El PP vota con Vox en el Congreso a favor de “restringir la regularización de inmigrantes ilegales a través del arraigo”
La proposición de ley fracasa pese al apoyo de los populares, que se separan así de la iniciativa impulsada en la Cámara por la Iglesia y otras organizaciones
El Partido Popular apuntala en el Congreso el endurecimiento de su discurso en materia de inmigración. Y de la mano de Vox. Este martes, los diputados del PP han votado a favor de una proposición de ley presentada por la ultraderecha con la intención de “restringir la regularización de inmigrantes ilegales a través del arraigo”. Con 168 síes frente a 177 noes, la toma en consideración de la norma no ha salido adelante, pero supone un movimiento estratégico por parte de Alberto Núñez Feijóo. El líder de la oposición materializa así, en la Cámara baja y junto a Santiago Abascal, la asunción de un argumentario cercano a los postulados de los ultras en este asunto. También implica para Génova caminar en sentido contrario a la petición de la Conferencia Episcopal, que urge a los grandes partidos a impulsar ya la regularización general para medio millón de inmigrantes que se aprobó a través de la iniciativa legislativa popular (ILP) que se admitió a trámite hace un año, con la aquiescencia de los populares, que recibieron una importante presión de la Iglesia (Cáritas es una de las firmantes de la iniciativa).
La toma en consideración de una proposición de ley es el primer paso para iniciar la tramitación parlamentaria de una norma. Los populares admiten que el texto presentado por Vox —la Proposición de Ley, de modificación, de la Ley de derechos y libertades de los extranjeros en España y su integración social, para restringir la regularización de inmigrantes ilegales a través del arraigo— “criminaliza al inmigrante”, pero al mismo tiempo se parapetan en que la votación de este martes es solo una toma en consideración a la que le queda recorrido por delante. Pero, eso sí, quieren “abrir este debate” en el Congreso, aunque luego, en la discusión posterior, registren enmiendas para modificar el texto. En cualquier caso, y al haber decaído la votación al no contar con los votos suficientes, el PP se significa incluso cuando sabían que saldría derrotada.
“El Gobierno ha renunciado a defender sus fronteras. La inmigración ilegal está desbocada (...) A quien viene a delinquir, le decimos que aquí, no”, ha esgrimido la diputada popular Maribel Sánchez. “Por pura coherencia con nuestras propuestas estamos de acuerdo en abrir este debate. Un debate en torno un tema que es la segunda preocupación para los españoles, desde el PP no vamos a mirar para otro lado. Pero también queremos dejar claro que rechazamos cualquier discurso de odio”, ha añadido la parlamentaria popular sobre la tribuna.
Tras el debate de este martes, el voto a favor de los populares supone un nuevo paso del PP hacia el marco ideológico de Vox, que insiste en el enunciado de su proposición en la vinculación entre los extranjeros (especialmente los africanos) con la comisión de delitos sexuales. La ultraderecha propone modificar la ley y el reglamento de extranjería endureciendo los requisitos para que los inmigrantes puedan acceder a un permiso de trabajo, una propuesta que choca con las últimas modificaciones legislativas que han perseguido justamente lo contrario: disolver obstáculos para que los extranjeros que viven y trabajan en España puedan salir de la clandestinidad y la precariedad que conlleva no tener papeles.
Vox propone ampliar los supuestos de expulsión, una idea que ya había lanzado Feijóo este verano, después de que Génova incluyese en la nueva ponencia ideológica aprobada en el congreso del partido de julio una posición más férrea contra la inmigración. El endurecimiento progresivo del PP en este tema viene desde meses atrás, por el empuje de la ultraderecha. La votación se produce además después de una semana en la que distintas encuestas públicas y privadas han constatado el aumento disparado de Vox en intención de voto y el estancamiento de los populares.
Una de las claves de este texto es que pretenden que el internamiento de extranjeros en los CIE pase de un máximo de 60 a 180 días, argumentando que una de las dificultades para expulsar inmigrantes es la dificultad para localizarlos cuando se completa el expediente, cuando la verdadera dificultad son las trabas que suelen presentar los países de origen para aceptar a sus nacionales. Todo mientras Vox sigue enarbolando como una de sus principales banderas la lucha contra la inmigración, como repitió durante su gran acto de este fin de semana, centrados ahora en una supuesta protección de las mujeres.
“Pero luego se niegan a apoyar leyes que buscan la igualdad entre hombres y mujeres”, le ha reprochado el diputado del PNV Mikel Legarda sobre el estrado, acusando a Vox de uso torticero de los derechos de la mujer a su antojo. “No quieren a las mujeres libres, con ustedes las mujeres están en peligro”, ha continuado en la misma línea el parlamentario del PSOE Luc Andre Diouf. Todas las formaciones del bloque de investidura se han mostrado en contra. Algunas, como Bildu y Esquerra, han aprovechado el pleno para pedir que la iniciativa legislativa popular (ILP) de regularización de migrantes se desencalle. En junio, y tras meses guardada en un cajón, el Gobierno reimpulsó la negociación con los grupos para una regularización flexible de inmigrantes con niños y solicitantes de asilo como prioridad. Pero el informe de la Unidad Central Operativa (UCO) sobre el ex secretario de Organización del PSOE Santos Cerdán frenó de nuevo las conversaciones.