Hipérboles, mentiras y todas las propuestas del plan de inmigración de Feijóo que ya están en la ley
El líder del PP asegura que la nacionalidad española es “un regalo”, cuando la mayoría de extranjeros han de esperar 10 años y pasar un examen para acceder a ella
“No se trata de criminalizar a nadie por su condición de inmigrantes”, declaró este martes el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, antes de presentar un plan sobre inmigración que, de nuevo, y ...
“No se trata de criminalizar a nadie por su condición de inmigrantes”, declaró este martes el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, antes de presentar un plan sobre inmigración que, de nuevo, y en perfecta sintonía con Vox, volvió a vincular a la población extranjera con la inseguridad y el Código Penal. No fue la única contradicción en la que cayó el presidente de los populares, quien se apoyó en hipérboles para asumir el discurso de la extrema derecha sobre la necesidad de “proteger los valores y los recursos” de los españoles frente al “descontrol” de la comunidad inmigrante y así “salvaguardar la unidad, la estabilidad e identidad de España”. Pero más allá del tono y el relato, el plan del PP incluye medidas que ya están recogidas en la legislación actual. Estas son las claves del plan y el discurso del líder de la oposición.
Nacionalidad española, un “regalo” para el que hay que esperar 10 años
“La nacionalidad española no se regala, se merece”, declaró Feijóo. “No puede ser un mero trámite administrativo. Ser español no es solo vivir en España: es participar de un proyecto común, compartir una historia, unos valores y un destino. Por eso proponemos reforzar los requisitos de acceso a la nacionalidad. Queremos elevar el nivel de exigencia lingüística, cultural y constitucional”, añadió. Marcelo Belgrano, abogado con 35 años de experiencia en extranjería, coordinador de los servicios de extranjería y asilo del ICAM (Ilustre Colegio de Abogados de Madrid) y vocal de la subcomisión de extranjería del CGAE (Consejo General de la Abogacía Española), explica: “Para acceder a la nacionalidad española, los extranjeros de la mayoría de países [el ”caso general" para la Administración] han de acreditar, según el Código Civil, 10 años de residencia legal y continuada; dos si son de países iberoamericanos, Andorra, Filipinas, Guinea Ecuatorial, Portugal u origen sefardí y uno si están casados o casadas con un español o española". Además, se les exige un certificado de antecedentes penales y haber pasado el llamado examen de españolidad para demostrar el conocimiento del castellano y de la estructura política y legal española. Para presentar la solicitud han de pagar una tasa de 104,5 euros.
La supuesta tolerancia con el delito
“La regla general”, reza el plan del PP, “será la expulsión ante condena por delitos especialmente graves (homicidio, asesinato, agresión sexual, terrorismo, trata o tráfico) o reincidencia dolosa en delitos menores“. La legislación actual”, explica Belgrano, “ya contempla la expulsión para extranjeros con condenas superiores a un año de cárcel”. Los datos reflejan, además, que el incremento de la inmigración no se ha traducido en un aumento de los delitos.
Las supuestas facilidades para la obtención de la residencia por arraigo
Feijóo prometió “recuperar el carácter excepcional” del arraigo para que sea una “oportunidad individual para quienes han demostrado con hechos su compromiso con España”. No aclaró a qué se refería con “compromiso”, pero el sistema vigente establece que los extranjeros que lleven un mínimo de dos años en España pueden solicitar la residencia temporal por arraigo si tienen vínculos familiares en España o pueden “justificar que están integrados en la sociedad española a través de un informe de integración social que podrá emitir la Comunidad Autónoma o, en su caso, el Ayuntamiento”.
El asilo “automático”
El líder del PP también planteó el asilo como una especie de coladero,“la norma para la regularización automática” y aseguró que elaborarán un listado de países donde no existe ningún riesgo grave para la persecución política. “España”, afirma Belgrano, “ya es uno de los Estados que menos solicitudes de asilo concede, un 5% sin contar con los venezolanos y los ucranianos, lo cual ya parece bastante excepcional. Y, por otro lado, ese listado que plantea el PP es el que recoge el proyecto de Plan Europeo de Asilo y Refugio. De hecho, casi el 100% de la política migratoria se diseña en Europa”.
Vivir a costa de los españoles
Uno de los momentos que más aplausos del público —cargos del PP— arrancó fue cuando Feijóo dijo: “Medio millón de personas viven en nuestro país sin trabajar, sin cotizar y sin intención de trabajar”. No explicó el líder de los populares cómo hizo ese cálculo o qué estudio llevó a cabo su partido para analizar “intenciones”, pero añadió la propuesta de que las prestaciones sociales, como el ingreso mínimo vital, estén “ligadas a la búsqueda activa de empleo”. “Las prestaciones que son concebidas para quienes más lo necesitan”, afirmó, “no podrán convertirse en una forma de vida para nadie”. El Ingreso Mínimo Vital es, según explica el portal de la Seguridad Social, “una prestación dirigida a prevenir el riesgo de pobreza y exclusión social” de quien carece de “recursos económicos básicos” y “persigue garantizar una mejora real de oportunidades de inclusión social y laboral de las personas beneficiarias”. Como requisitos, además de tener residencia legal en España, el Estado exige “participar en las estrategias de inclusión que promueva el Ministerio de Inclusión, Seguridad social y Migraciones”. Lo que dicen los datos oficiales, por otro lado, es que la comunidad inmigrante aporta mucho más de lo que recibe. Un informe del Banco de España señaló en 2024 que el país necesitaría 24 millones de inmigrantes de aquí a 2053 para mantener la relación entre trabajadores y pensionistas.