La Constitución según Ayuso, que no es poco

El portavoz de Más Madrid en la Asamblea critica el discurso de la presidenta regional del pasado viernes

Pablo Gómez Perpinyà
Madrid -
Acto de homenaje a la Constitución, en la Real Casa de Correos, el pasado viernes.EUROPA PRESS/M.FERNÁNDEZ. POOL (Europa Press)

Decía la presidenta de la Comunidad de Madrid el pasado viernes durante la celebración del acto por el aniversario de la Constitución en la Real Casa de Correos, que había que leerla más en la escuela. ¿En la escuela? Teniendo en cuenta que la vida de 26 millones de españoles podría estar en peligro tal vez sería prioritario que se leyera más en los cuarteles del Ejército del Aire. Pero Ayuso había optado por la vía del surrealismo político, desplegando una densa cortina de humo para eludir hablar de la verborrea golpista de algunos exmilitares, del deterioro de las instituciones públicas madr...

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Decía la presidenta de la Comunidad de Madrid el pasado viernes durante la celebración del acto por el aniversario de la Constitución en la Real Casa de Correos, que había que leerla más en la escuela. ¿En la escuela? Teniendo en cuenta que la vida de 26 millones de españoles podría estar en peligro tal vez sería prioritario que se leyera más en los cuarteles del Ejército del Aire. Pero Ayuso había optado por la vía del surrealismo político, desplegando una densa cortina de humo para eludir hablar de la verborrea golpista de algunos exmilitares, del deterioro de las instituciones públicas madrileñas o de la utilización de la presidencia del gobierno de la Comunidad de Madrid durante la pandemia como un instrumento de agitación al servicio de Génova.

Ayuso continuó leyendo su argumentación para terminar afirmando, en un escorzo discursivo digno de elogio, que la Constitución Española defiende los centros concertados y por tanto está en contra de la nueva Ley de Educación. Los presentes contuvimos la respiración un instante esperando un desenlace más conciliador teniendo en cuenta que se trataba de un acto institucional, pero el calor de los focos y el asentimiento cómplice de los consejeros y cargos de confianza hicieron el resto. Ayuso estaba pletórica, había arrancado motores y ya nada ni nadie podría pararla.

La mañana nos iba a deparar nuevos descubrimientos. Aprendimos que probablemente fuera cosa de la “herencia de la Transición” por lo que Ayuso se niega a que los millonarios paguen el impuesto de sucesiones. La presidenta nos aclaró que la Comunidad de Madrid está del lado de la Constitución, lo cual supuso un gran alivio teniendo en cuenta que su gobierno se sostiene con los votos de un partido que considera que en 1936 no hubo un golpe militar sino un alzamiento nacional. Al otro lado de la Constitución estaría el Gobierno de España, el terrorismo internacional, América Latina, la mitad de los medios de comunicación, las organizaciones sindicales, las feministas, el ecologismo… aproximadamente nos quedamos fuera de la lista negra Faulkner, Dostoievski y un servidor. Creo que Ayuso no me vio entrar.

Ayuso habló de “los españoles razonables”, que, paradójicamente, coinciden con los que le votan a ella. La moderación es su seña de identidad y por ello no dudo en hacer un símil entre los disparos de ETA que antaño “amenazaban la convivencia” y “el disparadero” en el que los actuales enemigos de España habían puesto la libertad. El discurso llegaba a su clímax. La mitología conservadora sobre la Constitución puede obviar que ocho diputados de Alianza Popular (ahora PP) no votaran a favor del texto constitucional, pero nunca dejará pasar la oportunidad de convertir su visión de España en un proyectil contra la otra mitad. La presidenta quiso rematar la faena: “El proceso separatista en Catalunya ha sido un éxito”. A Almeida le dio un vuelco el corazón. Por suerte solo fue un lapsus. “Ha sido un éxodo”, corrigió. Un final a la altura Isabel Díaz Ayuso, el último personaje de José Luis Cuerda.

Pablo Gómez Perpinyà es portavoz de Más Madrid en la Asamblea.

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