Un ‘bot’ sube al escenario virtual del Lliure
El teatro apuesta por una herramienta capaz de conversar con los usuarios para crear diálogos dramáticos
El Lliure va más allá en su apuesta por ofrecer contenidos virtuales en el marco de su nueva programación digital a causa de la pandemia. El teatro presenta este jueves una propuesta participativa de creación híbrida, del director Roger Bernat, que mezcla la tecnología con las artes. Se nombre es ENA (Nomen Nescio) y es un bot capaz de mantener conversaciones virtuales —en inglés y en directo— con los internautas. De los diálogos de los espectadores con ENA, resultará una obra que será llevada a escena cuando finalicen las medidas de distanciamiento social por la emergencia sanit...
El Lliure va más allá en su apuesta por ofrecer contenidos virtuales en el marco de su nueva programación digital a causa de la pandemia. El teatro presenta este jueves una propuesta participativa de creación híbrida, del director Roger Bernat, que mezcla la tecnología con las artes. Se nombre es ENA (Nomen Nescio) y es un bot capaz de mantener conversaciones virtuales —en inglés y en directo— con los internautas. De los diálogos de los espectadores con ENA, resultará una obra que será llevada a escena cuando finalicen las medidas de distanciamiento social por la emergencia sanitaria. Una inteligencia artificial que estará activa de forma gratuita para los usuarios a cualquier hora, los siete días de la semana, hasta nuevo aviso.
El creador define su proyecto como “una experiencia de relacionarse con un ente no humano” a través de una secuencia informática. El dramaturgo explica que las personas podrán comunicarse con el robot en un chat de mensajes de texto, que serán registrados. Bernat señala que solo es capaz de hablar con un individuo a la vez pero que los diálogos podrán ser leídos, en tiempo real, por otros espectadores que visiten la web del Lliure. “Lo adaptamos a un entorno y eso es lo que permite que cada una de las interacciones se conviertan en escenas teatrales”, destaca, en conversación telefónica. El bot no se ofende ni sorprende, tampoco se cansa.
El director lleva una década creando espectáculos sin intérpretes. El público se enfrenta en sus obras a dispositivos digitales o a instrucciones. “Los lugares en los que se representa la realidad ya no son los escenarios, son las pantallas que todos tenemos en el bolsillo”, añade. ENA aún no tiene un rostro definido pero la imagen promocional de la obra, que es la pintura Virgen con el Niño y ángeles de Jaume Serra, contiene la cara que busca animar en un futuro para la propuesta. Esta herramienta aprendió a hablar con el objetivo de parecer un ser humano. Las formas en las que la gente se relaciona con estas tecnologías que aparecen en películas futuristas como Her, de Spike Jonze, pueden estar más cerca de lo que se piensa.
La tecnología de ENA
El proyecto, que cuenta con la colaboración de Mar Canet y Varvara Guljajeva, utiliza el código de tres programas de inteligencia artificial: Transformer, de Google, DialoGPT, de Microsoft Y GPT-2, de OpenAI. Ofrece la oportunidad de entablar una conversación sin tener que recurrir a frases hechas como es habitual en estas herramientas porque es capaz de crear lenguaje de manera generativa, según el director. Bernat describe que esta máquina “no entiende propiamente” lo que le dicen ni lo que le escribe. Para ENA, el lenguaje es una cadena de signos que recibe, analiza y que, a partir de un cálculo de probabilidades, responde con el envío de otra secuencia. “Participar es un entretenimiento para el diálogo, lo que quizá resulte útil después de semanas de confinamiento”, comenta el dramaturgo.