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Las familias de tres colegios piden al Ejecutivo de Ayuso que intervenga ante el Ayuntamiento para impedir el cantón de Montecarmelo

Las AMPAS, que representan a 4.000 alumnos, reclaman al consejero de Educación que rechace la decisión del Consistorio

Las Asociaciones de Madres y Padres de tres colegios del barrio de Montecarmelo se han unido para reclamar a la Comunidad de Madrid, que preside Isabel Díaz Ayuso, que intervenga contra la decisión del Ayuntamiento de la capital de colocar allí un cantón de basura y una base del Servicio de Limpieza Urgente (Selur). Lo han hecho a través de tres escritos, uno por cada centro, dirigidos al consejero de Educación del gobierno regional, Emilio Viciana. En ellos exponen la “gran alarma social” que ha generado la instalación de la infraestructura entre aquellos que llevan a sus hijos a estudiar a e...

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Las Asociaciones de Madres y Padres de tres colegios del barrio de Montecarmelo se han unido para reclamar a la Comunidad de Madrid, que preside Isabel Díaz Ayuso, que intervenga contra la decisión del Ayuntamiento de la capital de colocar allí un cantón de basura y una base del Servicio de Limpieza Urgente (Selur). Lo han hecho a través de tres escritos, uno por cada centro, dirigidos al consejero de Educación del gobierno regional, Emilio Viciana. En ellos exponen la “gran alarma social” que ha generado la instalación de la infraestructura entre aquellos que llevan a sus hijos a estudiar a esa zona porque van a tener allí una planta con 117 vehículos de limpieza. Una preocupación que se ha incrementado especialmente después de que dos personas hayan sido atropelladas por camiones de basura en Madrid en la misma semana de octubre.

Los escritos han sido impulsados por las AMPAS de los colegios Santa María la Blanca, Antonio Fontán e Infanta Leonor. Entre los tres centros educativos suman cerca de 4.000 alumnos. La cuarta escuela del barrio, el Colegio Alemán, no se ha sumado a esta demanda, pero mantiene su propia batalla independiente contra el cantón a través de los juzgados.

Con sus misivas, las tres AMPAS solicitan al consejero “velar por la salud y bienestar de los alumnos de centros educativos en la Comunidad de Madrid evitándoles riesgos futuros, instando a esa administración local a que reconsidere esa ubicación para su proyecto futuro, y ubique estas instalaciones [las del cantón y la base del SELUR] en otro lugar que no esté próxima a centros escolares”.

Entre los argumentos que dan para respaldar su exigencia está que, según el proyecto del Consistorio, entre los dos emplazamientos destinados a manejar basura sumarán 10.000 metros cuadrados de superficie. Es algo así como un campo de fútbol y medio ubicados en un fondo de saco en pleno corazón del barrio. Además, exponen, dentro de ambos recintos habrá un total de 117 vehículos de limpieza, de los cuales 80 serán maquinaria pesada, y 300 trabajadores en tres turnos que estarán operando las 24 horas del día.

Son los mismos argumentos que llevan dos años dando tanto la Asociación de Vecinos de Montecarmelo como la Plataforma No al Cantón. Pero, aunque consiguieran su objetivo, ya nada volvería a ser como antes. Desde la pasada primavera entraron en la zona excavadoras y operarios con motosierra, subcontratados por la empresa encargada de construir el cantón, y talaron los árboles de un área que, hasta entonces, era usada como zona verde por los residentes del barrio. No cortaron todos los ejemplares, y otros fueron trasplantados a una zona aledaña, pero no sobrevivieron al proceso.

La decisión de elevar el asunto a la Comunidad de Madrid suma presión sobre un asunto ya de por sí caldeado. Los tres partidos de la oposición municipal llevan tiempo oponiéndose a una apuesta del alcalde, José Luis Martínez-Almeida, de construir las instalaciones de limpieza en el lugar. Vox llegó a pedir la dimisión del concejal de Urbanismo, Borja Carabante, por este asunto en un pleno municipal de mayo y consiguió el apoyo de PSOE y Más Madrid. Esta cuestión en particular es de las pocas que ha hecho que se ponen de acuerdo el partido más a la derecha del espectro político madrileño y los dos de izquierdas.

Tanto Vox como la izquierda argumentan que hay alternativas “viables” para ubicar el cantón de limpieza y la base del SELUR lejos de viviendas y centros educativos, algo que Carabante niega cada vez que se lo reprochan y alude a los informes de los técnicos municipales.

Pero no todo el asunto se mueve en el plano político. Las asociaciones vecinales de los barrios del norte de Madrid también han llegado a un consenso sobre dónde creen que debería ubicarse el cantón para ser lo menos molesto posible y seguir siendo compatible con los parámetros de proximidad a las zonas sobre las que tendrá que actuar. Esa parcela está en el barrio de Las Tablas, a menos de un cuarto de hora en coche de la zona de Montecarmelo sobre la que el Ayuntamiento lo proyecta ahora, en un lugar en el que solo hay otras instalaciones industriales y un cuartel militar.

Pero el golpe más duro para el proyecto no ha llegado ni desde el salón de plenos ni desde la asociaciones vecinales, sino de los tribunales. El pasado abril, el Juzgado número 9 de lo Contencioso-Administrativo de Madrid dictó una sentencia contra el cantón tras acceder al proyecto del Ayuntamiento y considerar que, al contrario de lo que defiende el Consistorio, se trata de una instalación industrial. Para ese tipo de obras, es necesario hacer previamente un estudio de impacto ambiental en el que se recoja cómo va a afectar no solo al medio ambiente, sino a las residencias y colegios cercanos.

Cuando se comunicó esa resolución a las partes, el delegado de Urbanismo adelantó que el Ayuntamiento recurriría la sentencia. Como el juez no interpuso medidas cautelares, los trabajos han continuado. Pese a que cada vez se abran más frentes contra el Consistorio, el proyecto del cantón no ha dejado de avanzar.

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