Mañueco, un barón distante de Génova

El vencedor de las elecciones, exalcalde de Salamanca, no apoyó a Pablo Casado en las primarias del PP

Mañueco vota en un colegio de Valladolid, este domingo. Foto: J. M. GARCIA (EFE)

Dos cosas caracterizan en política a Alfonso Fernández Mañueco (Salamanca, 57 años): su carácter sosegado y una trayectoria profesional ligada a los cargos públicos con el PP. El candidato popular a la presidencia de Castilla y León lleva toda la vida vinculado a las siglas populares ―desde Nuevas Generaciones― y tres décadas de responsabilidades públicas. Empezó como concejal del Ayuntamiento de Salamanca, su ciudad nata...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Dos cosas caracterizan en política a Alfonso Fernández Mañueco (Salamanca, 57 años): su carácter sosegado y una trayectoria profesional ligada a los cargos públicos con el PP. El candidato popular a la presidencia de Castilla y León lleva toda la vida vinculado a las siglas populares ―desde Nuevas Generaciones― y tres décadas de responsabilidades públicas. Empezó como concejal del Ayuntamiento de Salamanca, su ciudad natal, de la que luego sería alcalde durante siete años, y fue también presidente de la Diputación de Salamanca, procurador en las Cortes, consejero de Presidencia y consejero de Justicia e Interior de la Junta de Castilla y León, que llegaría a presidir en 2019. Mañueco, un conservador del ala moderada del PP, nunca ha tenido buena relación con Génova, que no le perdonó que no apoyara a Pablo Casado en las primarias del partido en 2018.

La herida de las primarias siempre ha pesado entre Mañueco y Casado; por eso, sostienen fuentes del entorno del presidente autonómico, son interesados los análisis que sostienen que fue Casado quien convocó las elecciones en Castilla y León. Ni tenía capacidad el líder del PP para imponer al barón popular el adelanto electoral ni este le hizo un favor subordinándose a su estrategia. Otra cosa es que pudieran coincidir los intereses de ambos en el anticipo. Mañueco no actúa al dictado de Génova, sino al contrario: ha llegado a pasar por momentos muy tensos con la dirección nacional, de quien sospechó que quería hacerle la cama en la renovación congresual.

El barón popular siempre ha marcado límites y se permitió en la precampaña desafiar a la cúpula incluyendo como miembro de la dirección del PP de Castilla y León “por designación directa del presidente” ―es decir, por él mismo― al exgerente del partido que fue despedido por la dirección nacional, Pedro Viñarás, y cuyo cese provocó hace un año un fuerte choque entre las dos cúpulas.

Mañueco reivindica su independencia con respecto a Génova también para decidir los pactos postelectorales, algo que cobra ahora mucha importancia ante el escenario de tener que afrontar una probable negociación con Vox. En una entrevista en EL PAÍS, subrayó que será “autónomo” para decidir los pactos de Gobierno.

De carácter y formas tranquilas, Mañueco integra el sector moderado del PP, aunque no ha definido como línea roja un Gobierno con Vox, y en su entorno transmiten dudas sobre qué harán si no tienen más remedio que pactar con la extrema derecha. Es hijo del exalcalde franquista de Salamanca, Marcelo Fernández Nieto. Años después ocuparía el mismo sillón de mando que su padre, desde 2011 a 2018.

En su etapa como alcalde, Mañueco protagonizó un choque con las asociaciones de memoria histórica por un medallón con la imagen de Franco en la plaza Mayor que su Consistorio se resistió a retirar en cumplimiento de la Ley de Memoria. El controvertido medallón del dictador fue incluso protegido por el Ayuntamiento con un blindaje de seguridad tras haber sido objeto de pintadas de protesta. Finalmente, fue retirado en cumplimiento de la ley.

Alfonso Fernández Mañueco, a su llegada al Hotel Alameda Palace.Foto: Manuel Ángel Laya (Europa Press)

Sobre la firma

Más información

Archivado En