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El PP exhibe su debilidad ante Vox al asumir sus políticas para evitar elecciones en Valencia

Mazón desespera al partido con las últimas revelaciones sobre el día de la dana: “Nos ha dejado colgados de la brocha”

Desde que Carlos Mazón avisó en privado a Alberto Núñez Feijóo, tras el funeral de la dana, de que pretendía dimitir, toda la estrategia de Génova estuvo dirigida a evitar unas nuevas elecciones en la Comunidad V...

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Desde que Carlos Mazón avisó en privado a Alberto Núñez Feijóo, tras el funeral de la dana, de que pretendía dimitir, toda la estrategia de Génova estuvo dirigida a evitar unas nuevas elecciones en la Comunidad Valenciana. La dirección nacional del PP veía demasiados riesgos en una convocatoria electoral arrastrando la mancha de la fallida gestión de la dana de Carlos Mazón, así que cortó en seco la intención del expresident de pulsar el botón electoral a la vez que presentaba su dimisión. Mazón aceptó tras un tira y afloja ―tampoco tenía fuerza para otra cosa― y los populares abrieron entonces una negociación con Vox para investir a un presidente transitorio y desconocido ―Juanfran Pérez Llorca, mano derecha de Mazón― sabiendo que estaban en manos del partido de Santiago Abascal. Génova autorizó a Pérez Llorca a capitular ante los de Abascal con un discurso indistinguible del suyo en políticas climáticas y de inmigración y logró la investidura de su candidato, con la que cierra de momento la crisis valenciana, aunque a costa de exhibir su debilidad ante Vox y diluir su perfil ideológico.

Ya no se trata de negociar puntos concretos de gobierno, sino de asumir íntegramente el marco ideológico del partido de Abascal en dos asuntos de gran calado que impactan en multitud de políticas públicas: la transición ecológica y la inmigración.

Vox había exigido en esta ocasión que Pérez Llorca asumiera los compromisos en su propio discurso de investidura y, según lo acordado, el candidato incorporó la retórica y el léxico de Vox. Lo hizo cuando dijo que “el Pacto Verde europeo, tal como está planteado, impulsado por élites europeas, es la mayor amenaza a la que se enfrentan nuestros labradores”. O cuando afirmó: “No podemos mirar para otro lado cuando vienen personas que pretenden mantener prácticas que chocan frontalmente con nuestros valores, la igualdad, la libertad o la dignidad de las mujeres”.

Pese a que la crisis política parte de una tragedia, la dana, en la que murieron 229 personas y que está directamente relacionada con el cambio climático, el acuerdo del PP y Vox para retener el poder en la Comunidad Valenciana pivota sobre el rechazo a las políticas de transición ecológica de Bruselas. El Pacto Verde europeo que ha puesto en la diana Vox fija la hoja de ruta para el fin de los combustibles fósiles en 2050, y fue promovido el Partido Popular Europeo, pero los populares españoles han roto con ese consenso europeo arrastrados por los de Abascal. El portavoz del PSOE en las Cortes Valencianas, José Muñoz Lladró, reprochó a ambos durante el pleno esa paradoja: “Se tomaron a broma el cambio climático y nos costó la vida de 229 personas”.

La inmigración es la otra gran victoria ideológica de Vox sobre el PP en el pacto valenciano, hasta el punto de que Pérez Llorca llegó a dar la razón al partido de Abascal sobre que su propia formación debía haberse movido antes hacia su posición. “Soy plenamente consciente de que Vox, incluso antes de su salida del Consell en 2024, advirtió que era necesario abordar este debate con seriedad, y el tiempo ha demostrado que había motivos para hacerlo, para reivindicar una gestión más responsable de la política migratoria”, dijo el candidato en su discurso de investidura.

Después, el nuevo president valenciano asumió las medidas de la extrema derecha, como la de devolver a los menores migrantes a sus países de origen, eliminar las ayudas a entidades de rescate y apoyo y hacer pública la nacionalidad de los delincuentes en la Comunidad Valenciana. “No queremos en nuestra comunidad ni un mena más. No podemos admitir ni un ilegal más en esta tierra y nos alegra que vaya a cumplir su compromiso de que así seguirá siendo”, felicitó al dirigente del PP el portavoz de Vox en las Cortes Valencianas, José María Llanos.

Satisfacción de Abascal

Como se esperaba, Pérez Llorca cumplió el guion, y Abascal no ocultó su satisfacción por haber obligado a su rival en la derecha a que pasara de nuevo por el aro. El líder de Vox se felicitó de que el candidato del PP “se ha opuesto con claridad al Pacto Verde, que pactaron el PP y el PSOE en Bruselas, y se ha opuesto también con contundencia al pacto migratorio, afrontando la posibilidad de hacer políticas para revertirlo”.

La dirección nacional del PP había dado el visto bueno de antemano al “sentido” del discurso de Pérez Llorca. Esta vez, a diferencia de cuando Mazón asumió los postulados ultras para aprobar los últimos presupuestos, Génova sí estaba al tanto y autorizó cada paso.

La cúpula de Feijóo ha priorizado mantener el poder en la Comunidad Valenciana, aun a costa de sacrificar parte de su identidad y de lanzar un mensaje de debilidad a su rival por la derecha. El objetivo era cerrar cuanto antes la crisis. “Un problema menos para el PP y un problema hoy más para el PSOE”, resumieron en Génova tras la investidura, ufanos con la encarcelación del exsecretario de organización del PSOE José Luis Ábalos, que restó foco a sus cesiones a Vox.

La “mancha” de Mazón

Pero más que una jugada estratégica, el pacto valenciano tiene mucho de capitulación del PP para retener el poder y tratar de taponar la herida abierta por Mazón. La sombra del expresident sigue siendo alargada en el PP. Los días previos a la investidura han estado marcados por nuevas revelaciones sobre lo que hizo Mazón el día de la tragedia de la dana, para mayor cabreo de la dirección de Feijóo y de gran parte del partido. Como que la comida y sobremesa que compartió con la periodista Maribel Vilaplana el día del temporal se alargó al final durante cinco horas, porque ella le acompañó en su coche sobre las ocho de la tarde al Palau, según publicó el diario Levante citando fuentes del PP, aunque los protagonistas lo han negado. O que fue informado de la gravedad de lo que sucedía en el municipio de Utiel sobre las cinco de la tarde por su jefe de gabinete, y todavía tardó tres horas y media más en llegar al Cecopi.

“Nos ha dejado colgados de la brocha. Una cosa es respaldarle y otra que nos haya mentido a todos”, se queja un dirigente del PP valenciano sobre Mazón. “El problema es la mancha para la marca, porque ahora ya es la marca la que sufre”, remata. De esa mancha huyó Génova este jueves ausentándose de la sesión de investidura de su candidato.

Una vez investido Pérez Llorca con los votos de Vox, el objetivo está cumplido: a corto plazo, el PP evita elecciones en la Comunidad Valenciana, aunque la incógnita es qué efecto tendrá a medio plazo dar a Vox toda esa capacidad de influencia. La oposición en Valencia reprochó al PP esta salida frente a las elecciones, “que serían la salida digna y razonable”, dijo el portavoz de Compromís, Joan Baldoví. “Habéis elegido alargar la agonía, poniendo a un regente provisional porque tenéis pánico a las urnas”, reprochó a los populares, y bautizó al nuevo president con el sobrenombre de “Juanfran Mazón”.

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