Nacho Cano volverá el 15 de septiembre con su espectáculo ‘Malinche’ pero “sin becarios”

El proceso judicial, en el que está imputado el exmiembro de Mecano por un presunto delito de favorecimiento de la inmigración irregular y contra los derechos de los trabajadores, sigue su curso

El productor musical Nacho Cano durante la rueda de prensa del pasado 9 de julio de 2024 tras ser acusado y detenido por un presunto delito contra los derechos de los trabajadores extranjeros.Ricardo Rubio (Europa Press)

Pese a encontrarse inmerso en un polémico proceso judicial, vuelve Malinche, el espectáculo de Nacho Cano a Madrid, pero ahora “sin becarios”, según fuentes del entorno del productor musical. El próximo 15 de septiembre está previsto que se reabran, en su tercera temporada, las puertas de la carpa del recinto ferial de Ifema que envuelve la propuesta musical del excomponente de Mecano. Su imputación, el pasado 30 de julio, tras ser acusado de un delito de “favorecimiento de la inmigración irregular y contra los derechos de los trabajadores” al contar con supuestos “becarios” mexicanos sin permiso de trabajo en España en su espectáculo, sigue su curso en el juzgado número 19 de plaza de Castilla dirigido por la magistrada María Inmaculada Sánchez. Otras tres empleadas de su productora están también imputadas por los mismos delitos.

Los 17 becarios abandonaron España el 31 de agosto, tras interponer varias denuncias contra las actuaciones policiales en el desarrollo de la investigación. Los estudiantes habían sido citados a declarar el pasado 29 de agosto, pero su comparecencia fue suspendida ante la dificultad de localizar a Roxana García Drexel, una de las principales imputadas por ser quien coordinaba el chat de WhatsApp en el que se les daban las instrucciones a los “estudiantes”. Su ausencia “impedía que se garantizara “la posibilidad de contradicción entre las partes”, según se explicaba en el auto del juez. Es posible que los becarios tengan ahora que declarar por videoconferencia desde México.

La detención de Nacho Cano el 9 de julio pasado en Madrid, junto a su “directora de operaciones”, García Drexel, destapó la denuncia interpuesta el 11 de enero por una de las becarias que formaban parte del elenco de artistas de su espectáculo. Lesly Guadalupe Orellana, de 28 años, explicó en su denuncia y, posteriormente en algunos programas de televisión, las condiciones en las que habían llegado a España y en las que se encontraban en la capital. Fue en la comisaría de distrito centro donde realizó su denuncia y, por tanto, la encargada de la investigación que concluyó que los supuestos becarios “habían entrado en España camuflados como turistas en seis vuelos distintos desde Guadalajara (México)”, que les dijeron “que llevasen una guía de Madrid en la mano para hacerlo más creíble”, pero la condición de turistas solo les permitía estar en España un máximo de 90 días, según la Ley de Extranjería.

A los dos meses de estar en Madrid, solicitaron el visado de estudiante, según explicó el propio abogado de Cano, pero la Delegación del Gobierno de Madrid, competente en la materia, se lo denegó en el mes de mayo, “porque no acreditaban que estuviesen realizando ninguna clase de estudios homologados”. El recurso presentado por los abogados de Cano ante esa primera resolución fue rechazado de nuevo por la Delegación por idénticas razones en julio. Es decir, los supuestos “estudiantes en prácticas” carecían tanto de visado de estudios como de contrato de trabajo.

Al mismo tiempo, los agentes comprobaron que los supuestos becarios “ensayaban 10 horas diarias, de lunes a sábados, para poder participar en el espectáculo, vivían en un hostal del centro en habitaciones compartidas de cuatro o cinco personas, tenían solo un menú de 10 euros al día pagado (siempre en el mismo restaurante), y les daban una paga de 20 euros el fin de semana y 300 al mes, que posteriormente subieron a 500. Si querían ganar más debían trabajar en el bar Canalla, a la salida de la función. Tras tomarles declaración a todos ellos, concluyeron que desconocían su situación irregular en España. “Estaban engañados”, según los agentes.

La respuesta de Nacho Cano ante las acusaciones no se hizo esperar y, horas después de quedar en libertad tras su detención, convocó a la prensa. Acusó a la policía de “criminal”, aunque posteriormente matizó sus declaraciones para no hacerlas extensibles a todo el cuerpo, y se presentó como víctima de una persecución política por su amistad con la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. La presidenta salió también al día siguiente defendiendo la teoría conspirativa de su amigo, acusando de “estalinismo” al Gobierno de Pedro Sánchez y avalando su inocencia en el asunto.

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En su auto de imputación, la jueza recoge también que la empresa Malinche se hacía autotransferencias con el concepto del pago de las becas, que remuneraba a los mexicanos por debajo de convenio y que estos tuvieron que recurrir a familiares y ahorros para subsistir en Madrid. Según la jueza, el grupo empezó a ensayar junto con el resto de bailarines al día siguiente de aterrizar en Madrid y acabó formando parte del elenco de Malinche. “Dirección me dice que esta semana actuáis todos los días: miércoles, jueves, viernes, sábado y domingo”, reza otro de los mensajes enviados al grupo de Whatsapp. Esta tercera temporada no actuará ninguno.

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