La rebeldía municipal en el PSOE de Madrid se enfría
Los alcaldes de Fuenlabrada, Getafe y Alcorcón reafirman su lealtad a la gestora tras firmar una carta en la que planteaban un giro “sin tutelas” en la estrategia del partido tras el 4-M
Tras el fiasco electoral del 4-M, la vida interna del PSOE de Madrid tiene algo de canción de Ricky Martin: un pasito para adelante y un pasito para atrás. Es lo que ha pasado este miércoles con la carta ...
Tras el fiasco electoral del 4-M, la vida interna del PSOE de Madrid tiene algo de canción de Ricky Martin: un pasito para adelante y un pasito para atrás. Es lo que ha pasado este miércoles con la carta que publicaron el lunes en EL PAÍS los alcaldes de Fuenlabrada, Javier Ayala; Getafe, Sara Hernández; y Alcorcón, Natalia de Andrés, para reclamar que se tenga en cuenta la experiencia de los municipios en la reconstrucción que afronta el partido después del batacazo electoral. Tras el enfado provocado por su contenido, y presionados por las críticas de compañeros de filas con peso específico, como el alcalde de Alcalá, Javier Rodríguez Palacios, los tres regidores han vuelto a la unidad interna para evitar males mayores.
Si los regidores pidieron entonces que no haya tutelas en el rediseño de la formación, este miércoles han reculado y han reivindicado su lealtad a la gestora que dirige interinamente el partido, y al presidente Pedro Sánchez. Si el escrito dejó en otros alcaldes la sensación de que querían hablar en su nombre, ahora han subrayado que solo se hacen cargo de lo expuesto los tres firmantes. Y si muchos de sus compañeros vieron en la misiva un primer paso en la lucha por la secretaria general, vacante tras la dimisión de José Manuel Franco, este miércoles los alcaldes han insistido en que solo quieren alimentar el debate interno abierto por la gestora.
Ninguno, sin embargo, se ha cerrado la puerta a optar al cargo cuando se les ha preguntado directamente.
“Esto es muy largo. Ahora estamos hablando de construir el partido”, ha asegurado Javier Ayala, el alcalde de Fuenlabrada, en una comparecencia conjunta con Sara Hernández, su homóloga de Getafe, y Natalia de Andrés, la regidora de Alcorcón. “No queremos hablar del quién, queremos hablar del para qué. Acabamos de salir de una derrota estrepitosa. ¿Qué vamos a liderar? [Primero] Hay que construir un discurso potente, sólido”, ha añadido, mientras la escuchaban la diputada Cristina González y el exdiputado José Ángel Chamorro.
El PSOE celebrará este otoño su congreso nacional. A finales de año, probablemente en noviembre, llegará el turno del regional. Y en 2023 hay elecciones de nuevo, en esta ocasión municipales y autonómicas al mismo tiempo. Un cóctel que ha llenado de urgencias y de dudas a los socialistas: deben rearmar el partido, nombrar una nueva dirección regional y elegir a un nuevo candidato autonómico en muy poco tiempo.
“No es un proyecto contra nadie”
“Se interpretan mal nuestras reflexiones. No es un proyecto contra nadie. Intenta aportar ideas”, ha defendido De Andrés tras ver las reacciones a favor y en contra que ha generado la carta. “La agrupación de Alcorcón es una agrupación talismán”, ha bromeado. “Aquí Pedro Sánchez presentó el proyecto que le llevó a la secretaria general y a la Moncloa”, ha recordado. “Es una agrupación completamente leal a la dirección de nuestro partido. Que nadie interprete lo que no hay”, ha añadido. “No vean fantasmas, esta no es una plataforma para nada. Ahora solo toca hablar del proyecto”.
Pero los fantasmas hace tiempo que se manifiestan en el PSOE de Madrid. En 2019, el partido perdió la hegemonía de la izquierda en la capital. En 2021, le ha ocurrido lo mismo en la región. En ambos casos, el beneficiado ha sido Más Madrid. Y eso amenaza con desatar de nuevo las luchas cainitas que han caracterizado históricamente a la federación madrileña, según reconocen dos dirigentes de la máxima confianza de Pedro Sánchez.
“La gestora es nuestra legítima dirección política. Absoluta lealtad”, ha dicho Hernández. “Cualquier liderazgo, sin proyecto sólido que le respalde, es un proyecto hueco”.
Las explicaciones resumen la conmoción que ha causado la carta en el PSOE. El primer paso en favor de la unidad ya lo dio el lunes la portavoz en la Asamblea, Hana Jalloul, al reivindicar la tarea de los alcaldes socialistas de Madrid. Ese mismo día, Isaura Leal, la presidenta de la gestora regional, puso en valor ese trabajo durante una reunión con los 59 regidores socialistas de la Comunidad. Y este miércoles, ya comprobado el terremoto causado por la misiva, sus firmantes han intentado rematar la operación templando los ánimos. Un pasito para adelante, y otro para atrás.
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