Investigado un profesor de un colegio privado de Boadilla por grabar a niñas de 12 años desnudas en dependencias del centro

Un profesor del colegio privado Virgen de Europa, de Boadilla del Monte (Madrid), de iniciales A. M. y que impartía la asignatura de Artes, está siendo investigado por un delito de tenencia de pornografía infantil, según han confirmado a este diario fuentes judiciales y de la Guardia Civil. Las víctimas son “más de una decena de niñas” de entre 11 y 12 años ―6º curso de Primaria― a las que supuestamente grabó en vídeo con una cámara oculta en ropa interior, mientras se cambiaban para las clases de Educación Física. El caso, ...

Un profesor del colegio privado Virgen de Europa, de Boadilla del Monte (Madrid), de iniciales A. M. y que impartía la asignatura de Artes, está siendo investigado por un delito de tenencia de pornografía infantil, según han confirmado a este diario fuentes judiciales y de la Guardia Civil. Las víctimas son “más de una decena de niñas” de entre 11 y 12 años ―6º curso de Primaria― a las que supuestamente grabó en vídeo con una cámara oculta en ropa interior, mientras se cambiaban para las clases de Educación Física. El caso, avanzado este lunes por la Cadena SER, está en manos del juzgado de instrucción número 5 de Móstoles, que dictó una orden de alejamiento del centro contra el docente. Según fuentes de la investigación, el hombre, que está en libertad provisional y suspendido de sus funciones, llevaba presuntamente una década grabando a menores, ya que entre el material intervenido hay imágenes de niñas escolarizadas en el Virgen de Europa hace 10 años.

El colegio trata de mantener este lunes la normalidad, a pesar de que las cámaras se agolpan en la verja de acceso a la hora del recreo, entre las doce y las doce y media de la mañana.

―¿Por qué están grabando?

―Porque somos el mejor cole.

Se oyen las risas y gritos de los alumnos de Infantil. Unos pocos familiares se han acercado a recoger a los niños, aunque las clases no terminan hasta las 16.45. La mayoría se mueve entre la discreción y la cautela y prefiere no hacer declaraciones o afirma no saber mucho más de lo conocido hasta ahora. “No podemos, no podemos hablar”, se disculpa un trabajador. Patricia Fernández, una de las madres, recuerda que, como el resto de familias, se enteró en julio. “Fue un shock, no te lo esperas. Pero el colegio actuó muy rápido y nos avisaron pronto”, afirma. Tiene una hija de nueve años y reconoce que, entre los progenitores, el miedo ahora es que las grabaciones fueran difundidas por internet. “Por lo que me han dicho los padres, ninguna de las niñas ha vivido nunca una insinuación por parte del profesor”, añade.

“Yo solo quiero proteger a mis hijas”, dice otra mujer, que prefiere no dar su nombre por cercanía a una de las familias afectadas y que admite haber pensado incluso en sacarlas del colegio. Desde que se enteró, no sabe qué hacer: “La sensación es de aturdimiento total. Hoy me he levantado otra vez con todo esto en la cabeza”.

La investigación arrancó en junio, cuando un vecino de Villanueva del Pardillo, donde vive el profesor, encontró tirado en la calle un dispositivo de almacenamiento digital. Al ver su contenido, archivos pedófilos con menores en ropa interior, lo entregó en el cuartel de la Guardia Civil de San Lorenzo de El Escorial. Los agentes determinaron que eran alumnas de Primaria del Virgen de Europa, ya que era el logotipo que aparecía en la ropa, y que las imágenes habían sido grabadas en sus dependencias. Según fuentes de la investigación, el imputado convencía a las menores para que se cambiaran en su despacho porque había problemas con la temperatura en los vestuarios. Un portavoz del colegio ha aclarado a este diario que no se trata de un despacho personal, sino de la sala o estudio de audiovisuales, donde había dispositivos que usaba habitualmente el profesor para grabar vídeos y películas con los alumnos. “Era su lugar de trabajo”, indica el portavoz.

“Un arsenal” de imágenes

A finales de junio, la titular del juzgado de instrucción número 5 de Móstoles dictó una orden de registro del centro, que abarca de Infantil a Bachillerato. Los agentes se llevaron el ordenador del maestro, que contenía varias unidades de almacenamiento. Después, el profesor fue citado en el cuartel, donde fue detenido y puesto a disposición judicial. La magistrada lo interrogó y decretó su libertad provisional con medidas cautelares: retirada del pasaporte, obligación de comparecer ante el juzgado y orden de alejamiento del centro.

De momento, precisan fuentes judiciales, está acusado de tenencia de archivos de pornografía infantil, es decir, de pedofilia, no de pederastia. “Se está investigando si, además de tenerlos, los fabricó, difundió e incluso comercializó”, indican las mismas fuentes, por lo que, conforme avancen las pesquisas, le podrían ir imputando más delitos. “Estamos en una fase absolutamente inicial”, aclaran. Según fuentes de la investigación, el profesor guardaba imágenes actuales y otras de hasta hace 10 años, por lo que puede tratarse de un delito de producción de pornografía infantil continuado.

Los archivos incautados son tantos ―”un arsenal”, según fuentes judiciales― que la Policía Judicial de la Guardia Civil no ha podido aún analizarlos todos. Los agentes tratan de averiguar si los vídeos eran para consumo propio o se distribuían en redes de pedofilia nacionales e internacionales. Fuentes judiciales indican que hay “más de 10 supuestas víctimas” y que las familias de ocho de ellas se han personado en la causa. El juzgado mantiene abierta la posibilidad de sumarse a ella, porque entiende que irán surgiendo más víctimas, algunas ya mayores de edad y que aún desconocen que fueron grabadas.

Comunicado del centro

La dirección del Virgen de Europa, que considera el caso “gravísimo”, notificó lo sucedido a los padres de los más de 800 alumnos a través de un correo electrónico al día siguiente del registro, detalla el portavoz del centro, que ha confirmado que el investigado es hermano del director del colegio y que llevaba muchos años trabajando allí. En el comunicado, del 1 de julio, se pidió a las familias que, ante la aparición de numerosos rumores, “evitaran difundir bulos o informaciones no contrastadas”. El colegio defiende haber obrado correctamente: “Se actuó con absoluta transparencia y contundencia y, en las primeras 24 horas, se informó a las familias y el profesor fue suspendido y apartado del centro de forma indefinida”. “Se le retiró desde el minuto uno y, para tranquilidad de las familias, no va a volver”, sostiene el portavoz, para agregar que el docente “está siendo investigado, está acusado, no condenado”. El portavoz subraya que el colegio no está encausado, por lo que desconoce ciertos detalles de la investigación, con la que asegura colaborar, “con todas las puertas abiertas”.

Además, este portavoz sostiene que hasta este lunes desconocían que las supuestas prácticas del profesor se remontaran a hace 10 años y solo tenían constancia de “cinco o seis alumnas” afectadas, todas del pasado curso 2021-2022. Las niñas, cuya identidad está “absolutamente protegida”, confirmaron que se cambiaban en la sala de audiovisual. Jamás, puntualiza el portavoz, habían detectado conductas sospechosas de ningún tipo por parte del docente y desconocían que la sala se hubiera usado a modo de vestuario.

“Esta es una institución con más de 60 años de trayectoria que jamás se había visto envuelta en una situación semejante, por lo que este escenario nos resulta especialmente inesperado y doloroso. La investigación está en manos de la justicia y permanecemos disponibles para toda la colaboración que nos sea requerida”, señala el colegio en un nuevo comunicado, enviado este lunes a las familias tras salir la investigación a la luz, en el que añade que la “prioridad siempre ha sido atender y proteger a los estudiantes afectados y a sus familias”, con las que comparte “plenamente la preocupación”. Preguntado por si hay padres que han sacado a sus hijos del colegio, contesta: “Ninguno. Esperemos que la tormenta pase pronto”.

La Consejería de Educación explica que no tuvo constancia de este supuesto caso de pornografía infantil a través del Virgen de Europa. “El colegio no nos lo comunicó, sino que hace unas semanas, ante los rumores que circulaban, fue la inspectora de la zona la que se presentó en el centro”, detalla a EL PAÍS un portavoz de la consejería, que considera que el centro debía haber informado, al tener una autorización de la Comunidad para impartir docencia. Allí, “la inspectora se entrevistó con el director, que le relató lo ocurrido y que el caso estaba judicializado”, añade el portavoz. De momento, aseguran que, al haber una investigación judicial en marcha, no pueden abrir expediente al centro. “Sí que haremos seguimiento de la situación. En los próximos días, la inspectora volverá a acudir al colegio”, agregan las mismas fuentes.

Una de las madres cercanas al caso es crítica con el centro: “No sabíamos muchas cosas, como lo de que puede haber videos de hace 10 años. Me he enterado más por la prensa, porque los comunicados del centro han sido muy light”. También censura que el colegio no se hubiera puesto en contacto con Educación: “Si están colaborando con la justicia es al primer sitio al que te diriges, ¿no? No me cuadra”. A primera hora de la tarde de este lunes, el director del Virgen de Europa ha dimitido como presidente de la Cicae (Asociaciones de Colegios Privados e Independientes), una de las patronales de educación privada en España.

A la salida de las clases, autobuses y furgonetas escolares en cuya parte trasera se lee La alegría de descubrir el mundo esperan para recoger a los niños. También llegan padres y madres en coche o a pie. Son casi las cinco de la tarde. En los corrillos, la sensación de intromisión es generalizada. “¿Qué más vamos a decir?”, comenta uno de los padres. “Nada, por respeto a las niñas”, contesta otro. “Las familias afectadas no están muy de acuerdo con algunos de los datos que se han difundido”, añade una madre, que está en contacto con una de ellas y tampoco quiere dar su nombre.

¿Tienes más información? Escribe a las autoras: Victoria Torres vtorres@elpais.es y Beatriz Olaizola bolaizola@formación.elpais.es

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