambio político adecuadamente.

La teoría nos ha dicho hasta ahora que no hay guerras entre democracias. Demos, pues, la bienvenida a las democracias árabes. La demografía nos dice que entre el Mediterráneo y el Jordán habrá una mayoría árabe dentro de pocos años. ¿A qué esperan, pues, los israelíes para hacer la paz? Lo que necesitan cuanto antes es la creación de un Estado palestino democrático, que será la garantía más sólida y más estratégica para que Israel siga siendo también un Estado judío democrático y seguro.

La pregunta inicial esconde otra: ¿favorece la actual revuelta al proceso de paz y a los palestinos? Se puede responder con otra pregunta: ¿no habría sido mejor llegar a este punto con el acuerdo de paz ya cerrado? El único Israel que teme a la democracia árabe es el de los colonos intransigentes, el de la limpieza étnica y el de la limitación de derechos a los ciudadanos árabes. Serio problema: ¿no es acaso el del actual Gobierno? Veremos qué hacen.

Comentarios

He seguido muy atentamente estos días cómo vivían los principales rotativos israelíes los cambios que se están produciendo en el mundo árabe. Tanto en el derechista Jerusalem Post como en el ultra Yediot Ahronot evidentemente gana por mayoría el recelo -cuando no directamente rechazo- por un proceso que creen llevará a Egipto a cargarse la duradera paz con Israel. Pero también es cierto que en el progresista Haaretz desde el inicio de los movimientos revolucionarios se ha posicionado claramente a favor de que el gobierno israelí haga pasos firmes y por avanzado no sólo en el reconocimieento del nuevo status quo que en Egipto pueda surgir sino también en promover una auténtica, rápida y certera negociación con los palestinos. La postura oficial, sin embargo, como bien dices, no es esa. Tampoco no es extraño conociendo a Netanyahu.No he estado en Palestina desde hace más de diez años, cuando todavía estaban vigentes los acuerdos de Oslo. Pero ya entonces, para alguien extraño como yo que creía en que todo iba por buen camino, la realidad te golpeaba duramente en toda la cara, al conocer cuáles eran las políticas urbanísticas en Jerusalén Este con respecto a los domicilios de la población palestina o cómo iban avanzando sin pausa y sin disimulo los asentamientos de colonos en las colinas de Cisjordania, colonias conectadas a Israel por modernas y exclusivas carreteras.Desde entonces he ido comprobando a través de organizaciones israelís como Peace Now o Yesh Din el avance en toda regla de la colonización de Cisjordania (el West Bank, como lo llaman ellos).El tiempo hasta el momento ha jugado siempre a favor de Israel, sobre todo por el contínuo apoyo de los Estados Unidos y porque los acuerdos de no agresión con las dos autocracias próximas (Jordania y Egipto) se lo permitían. Negociaciones reales con los palestinos, en donde se discutieran los temas realmente transcendentales del conflicto (retorno de refugiados, capitalidad de Jerusalén, descolonización auténtica de Cisjordania no sólo de la población sino del control de los pozos de agua y otros recursos energéticos), todo ello ha quedado siempre en el aire. Y mientras, la política de facto de la demócrata Israel ha sido conseguir una posición lo más dominante posible en Cisjordania, permitiendo el progresivo aumento de la población judía más ultrasionista en la zona para que, llegado el momento en que la creación del estado palestino sea imposible de evitar, en las negociaciones de su instauración le sea igualmente imposible al nuevo estado el total desmantelamiento de los asentamientos y la consiguiente expulsión de los centenares de miles de colonos.Pero todo ello ha sido hasta el momento. A partir de ahora, cambia la situación alrededor de Israel y muy probablemente, el gobierno de Netanyahu se verá obligado a promover algún acuerdo de más calado con quienes de momento y de manera contínua simplemente han ido tragando. Veremos qué pasa. Hay sin duda mucha tela que cortar.
No nos podemos permitir un segundo Irán, parecen gritar los judíos intransigentes, amantes de la dictadura que más calienta. Menos mal que no hay en juego un segundo Israel, pues en tal caso sí que no sé si nos lo podríamos permitir.
CLARO QUE TEME y creo que la idea es justamente esta -CAMBIA TODO PARA NO CAMBIAR NADA, es una politica inteligente, propia de aquellos juegos de laberintos que imparten para aquellos alumnos super cerebros de Harvard jugar para encontrar salidas, o sea, dan una idea de debilidad tanto de los Estados Unidos como del regimen de Mubarak, para que Israel se quede calladito mientras y perfil bajo, mientras el mundo reconoce el Estado Palestino - cuando pasen las tormentas todos despertaremos con ambos Estados, tal como decidio la ONU, hace muchos años atras - y creo que esta bien!! veremos como mantienen el orden para preservar el petroleo, digo, la paz de la region.
Estimado Lluís, con la caida de dictaduras de todo corriente política, tu crees que ya es necesario que terminen tambien en el mundo las monarquias, reinados y principados. Es necesario que las naciones que tienen este tipo de representaciones abdiquen o vaquen en sus funciones porque son una carga para el presupuesto de las naciones. No crees que ya son caducas, rancias y demasiado añejas estos personajes que viven en opulencia sin ningún beneficio para los pueblos.
SI POR UNAS ELECCIONES LIBRES TOMA EL PODER UN GOBIERNO ISLÁMICO RADICAL COMO EL DE IRÁN ¿¿SERÁ ESO UNA DEMOCRACIA ÁRABE?? NO!! SERÁ UNA DICTADURA!! Pues a eso teme Israel, NO A LA DEMOCRACIA!!!
Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
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