Detenida en Murcia una integrante de la banda Tren de Aragua huida de Chile
La fugitiva está acusada de ayudar a blanquear en el país sudamericano más de 11 millones de euros obtenidos por este violento grupo con estafas, secuestros y extorsiones
La Policía Nacional ha detenido en la localidad murciana de Molina de Segura (77.500 habitantes) a una presunta integrante de la peligrosa banda Tren de Aragua que era reclamada por la justicia chilena, según ha informado este miércoles el Ministerio del Interior. El arresto de la fugitiva, de 38 años y nacionalidad venezolana, se produjo el pasado 7 de noviembre, tan solo nueve días después de que en otro operativo policial cayeran otros 13 supuestos miembros de esta organización violenta que presuntamente intentaban montar sendas estructuras criminales en Barcelona y Madrid para comenzar a asentarse en Europa. En total, en el último año y medio han sido detenidos en España 16 presuntos integrantes de esta banda célebre por las atrocidades que comete para someter a los grupos rivales y que ya opera en al menos ocho países sudamericanos. La arrestada ha ingresado en prisión a la espera que la Audiencia Nacional decida sobre su extradición.
La investigación para detener a la fugitiva, realizada de manera conjunta por la Comisaría General de Información (CGI) y la Sección de Localización de Fugitivos de la Policía Nacional, se inició el pasado julio tras recibir una solicitud de colaboración de la Policía de Investigaciones (PDI) de Chile. Las autoridades de este país habían difundido a través de Interpol (Organización Internacional de Policía Criminal, en la que están integrados 196 países) una notificación roja de busca y captura por los delitos de pertenencia a organización criminal y blanqueo de capitales. Las sospechas eran que la mujer llevaba oculta en España más de un año, lo que le había permitido eludir una operación policial desarrollada en junio pasado en este país en la que fueron arrestados 52 miembros de la facción del Tren de Aragua en la que presuntamente estaba integrada y que operaba en la región de Los Lagos, al sur de Chile, con el nombre de Hermanos Cartier.
Según la investigación de la PDI, la detenida estaba integrada en la estructura encargada de blanquear el dinero obtenido por el grupo con secuestros, estafas, robos y extorsiones a través de un entramado de sociedades pantalla y el uso de cuentas y tarjetas bancarias que les permitía sacar de Chile los fondos convertidos en criptomonedas. Mediante ese sistema, el grupo criminal movió 13 millones de dólares (algo más de 11,2 millones de euros) en poco más de año y medio, según la información facilitada por las autoridades chilenas.
Finalmente, las pesquisas de la Policía Nacional permitieron saber que la mujer había entrado en la primera mitad de 2024 en España a través del aeropuerto de Madrid-Barajas con la documentación a su nombre y había conseguido el permiso de residencia tras aprovechar las facilidades dadas por el Gobierno español para acceder a él por razones humanitarias dada la crisis política que se vive en su país. En la actualidad, trabajaba en una estación de servicio en Molina de Segura, localidad en la que residía junto a dos hijos, según detallan fuentes cercanas a la investigación. Fue arrestada cuando abandonaba la vivienda en la que se ocultaba. Hasta ahora, la investigación no ha detectado que tuviera contacto con los 13 detenidos el pasado 29 de octubre.
No es la primera vez que un fugitivo del Tren de Aragua es detenido en España. El pasado junio fue arrestado en Madrid a Luis José R. R., alias Mamera, de 30 años, considerado el presunto cabecilla de una de las facciones de este grupo criminal que operaba en Perú, la conocida como Los Gallegos. Mamera estaba acusado de participar en el asesinato del miembro de una organización rival con la que se disputaba el control de la prostitución en Lima.
Surgida hace 20 años, el Tren de Aragua es considerada la más poderosa organización criminal del Venezuela y se le atribuyen todo tipo de delitos, desde la trata de personas con fines de explotación sexual al narcotráfico, pasando por el tráfico de armas, la extorsión, el secuestro o los asesinatos por encargo. Infiltrada ya en varios países sudamericanos, en Chile, donde es considerada una amenaza para la seguridad nacional, se atribuye al grupo hechos de especial crueldad, como el asesinato de dos personas en la ciudad de Arica a las que enterraron vivas.
En julio, el Departamento de Estado de EE UU ofreció una recompensa de cinco millones de dólares (4,3 millones de euros) por cualquier información que permita la detención de su líder, Héctor Rustherford Guerrero Flores, Niño Guerrero, en paradero desconocido desde que huyó de una prisión venezolana en 2023. Las autoridades de Washington consideran a este grupo una organización transnacional “dedicada al terrorismo”.