Golpe a las carreras de motos ilegales de Sevilla

La Guardia Civil detiene a cuatro personas, entre ellas al que manejaba una cuenta de Instagram en la que se publicaban vídeos de acrobacias y conducciones temerarias y que usaba para lucrarse con la venta de productos

Captura de vídeo de una cámara de tráfico donde de un concentración ilegal de motos en Sevilla.

La Unidad de Investigación de Seguridad Vial del Sector de Tráfico de la Guardia Civil de Andalucía ha detenido a cuatro personas, entre los que se encuentran organizadores de las concentraciones y participantes, indican fuentes oficiales. La operación, que sigue abierta porque hay más integrantes identificados que están pendientes de localizar, se inició en mayo del año pasado, cuando empezaron a detectar anuncios en redes sociales de este tipo de concentraciones y carreras ilegales. A los arrestados se les acusa de presuntos delitos contra la seguridad vial por conducción temeraria, pertenen...

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La Unidad de Investigación de Seguridad Vial del Sector de Tráfico de la Guardia Civil de Andalucía ha detenido a cuatro personas, entre los que se encuentran organizadores de las concentraciones y participantes, indican fuentes oficiales. La operación, que sigue abierta porque hay más integrantes identificados que están pendientes de localizar, se inició en mayo del año pasado, cuando empezaron a detectar anuncios en redes sociales de este tipo de concentraciones y carreras ilegales. A los arrestados se les acusa de presuntos delitos contra la seguridad vial por conducción temeraria, pertenencia a grupo criminal y desórdenes públicos.

Los días más habituales para las concentraciones son los miércoles y los sábados, aunque las reuniones se extienden al resto de la semana. Las quedadas se hacen a través de redes sociales en las que decenas de personas se dan citan para participar en carreras clandestinas de motos y coches cuyo escenario son las carreteras y circunvalaciones de la ciudad de Sevilla. Circulan a gran velocidad y realizan maniobras peligrosas, poniendo en riesgo al resto de conductores. Trompos, caballitos, derrapes… que graban en directo y suben a la cuenta de Instagram @sevillabike_life. Hasta ahora, cuando la Guardia Civil ha puesto en marcha una operación para poner fin a una actividad que generaba preocupación entre los ciudadanos.

Uno de los detenidos es el encargado de la cuenta de Instagram, en la que publicaba los vídeos y fotos de sus acrobacias que estaban activos durante 12 horas y luego desaparecían. Esta persona también aprovechaba el alto número de seguidores, más de 36.000, para publicitar y vender productos con el logo de Sevillabike_life.

Esas siglas, de hecho, son las que destacan en los pasamontañas que muchos de los que participaban en las carreras ilegales llevaban puestos para mantener el anonimato en las imágenes que luego se difundían. Esta actividad de mercadotecnia, de acuerdo con los investigadores, le reportó importantes beneficios económicos.

Estas carreras ilegales se han convertido en algo habitual en Sevilla desde hace al menos dos décadas. En 2004, un menor de 10 años falleció atropellado por uno de los vehículos que participaba en esas competiciones. En este tiempo la Policía Nacional y la Local han puesto en marcha distintos operativos para controlar estas concentraciones —que reúnen a centenares de personas entre conductores y público asistente―, aunque con un éxito relativo. La carencia de efectivos y la agresividad de los participantes con los agentes de seguridad, que también se subían a las redes sociales, disuadía a las patrullas de ejercer un control directo ante la falta de refuerzos.

Las inmediaciones del estadio de la Cartuja y de la Escuela Superior Técnica de Ingenieros de Sevilla era uno de los escenarios habituales. Hasta allí se dirigían los participantes con sus motos, pero también el público que aprovecha para hacer botellón. En esa zona y a las horas de la noche donde realizaban los trombos, piruetas y demás exhibiciones ilegales, en la mayoría de los casos sin casco ni otras medidas de protección, hay poco tráfico, por lo que el riesgo para la seguridad vial era limitado. Sin embargo, a mediados del año pasado, ampliaron el escenario a alguna de las grandes avenidas de la barriada de las Tres Mil Viviendas, donde sí perturbaban el descanso de los vecinos. La presión policial desplegada tras los disparos efectuados con un arma de guerra el pasado 12 de octubre consiguió poner fin con las carreras en el Polígono Sur.

En algunas de esas quedadas, tal y como constata la Guardia Civil, los participantes llegaban a cortar la circulación colocando “obstáculos” en las calles —en muchas ocasiones coches―, afectando a importantes vías interurbanas de los alrededores de la capital andaluza. En muchas de esas concentraciones llegaban a reunirse más de un centenar de motoristas.

La operación, que sigue abierta, ha contado con la colaboración del Centro de Gestión de Tráfico del Suroeste en Sevilla y la Policía Local de Sevilla, precisan las fuentes consultadas.

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