Madrid se rinde al ‘skate’

José Ruiz, o Joshu como lo conocen todos sus alumnos, empezó a practicar ‘skate’ a los 12 años. Ahora, con 47, es dueño de la escuela 50 Project de Madrid, donde junto a otros ocho monitores enseña a niños y adultos el deporte que desde la infancia ha marcado sus pasos. “Nunca había dejado de practicar ‘skate’, pero cuando nació mi hijo vi la necesidad de potenciarlo aún más y que él también aprendiese. Patina desde los tres”, cuenta Ruiz, que entre sus recuerdos explica que cogió por primera vez un monopatín en el colegio en el ...

José Ruiz, o Joshu como lo conocen todos sus alumnos, empezó a practicar ‘skate’ a los 12 años. Ahora, con 47, es dueño de la escuela 50 Project de Madrid, donde junto a otros ocho monitores enseña a niños y adultos el deporte que desde la infancia ha marcado sus pasos. “Nunca había dejado de practicar ‘skate’, pero cuando nació mi hijo vi la necesidad de potenciarlo aún más y que él también aprendiese. Patina desde los tres”, cuenta Ruiz, que entre sus recuerdos explica que cogió por primera vez un monopatín en el colegio en el que asistía en La Moraleja. “Yo me he criado en Carabanchel, pero mis padres, aunque humildes, podían permitirse llevarme a un buen colegio. Ahí fue el lugar en el que vi a los mayores practicarlo y me aficioné”, añade.

Project 50 nació hace siete años como una escuela ‘indoor’ que, según Ruiz, se convirtió la primera en el que se desarrollaba esta actividad a cubierto en la capital. Durante los meses de confinamiento en 2020 se vieron obligados a cerrar y después, ante la demanda del público, decidieron trasladarse al aire libre. También imparten clases en varios colegios del centro. “Desde el año pasado con la pandemia y desde que ese mismo año el ‘skate’ se convirtiese en deporte olímpico no ha parado de apuntarse gente. La gente busca actividades que se puedan realizar en el exterior”, afirma el deportista. La escuela ofrece clases grupales e individuales todos los días para todas las edades y niveles desde los tres años. Y solo cada fin de semana son más de 200 los alumnos que se acercan a lanzarse con su monopatín en Madrid Río.

Desde las 9.00 del pasado domingo, familias enteras junto a sus hijos se han acercado hasta el Paseo de la Chopera para practicar este deporte. Es el caso de Rosa María, David y su hijo de 10 años, Iker. “Venimos desde Villaverde todas las semanas. Él está encantado y lleva ya dos años. La que lo pasaba mal al principio era yo viéndole saltar. Ahora, lo llevo mejor”, confiesa la madre. Iker, que se acerca sudoroso tras tirarse de uno de los bloques, explica que le encanta y que piensa seguir evolucionando: “Es muy buena clase y hay muy buenos profes. No nos caemos casi nunca”.

Lo primero que les enseñan Joshu y los demás monitores a todos los alumnos, tengan la edad que tengan, es el posicionamiento en tabla y a caer. “Puedo decir bien alto que no hemos tenido ninguna rotura en todos estos años. Nada de nada. Si la hubiese, estamos asegurados para que cualquiera sea atendido y venga a atenderle una ambulancia. Nuestro alumno más mayor tiene 55 años y empezó desde cero. Cualquiera puede venir”, sostiene el dueño. Joshu también señala que practicar ‘skate’, al igual que otros deportes, tiene beneficios sobre todo en los niños como el aumento de la autoestima y el desarrollo psicomotriz. “Muchísimos de ellos han mejorado un montón en los estudios después de venir aquí”, afirma.

El número de niñas, más que mujeres adultas, tampoco ha dejado de crecer en los últimos tiempos, según el monitor. Ana, con 12 años, asiste a clase acompañada de su padre, Alfonso Díaz, desde una semana antes de que empezase la pandemia. Fue ella quien se informó y quiso apuntarse. Los monitores consideran que es su mejor alumna, aunque lleve poco tiempo. Otro de los ‘skaters’ con más nivel es Ángel, de la misma edad que Ana, cuyo padre fue patinador y buscaba para su hijo que se aficionase a algún deporte que no fuese caro (unos 25 euros por clase) ni el típico.

Justo en ese lugar, en el que niños y adultos se lanzan con su monopatín sin ningún tipo de vértigo, una placa recuerda a Ignacio Echeverría. Aquel héroe del monopatín, que fue asesinado en los atentados de Londres en 2017 después de enfrentarse a uno de los terroristas. Pablo Díaz, uno de sus monitores de Project 50, era su amigo y no ha podido olvidarse de él. “Hace poco tiempo me contactó el padre de Ignacio para preguntarme si podríamos hacerle un homenaje, ya que era muy aficionado a este deporte. Nos pusimos manos a la obra y hemos creado un musical que ya se estrenó el 4 de diciembre en Zaragoza y en los próximos meses lo hará en Madrid, Santiago de Compostela o Gales”. Además del festival, la idea de Joshu es extender este deporte a más parques de Madrid para atender la demanda.

Suscríbete aquí a nuestra newsletter diaria sobre Madrid.