Vox pincha en su intento de convocar una concentración a las puertas de un centro de menores en Murcia
Apenas una veintena de dirigentes del partido han acudido a la cita, ante un importante despliegue de seguridad
El centro de acogida de menores de la pedanía murciana de Santa Cruz, a unos ocho kilómetros al noroeste del centro de la ciudad y de apenas 2.600 habitantes, es uno de los caballos de batalla de Vox en Murcia. Su cierre es uno de los compromisos que el partido de Santiago Abascal le arrancó al PP de Fernando...
El centro de acogida de menores de la pedanía murciana de Santa Cruz, a unos ocho kilómetros al noroeste del centro de la ciudad y de apenas 2.600 habitantes, es uno de los caballos de batalla de Vox en Murcia. Su cierre es uno de los compromisos que el partido de Santiago Abascal le arrancó al PP de Fernando López Miras para aprobar los presupuestos de este 2025, y este miércoles habían convocado un acto en su puerta para “despedir a los menas”, en referencia a los menores migrantes, que, finalmente, ha durado poco más de media hora y en el que apenas han participado una veintena de personas, la práctica totalidad de ellos, concejales y diputados regionales del partido. Un pequeño grupo de militantes de izquierda han acudido también al lugar y se han cruzado gritos.
Dos meses después de los altercados racistas en el municipio de Torre Pacheco, Vox volvía este martes a calentar las redes sociales animando a sus seguidores a acudir a un acto, oficialmente convocado como una rueda de prensa, a las puertas del centro de menores de Santa Cruz. La Delegación del Gobierno advirtió en un comunicado que una concentración en este punto sería ilegal y, por lo tanto, disuelta por la Guardia Civil, y todo el entorno del centro ha amanecido protegido por un importante dispositivo que impedía acercarse a las instalaciones.
El presidente provincial de Vox Murcia, José Ángel Antelo, y el portavoz nacional en materia de inmigración, Samuel Vázquez, se han acercado a los agentes para agradecerles su labor y luego se han dirigido a los medios de comunicación, en una comparecencia sin preguntas, en la que han reiterado su intención de cerrar todos los centros de menores de España, comenzando por el de la pedanía murciana.
El portavoz del Gobierno murciano, Marcos Ortuño, ha reaccionado duramente a esa propuesta de cerrar todos los centros de menores, que ha considerado que no es “sensata, legal, ni razonable”. El portavoz ha explicado que la Región de Murcia tiene centros de menores tutelados donde conviven un total de 700 menores, la mitad de ellos, españoles, y la otra mitad, extranjeros. Entre ellos, ha advertido, hay incluso bebés. “¿Qué hacemos con ellos si se cierran esos centros de menores? ¿Los dejamos en la calle, sin hogar, sin ningún tipo de arraigo para que acaben siendo un problema de seguridad y orden público?”, ha subrayado.
Además, ha calificado como una “irresponsabilidad” la convocatoria del Vox a las puertas del centro de Santa Cruz, porque los niños que residen en él “no merecen el show ni de unos ni de otros para pescar votos en ríos revueltos”. “Un centro de menores es el último sitio al que debe acudir un político para buscar votos o caladeros electorales (…). Nos parece una indecencia política utilizar a menores que no tienen familia, que no tienen hogar, que no tienen arraigo, para pescar votos”, ha dicho.
El centro de la pedanía murciana, que acoge a menores tutelados, tanto nacionales como migrantes, es el de mayor capacidad de la Región de Murcia y acoge a unos 60 menores. Debería cerrarse este mismo mes de septiembre, tal y como se acordó en el pacto entre PP y Vox para aprobar los presupuestos, y ha venido siendo una obsesión para los ultraconservadores desde la pasada legislatura. Este mismo miércoles, la consejera de Política Social, Conchita Ruiz, ha asegurado que se cumplirá el acuerdo de cierre del centro, pero ha señalado que el proceso supone unos plazos para garantizar la seguridad de los menores. La consejera no ha ofrecido ningún dato sobre los jóvenes que aún residen en el centro ni sobre su destino una vez que se produzca el cierre, para el que tampoco ha puesto una fecha concreta.
José Ángel Antelo, que había fijado el inicio de curso como límite para que el centro siguiera funcionando, ha dicho hoy que “lo importante” es que las instalaciones dejarán de funcionar este mismo mes y que “los ciudadanos de Santa Cruz van a poder estar con tranquilidad, viviendo en sus barrios en paz y sin miedo, que es algo muy necesario”. Ningún vecino de la pedanía ha acudido al acto, aunque sí se han acercado a la zona el secretario de comunicación de Podemos Murcia, Víctor Egio, junto a media docena de simpatizantes, que han proferido gritos contra el fascismo y el racismo durante las intervenciones de los dirigentes de Vox.
El portavoz nacional de inmigración de los ultraconservadores, Samuel Vázquez, se ha referido a ellos como “idiotas” y ha protagonizado un momento de cierta tensión cuando, tras atender a los periodistas, se ha dirigido en actitud amenazante hacia el representante de Podemos y le ha increpado a gritos, mientras la Guardia Civil se interponía entre ellos. Finalmente, los agentes han identificado a los miembros de Podemos.
Vázquez ha asegurado que Murcia ha duplicado las cifras de homicidios y riñas tumultuarias desde 2017, unos datos que no coinciden con las estadísticas del Ministerio de Interior, que apuntan a una bajada de la criminalidad en la comunidad autónoma. Además, ha definido los centros de acogida de menores como “experimentos sociológicos” que no han logrado la integración de estos jóvenes en ningún país europeo. “Se pueden solucionar los problemas de la gente, y no hay que tener miedo a solucionar los problemas de la gente. Los menores, con sus papás, y los que no encontremos a sus padres, en sus países de origen, que es donde tiene más posibilidades de triunfar una integración porque el entorno cultural es similar”, ha dicho.
Los dirigentes de Vox han abandonado la zona unos 30 minutos después de iniciar la convocatoria. Las calles de Santa Cruz todavía han tardado algo más en vaciarse de periodistas y agentes de la Guardia Civil.