Muere la ex diputada del PSC África Lorente a los 65 años
El coronavirus acaba con la vida de una dirigente socialista que participó en la fundación del partido
El coronavirus se ha llevado por delante la tarde de este Primero de Mayo a África Lorente Castillo, de 65 años, una veterana militante socialista que fue diputada del PSC en el Parlament en la segunda legislatura (1984-1988), primera secretaria del partido en el Baix Llobregat y concejal del Ayuntamiento de Castelldefels durante más de 20 años.
Licenciada en filología inglesa y profesora de inglés, se había jubilado a los 60 años y desde entonces cultivaba sus dos mayores pasiones: la escritura y los viajes. En el mes de febrero había volado hasta Uruguay para visitar a su hermano y se...
El coronavirus se ha llevado por delante la tarde de este Primero de Mayo a África Lorente Castillo, de 65 años, una veterana militante socialista que fue diputada del PSC en el Parlament en la segunda legislatura (1984-1988), primera secretaria del partido en el Baix Llobregat y concejal del Ayuntamiento de Castelldefels durante más de 20 años.
Licenciada en filología inglesa y profesora de inglés, se había jubilado a los 60 años y desde entonces cultivaba sus dos mayores pasiones: la escritura y los viajes. En el mes de febrero había volado hasta Uruguay para visitar a su hermano y se encontraba muy vital tras haber superado un cáncer. Ahora el coronavirus ha acabado con su vida después de permanecer ingresada en la UCI del hospital de Bellvitge desde finales de marzo.
Nacida en Tánger en 1954, llegó a Cataluña con poco más de 20 años y enseguida se hizo con el carnet de la federación catalana del PSOE, uno de los partidos, junto con el PSC Congrès y el PSC Reagrupament, que se fusionarían en 1978 en el actual PSC y en cuyo proceso participó activamente. “En 1976 éramos veinte y ya estábamos peleados”, recordaba Lorente en una reciente entrevista para referirse a las disputas internas cuando llegó al municipio de Castelldefels. Allí conoció a Agustín Marina, el que acabaría siendo su marido y el primer alcalde democrático. Estuvo 23 años en el cargo y falleció en 2015.
Ambos tuvieron dos hijos. Lourdes, la mayor, nació precisamente el día que se celebraron las primeras elecciones municipales de la democracia, el 3 de abril de 1979, en el que sus padres salieron elegidos concejales. El segundo vino al mundo en 1983, curiosamente 15 días de después de las segundas elecciones municipales. Durante más de 20 años Lorente ocupó diversos cargos como teniente de alcalde en el Ayuntamiento de Castelldefels, hasta que abandonó la primera línea de la política activa, que no la militancia. Nunca dejó de asistir a los actos del PSC, ni a las manifestaciones señaladas del calendario. La última fue el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer Trabajadora y si no estuviésemos en estado de alarma seguramente habría acudido a la del Primero de Mayo, aunque hace años que entregó el carnet de la UGT.
Como diputada en el Parlament vivió la primera mayoría absoluta de Jordi Pujol, cuando los parlamentarios socialistas eran repudiados tras la querella que presentó la fiscalía contra el que había sido máximo responsable de Banca Catalana. La leyenda urbana atribuye por error a Arcadi Calzada, vicepresidente primero del Parlament, una anécdota que le gustaba explicar a África Lorente porque en realidad fue ella quien la protagonizó.
Ocurrió el 15 de mayo de 1985, con motivo de una visita institucional que realizaron los Reyes de España al Parlament, algo que hoy se antoja impensable. Jordi Pujol departía de manera distendida con Juan Carlos I en la sala de los pasos perdidos después de visitar el hemiciclo, mientras que el presidente de la cámara, Miquel Coll Alentorn, hacía lo propio con doña Sofía. África Lorente era entonces una de las pocas diputadas y le pareció que debía hacerle algún comentario a la reina, que había mostrado su agrado por la escalera noble que conduce a la planta superior, la sala de plenos y los salones que lo rodean.
Y la diputada socialista, con la naturalidad que la caracterizaba, le dijo: “Majestad, arriba están las golfas”. Doña Sofía no perdió la compostura, pero su mirada hizo reaccionar de inmediato a África Lorente. "Ehhh… me refiero a la buhardilla, majestad. En catalán se dice les golfes. De inmediato la reina respondió con alivio: “Vaya, es eso, ya decía yo”.