‘Saurios’, un viaje al jurásico en la Casa de Campo
La exposición muestra 100 recreaciones en una expedición interactiva para toda la familia
Retroceder 65 millones de años y sumergirse en el mundo jurásico para descubrir cerca de 100 especies distintas de dinosaurios es lo que ofrece la exposición Saurios. Este viaje en el tiempo se consigue gracias a la atmósfera que se ha creado en el Escenario Puerta del Ángel, en plena Casa de Campo. La luz, el decorado, la música, todo se combina para que los visitantes disfruten de una expedición, al aire libre, entretenida e interactiva, mientras aprenden de estos animales extintos. Las entradas cuestan 12 euros por adulto y 9 cada niño y se pueden comprar en ...
Retroceder 65 millones de años y sumergirse en el mundo jurásico para descubrir cerca de 100 especies distintas de dinosaurios es lo que ofrece la exposición Saurios. Este viaje en el tiempo se consigue gracias a la atmósfera que se ha creado en el Escenario Puerta del Ángel, en plena Casa de Campo. La luz, el decorado, la música, todo se combina para que los visitantes disfruten de una expedición, al aire libre, entretenida e interactiva, mientras aprenden de estos animales extintos. Las entradas cuestan 12 euros por adulto y 9 cada niño y se pueden comprar en la web de la exposición hasta el 24 de enero.
Al recinto se accede a través de una gran carpa que está abierta por los laterales para facilitar la ventilación. En ella se encuentra la primera parte de la travesía, una recreación de esqueletos de algunos dinosaurios, especialmente llamativos los del Tiranosaurio Rex y el Espinosaurio. Rafael González, productor de la exposición, explica que estos dos se crearon a partir de moldes de fósiles. “En este primer contacto queríamos que se vea la realidad. Pero a partir de ahí les sacamos a nuestra fantasía”, dice González. A lo largo de la exposición, se puede observar huevos de un metro, una simulación de ataques de velocirraptores a herbívoros o una instalación que recrea un volcán en erupción. Todas las piezas provienen de otros museos o de colecciones particulares de distintas partes de Europa.
“Hemos intentado crear el ecosistema de los dinosaurios, tenemos el de herbívoros, carnívoros y hay un pequeño lago para explicar que también había vida acuática”, señala el productor. La siguiente parte del recorrido también está protegida de las lluvias con una carpa abierta en los laterales. Aquí un Tiranosaurio Rex de nueve metros cobra vida y no para de rugir, junto a otros animales del jurásico. “Me traigo a los hijos de mis amigos para que nos digan lo que piensan y la verdad es que les da mucha impresión tocar un dinosaurio o entrar en esta sala con el mayor Rex que tenemos”, indica González. Es su especie favorita, añade, porque siempre lo han vendido como el rey de los dinosaurios. En esta parte de la exposición se encuentran dos recreaciones especiales que hacen referencia al hallazgo descrito en la revista Science, que sugiere que los dinosaurios presentaban plumaje.
Al final del recorrido hay una parte dedicada a la edad de hielo con recreaciones de mamuts, dientes de sable y una pared de hielo hecha a base de fibra. También hay una zona para subirse a los dinosaurios y tiendas donde los niños pueden llevarse algún dinosaurio o libros sobre la fauna y flora del jurásico.
Saurios está hecho por la compañía de entretenimiento Productores de sonrisas, de gran trayectoria en circo (Circo de hielo o Circlassica). Hay un intento de cuidar los detalles y el ambiente en los 4.000 m2 que tiene el recorrido. “Ha habido mucho trabajo para recrear el ecosistema de los dinosaurios. Cerca de 45 camiones han traído tierras, cortezas, piedras. Además, hemos aprovechado la tala que se había realizado estos días” en los alrededores de la propia Casa de Campo, dice el productor. Y destaca también el trabajo de iluminación que ha hecho Juanjo Llorens, ganador de galardones como el Premio Max 2019 de las Artes Escénicas a Mejor Diseño de Iluminación.
Los visitantes podrán hacerse fotos con sus dinosaurios favoritos. Durante el recorrido, el público se encontrará peculiares exploradores que cuentan historias de los animales y proponen algunos juegos, apunta González: “Te van a explicar que comían, como se comportaban y al mismo tiempo contarán historias y harán pequeños juegos. Los huevos han desaparecido y los niños van a tener que buscarlos por el recinto, otro va a estar en zancos y le va a dar de comer hojas a los diplodocus”.
González subraya que el diseño de la exposición es ideal para los niños: “Queremos que aquí se sientan libres, por eso no hemos marcado ningún recorrido lineal, sino que pueden elegir como hacerlo”. La amplitud del espacio y el poco aforo lo permiten, agrega en referencia a las medidas sanitarias. El recorrido dura una hora aproximadamente y las entradas se compran en tramos de 15 minutos para impedir aglomeraciones y no superar las 580 personas de capacidad. El horario varía en Navidades, pero suele ser de 10.30 a 20.00, aunque las luces solo se podrán ver por la noche.