La Generalitat adelanta 120 millones para desbloquear el proyecto de BCN World

El Govern defiende que no asumirá ningún riesgo en la adquisición de los terrenos a La Caixa para venderlos automáticamente a Hard Rock

Terreno donde se edificará BCN World.Josep Lluis Sellart

Maniobra de la Generalitat para desbloquear el proyecto BCN World. Tras meses de parálisis y con un retraso de más de dos años sobre el calendario previsto, el Govern asume el adelanto de 120 millones de euros por los terrenos donde se debe construir el megacomplejo hotelero con casino en la Costa Daurada, junto al parque Port Aventura. Las fincas son propiedad de Criteria, el holding de inversiones de La Caixa, y la factura irá a cargo del Incasòl, que traspasará l...

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Maniobra de la Generalitat para desbloquear el proyecto BCN World. Tras meses de parálisis y con un retraso de más de dos años sobre el calendario previsto, el Govern asume el adelanto de 120 millones de euros por los terrenos donde se debe construir el megacomplejo hotelero con casino en la Costa Daurada, junto al parque Port Aventura. Las fincas son propiedad de Criteria, el holding de inversiones de La Caixa, y la factura irá a cargo del Incasòl, que traspasará los terrenos de manera automática a la compañía Hard Rock.

“El Govern autoriza al Incasòl a adquirir y posteriormente vender los terrenos incluidos en el plan director urbanístico del ámbito del Centro Recreativo Turístico de Vila-seca y Salou”, informó Meritxell Budó, portavoz del Govern. En su reunión semanal se aprobó efectuar la operación.

La decisión supone que el Incasòl asuma la factura que pide La Caixa por las fincas, una responsabilidad que desde el Departamento de Territorio se quería evitar pero que se ha terminado aceptando para desatascar el expediente. El Govern alega que el avance de dinero es una formalidad porque los terrenos van a pasar “por adjudicación directa” a manos de la compañía norteamericana Hard Rock. La Generalitat trató de desvanecer dudas sobre la posibilidad que termine asumiendo en solitario el coste de las fincas y apuntó que se trata de una operación en unidad de acto, por lo que “si no se produce la venta, tampoco se procedería antes de la compra de los terrenos”. El acuerdo del consejo ejecutivo recoge que la maniobra “no supondrá ningún coste económico para el Govern”.

La semana pasada, la sociedad que representa a Hard Rock presentó un escrito donde dice comprometerse a comprar los terrenos de Salou no más allá del 5 de mayo de 2020. La plataforma Aturem BCN World, que canaliza las voces críticas con la ejecución de la obra, reaccionó al acuerdo del Govern denunciando que “la compraventa de los terrenos era una situación que desde la Generalitat siempre se había negado que llegara a suceder”, y señaló que “el Govern ha actuado de manera irresponsable poniendo en situación de riesgo el dinero de todos los ciudadanos”.

2.000 millones de inversión

El alcalde de Salou, Pere Granados, celebró que haya vía libre para la compraventa de los terrenos, pese a las posturas “partidistas” contrarias al proyecto. “Ha llegado a la recta final”, afirmó Granados, que fija el inicio de las obras para dentro de un año.

Hard Rock anunció en julio de 2017 su intención de invertir 700 millones de euros en una primera fase, y hasta 2.000 millones en la ejecución total, del complejo conocido popularmente como BCN World. Desde entonces, la Generalitat ha tratado de contentar las exigencias de la multinacional norteamericana y la tramitación del proyecto ha tropezado en un mar de escollos. Pese a que el exsecretario de Hacienda de la Generalitat, Lluís Salvadó, había prometido en reiteradas ocasiones que antes de terminar 2017 los trámites estarían listos, el proceso de concesión de licencia ha estado plagado de prórrogas y de demoras. Los departamentos de Economía y de Territorio, encargados de las diligencias, se han excusado repetidamente en la “complejidad” del papeleo para justificar los retrasos.

La incertidumbre ha rodeado siempre al proyecto, que ya nació trastabillado por el fiasco del plan del empresario Enrique Bañuelos y su empresa Veremonte, que en 2012 habían anunciado a bombo y platillo una miniciudad del juego y las apuestas en los mismos terrenos, donde se iban a invertir más de 4.700 millones de euros y a crear 20.000 puestos de trabajo.

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