José Tomé presenta su dimisión como presidente de la Diputación de Lugo tras las acusaciones de acoso sexual
El también alcalde de Monforte niega las denuncias. El PSOE le exige que dimita también como diputado y como primer edil
El presidente de la Diputación de Lugo, el socialista José Tomé, ha sucumbido a la denuncia por presunto acoso sexual presentada en el canal interno de su partido solo cinco horas después de asegurar que no tenía intención de dimitir. Tomé, que fue señalado en la noche de este martes en un programa de televisión por seis mujeres, renuncia al cargo en el organismo provincial y al liderazgo del PSdeG de Lugo “para no perjudicar” al partido y facilitar su defensa, esgrime.
El barón socialista de Lugo comenzó la jornada este miércoles con forzada normalidad, inaugurando un bus municipal como alcalde de Monforte, un puesto que ya ha advertido que no piensa dejar. El veterano político aseguraba ya entonces que “no hay ninguna prueba ni la puede haber” de que a lo largo de su trayectoria haya mantenido un “comportamiento asqueroso” con las mujeres. Las denuncias anónimas recogidas por el programa Código 10 lo señalan incluso por ofrecer puestos de trabajo a cambio de sexo desde los cargos públicos que ocupa. Tomé sostiene que es un “montaje” y que irá a los tribunales para “restituir” su “honor”.
Después de anunciar su dimisión, el PSOE ha iniciado el procedimiento para suspenderlo cautelarmente de militancia y le ha exigido a Tomé que, además de su renuncia como presidente de la Diputación, entregue su acta como diputado provincial y deje la alcaldía de Monforte de Lemos. La Secretaría de Organización del PSOE accede a la petición Partido Socialista de Galicia (PSdeG) para que nombre una gestora en la provincia de Lugo.
Los testimonios anónimos divulgados por Código 10 en Cuatro apuntan a tocamientos no consentidos y aseguran que Tomé ha enviado mensajes y fotos obscenas a las denunciantes. El programa habla de seis afectadas, aunque la dirección federal del PSOE refiere una única denuncia en el canal antiacoso del partido. “Que los enseñen. Yo soy una persona normal y corriente. Te puedo mandar a ti una broma, un mensaje, pero de eso a acosar…”, reta el socialista, en declaraciones a EL PAÍS. El presidente de la Diputación de Lugo se considera víctima de un “montaje”. “A qué responde no lo sé, algún día se sabrá”, añade.
Tomé, una de las caras visibles del PSdeG que dirige José Ramón Gómez Besteiro y miembro del comité federal, niega haber recibido alguna información sobre quejas de mujeres del partido en relación con su comportamiento hacia ellas. Las denunciantes, según Código 10, sostienen que trasladaron sus denuncias verbalmente a Besteiro, a la secretaria de Organización del PSdeG, Lara Méndez, y a la responsable de estas mismas funciones en Lugo, Pilar García. La dirección gallega de la formación lo niega rotundamente. Méndez, en rueda de prensa en el Parlamento gallego, ha afirmado que el PSdeG, “ante cualquier acto de violencia o acoso sexual, como puede ser este caso”, siente “tristeza y también repugnancia”. La alcaldesa socialista de A Coruña, Inés Rey, ha pedido “máxima celeridad, firmeza y contundencia” en la investigación de la denuncia que ha llegado a Ferraz y ha expresado su “respaldo total” a las víctimas: “El machismo y el sistema patriarcal sigue estando presente en nuestra sociedad y los partidos políticos no somos ajenos”.
Tomé ha comparecido en la sede del PSOE de Monforte solo unas horas después de expresar su nula intención de dimitir. Además de dejar la presidencia de la Diputación, ha anunciado que pedirá la suspensión cautelar de militancia mientras se resuelve el expediente de la denuncia interna por presunto acoso sexual. Este paso supondrá su abandono de la secretaría general en la provincia y la constitución de una gestora. Todas estas renuncias, defiende, son “voluntarias”. Lo que no piensa perder es el escaño en la Diputación y seguirá como diputado no adscrito. También mantendrá la alcaldía de Monforte porque ha acordado con sus concejales del gobierno que todos se pasarán al grupo de no adscritos. Ferraz, sin embargo, le exige que también se retire de estos dos puestos.
En su segunda comparecencia del día ante la prensa, Tomé no ha ocultado su irritación. Tras anunciar su renuncia, se ha negado a comentar la “repugnancia” que ha dicho sentir la secretaria de Organización del PSdeG ante las acusaciones vertidas por las denunciantes. También ha comparado su situación con la de “tiempos pasados”, cuando “te denunciaban y te llevaban a no sé dónde”. Sobre los mensajes que dicen tener las denunciantes, ha insistido en que pueden ser “bromas” o “chistes”. “¿Usted nunca manda ningún WhatsApp, ninguna broma?”, le espetó Tomé a una periodista. Ha negado que esos mensajes revelen acoso o comportamientos inapropiados con las mujeres. “Voy a denunciar con total tranquilidad porque yo no hice nada”, mantiene Tomé. “Tengo clarísimo que no hice nada”.
Las sospechas de que acabaría dimitiendo pese a su resistencia inicial se dispararon al mediodía, cuando el BNG, partido que gobierna en coalición con el PSOE en la Diputación de Lugo, exigió su dimisión y advirtió de que abandonaría la coalición si no se producía. “El presidente de la Diputación de Lugo o dimite o tiene que ser apartado de sus cargos, porque es evidente que después de las acusaciones tan graves no puede seguir ahí ni un minuto más”, afirmaba su líder, Ana Pontón. La nacionalista recuerda que su posición es la misma que la que mantuvo cuando se reveló que el conselleiro de Mar, el popular Alfonso Villares, estaba siendo investigado por agresión sexual. En aquel caso, tanto el BNG como el PSOE criticaron que el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, mantuviera a Villares en el cargo durante meses, pese a la denuncia presentada en un juzgado. El conselleiro dimitió solo cuando fue encausado por el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia.