El adiós de las clarisas de Pedralbes: “No hemos conseguido que más hermanas se acerquen a Dios aquí”

El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, se compromete a apoyar cualquier iniciativa que permita la vuelta de las monjas al histórico convento

El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, durante la ceremonia de Santa Eulàlia, junto a las tres últimas clarisas del Monasterio de Pedralbes.Gianluca Battista

“Aunque tantas personas amen este monasterio, no hemos conseguido que más hermanas se acerquen a Dios aquí. Así que nos iremos a otra comunidad para realizar la tarea que él nos encomendó”, ha pronunciado este miércoles sor Immaculada durante la tradicional visita del alcalde de Barcelona y del resto de concejales al monasterio de Pedralbes por la celebración de Santa Eulàlia, patrona de la ciudad. En una vorágine de sentimientos encontrados por la marcha de las tres últimas clarisas del convento, el alcalde, Jaume Collboni, se ha comprometido a apoyar cualquier iniciativa que permita su retorno a la histórica institución, de 700 años de antigüedad.

Sor Immaculada, sor Pilar y sor Isaura, monjas de clausura de 90, 73 y 66 años, se trasladarán definitivamente el próximo sábado al Monasterio de Vilobí d’Onyar (Girona), otra institución de la orden de Santa Clara. A pesar de la presión vecinal y del apoyo del Ayuntamiento, el arzobispado ha tirado adelante con el desalojo del monasterio. “Hemos pedido un aplazamiento de dos meses para la partida de las clarisas y así ganar tiempo para gestionar un posible traslado de otras monjas, ya sean de Cataluña o del otro lado del Atlántico”, ha mencionado Eulàlia Marquès, vecina del barrio de Sarrià. Para los vecinos, la marcha de las tres monjas de clausura supone una ruptura del pacto que la reina Elisenda de Montcada y el Consell de Cent hicieron con las clarisas de Pedralbes: protegerlas para siempre.

Collboni ha llegado al monasterio acompañado de las tres clarisas y del concejal de Cultura, Xavier Marcè, ante una gran expectación mediática. Personalidades de la política como Oriol Junqueras, recién elegido secretario general de ERC, se han dejado ver en el acto. Como manda la tradición, el alcalde y los demás concejales han accedido a la sala capitular del convento, donde el Orfeó Sarrianenc ha cantado Els Goigs de Santa Eulàlia y el Cant del Virolai. Al final del acto, sor Immaculada ha pronunciado un discurso en el que ha plasmado la voluntad de las tres hermanas de quedarse en el monasterio. “A lo largo de estos 700 años se han sucedido épocas luz y oscuridad. En las décadas de 1950 y 1960 la comunidad era muy amplia, pero luego fue vaciándose. Llegamos a un acuerdo con el Ayuntamiento para preservar la actividad del monasterio mediante un fondo especial de conservación. Este pacto se firmó para 75 años”, ha pronunciado. Tras la ceremonia, más de un centenar de vecinos han entrado a los jardines del convento para pedir que las clarisas se queden con pancartas que leían: “No vaciemos de vida el monasterio de Pedralbes”.

Vecinos de Sarrià, Barcelona, se concentran en el monasterio de Pedralbes para pedir a las clarisas que no lo abandonen.Gianluca Battista

Ante la incertidumbre por el futuro del convento, Collboni ha confirmado que, de acuerdo con el arzobispado, se preservará la función religiosa del edificio. Además, ha expuesto que la festividad de Santa Eulàlia del 12 de febrero se mantendrá. “Invitaremos a las tres hermanas y seguiremos con la tradicional ofrenda del mató (postre catalán), aunque esta vez se la encargaremos a una pastelería de la ciudad”, ha avanzado. El alcalde ha trasladado a las clarisas y a los feligreses presentes en el acto su voluntad de reencontrarse con la comunidad el próximo año. “Nos gustaría que estos cambios no fuesen definitivos y que la decisión de trasladarlas sea reversible”, ha manifestado Collboni.

En la ceremonia se ha rendido homenaje a sor Isaura por haberse erigido como un símbolo del monasterio gracias a su talento en el campo de la fotografía. Retrataba todo tipo de cotidianidades a través de los reflejos de los espejos y los cristales, hecho que se puede vincular con su devoción por una vida contemplativa. Y el próximo mes de marzo, sor Isaura inaugurará una exposición con un recopilatorio de su obra en el mismo convento.

La actividad del monasterio se mantendrá, según ha anunciado sor Immaculada, gracias a la comunidad de Els Caputxins -una orden que se instaló en Barcelona en 1578 a petición del Consell de Cent- i de los vecinos de Sarrià: “Que la madre de Dios rece por el monasterio y que Santa Eulàlia proteja Barcelona y a los barceloneses”, ha concluido en su adiós al convento.

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