La histórica Senyera desfila en la procesión cívica del 9 d’Octubre, mientras se busca al artesano para una nueva réplica
La marcha discurre por Valencia sin incidentes y con menos insultos hacia los políticos de izquierdas que cuando gobernaban en el Ayuntamiento.
La Reial Senyera de la ciudad de Valencia, recorre por la mañana cada 9 de octubre ―Día de la Comunidad Valenciana― las calles desde la plaza del Ayuntamiento al la estatua de Jaume I el Conqueridor en el jardín del Parterre. Los valencianos desfilan abanderados por este símbolo. Una autoridad política ha encabezado la procesión cívica portando la bandera, entre miles de valencianos que han salido a las calles. Este año lo ha hecho la concejal Papi Robles (Compromís). Esa bandera ―réplica de la original de 1545― dejará de usarse por el desgaste que sufre y lo que pesa, según anunció este martes la alcaldesa María José Catalá, del PP. El Ayuntamiento busca un taller capaz de hacer una nueva réplica.
La portavoz de Compromís, Papi Robles, ha traspasado a la alcaldesa, María José Catalá, para entrar a la Catedral a recibir el tedeum, que no ha presenciado la oposición. La Senyera ha bajado a las doce en punto del balcón del Ayuntamiento, sin inclinarse como es tradición, mientras han comenzado a dispararse salvas bajo un cielo soleado que en ocasiones ha dado un respiro a los asistentes al acto al cubrirse de nubes, y comenzado la procesión.
La marcha ha discurrido sin incidentes y con menos insultos dirigidos a los representantes de la izquierda que cuando Compromís y el PSPV-PSOE gobernaban el Consistorio, entre 2015 y 2023, según ha constatado este diario y han confirmado algunos de los afectados. Justo detrás de Papi Robles y del portavoz socialista, Borja Sanjuán, iba el teniente de alcalde y líder municipal de Vox, Juanma Badenas, e inmediatamente después, Català con Carlos Mazón, presidente de la Generalitat, también del PP, y la delegada del Gobierno, la socialista Pilar Bernabé. Los políticos de derechas y los militares han sido los más aplaudidos. Mucho más tímidos han sido los aplausos destinados a los representantes de la izquierda.
La violencia verbal, los abucheos y gritos como “traidores”, “catalanistas” o “fuera” y lemas como “Som valencians, mai catalans”, acompañados a menudo de escupitajos, han sido moneda corriente en la historia de una procesión denominada cívica, hasta el punto de que parece haberse normalizado este tipo de actitudes protagonizadas por determinados grupúsculos de la ultraderecha que, con frecuencia, han soliviantado a buena parte del público. Esta mañana también ha habido algunos insultos, pero mucho más esporádicos, algunos proferidos por un grupo de jóvenes ultras que han estado vigilados por agentes de la policía nacional durante buena parte de la procesión.
Casi centenaria
La réplica actual de la senyera es de 1928, por lo que es casi centenaria. El facsímil fue diseñado por Eduardo Sanchis Romero. Quien este martes visitara el Salón de Cristal del Ayuntamiento, pudo apreciar el estado en el que se encuentra. Desde Patrimonio Artístico han advertido del deterioro. Normalmente se guarda en el Museo Histórico Municipal. La nueva Senyera será exhibida el 9 de octubre de 2026, según el Ayuntamiento, aunque no descartan 2025.
Replicar un objeto así en 2024 no es tan fácil. El Ayuntamiento explica en un comunicado que “dadas las transformaciones de la industria, es muy complejo el tintado de la seda con colorantes naturales, por lo que se valora usar tintes sintéticos”. La bandera tendrá nuevos elementos de pasamanería, un astil a imitación del antiguo, pero más ligero y más fácil de sujetar, así como un tahalí o arnés que ajuste con el palo y permita adaptarse a la complexión del portador. El Consistorio de María José Catalá prevé nombrar una comisión de artesanos especialistas en el arte de la seda para supervisar el proceso. El coste será de 250.000 euros.
El Ayuntamiento, que busca un taller capaz de hacer el facsímil, consulta en el mercado cuáles son las posibilidades de reproducir actualmente las técnicas y materias empleadas en la Senyera del siglo XVI.
Pero este anuncio de Catalá no es nuevo. Joan Ribó (Compromís) abrió la puerta, cuando era alcalde, a hacer otro facsímil. El consistorio encargó en 2022 un estudio que determinó “las características de los hilos de seda, los colorantes usados para tintarlos, la composición de la lámina metálica de las franjas amarillas; el montaje del conjunto y las reparaciones llevadas a cabo en el tiempo”. Este estudio estableció que la Senyera estaba hecha de tres tipos de tejidos: tafetán, satén de seda y tafetán clásico. Y que además, el tejido tenía incrustadas piezas metálicas. También bajo el mandato de Ribó se ordenó la restauración de la bandera de 1928, que tenía desgarros importantes, sobre todo en la unión con el asta.
La Real Senyera es la bandera de la ciudad de Valencia y de la Comunidad Valencia. El Estatuto de Autonomía establece que está compuesta por “cuatro barras rojas sobre fondo amarillo, coronadas sobre franja azul junto al asta”. Esta bandera, en el debate autonómico, ha despertado el rechazo de otras sensibilidades políticas y de identidad. Se oficializó en 1984 con una ley “por la que se regulan los símbolos de la Comunidad Valenciana y su utilización”.