Perfil | Carlos Martínez, un ganador del PSOE en Soria y una denuncia por ofender los sentimientos religiosos

El nuevo secretario general socialista, con gran experiencia en gestión de despoblación, acumula cuatro mayorías absolutas en la capital soriana

El alcalde de Soria, Carlos Martínez, en el Ayuntamiento, en una imagen de archivo.Wifredo García Álvaro (EFE)

El próximo secretario general del PSOE de Castilla y León será Carlos Martínez Mínguez (Soria, 51 años), que lleva 17 años como alcalde de Soria (40.000 habitantes), con cuatro mayorías absolutas. Sus defensores reivindican sus victorias y su experiencia en despoblación, el gran mal autonómico; sus detractores inciden en que tantos mandatos al frente de la Alcaldía han hecho que se acomode en el puesto. A Martínez le alaban por s...

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El próximo secretario general del PSOE de Castilla y León será Carlos Martínez Mínguez (Soria, 51 años), que lleva 17 años como alcalde de Soria (40.000 habitantes), con cuatro mayorías absolutas. Sus defensores reivindican sus victorias y su experiencia en despoblación, el gran mal autonómico; sus detractores inciden en que tantos mandatos al frente de la Alcaldía han hecho que se acomode en el puesto. A Martínez le alaban por su trabajo por Soria, incluso en la ONU, y le critican por un vídeo al que el PSOE resta importancia y que en el PP se preparan para castigar en cuanto sea nombrado: el alcalde, en un sillón en el techo de un coche como si fuera en un “papamóvil” y “bendiciendo” a la gente con una escobilla de váter. La plataforma ultracatólica Abogados Cristianos le denunció por “escarnio a los sentimientos religiosos” y un juzgado abrió diligencias por este comportamiento, ocurrido durante unas fiestas patronales. Su predecesor, Luis Tudanca, ha pedido “unión” con él, afín al aparato nacional del partido, ante un panorama cercano de posibles elecciones autonómicas.

Martínez, que fue el regidor de una capital de provincia más joven de España cuando tenía 34 años en 2007, ha cultivado un “carisma” reconocido por partidarios y detractores y un característico sentido del humor. Su trayectoria política comenzó en 1999, con 26 años, como concejal de Medio Ambiente, Cultura y Festejos y Participación Ciudadana, área de la que no se ha desprendido como alcalde y que le genera popularidad juvenil. También fue portavoz socialista, en la oposición, entre 2003 y 2007, a la par que procurador en las Cortes de Castilla y León, donde quizá en unos meses regrese. Con este salto en su carrera, Martínez adquirirá una mayor proyección. De su tierra han salido otros políticos sorianos, como Juan José Lucas, que presidió la Junta, o Jesús Posada, al frente del Congreso de los Diputados, ambos del PP.

El regidor ha sido valorado por centrarse en la crisis demográfica: ha participado en múltiples foros, presidió la Unión de Ciudades y Gobiernos Locales, relacionado con la ONU, y en 2022 fue el segundo alcalde español, tras el barcelonés Pasqual Maragall, en hablar ante las Naciones Unidas. Martínez ha sido vicepresidente en el Consejo de Municipios y Regiones de Europa, clave para conseguir ayudas para las empresas de Soria, Cuenca y Teruel. Su carrera profesional comenzó como reponedor en un supermercado. “¡Que no se entere ningún juez!”, bromea su amigo y teniente de alcalde Luis Rey, con 25 años de relación política, en alusión a la investigación al magistrado Eloy Velasco por afirmar que la exministra de Igualdad Irene Montero (Podemos) daba lecciones “desde su cajero de Mercadona”. Rey destaca un “liderazgo indiscutido”, una “capacidad para conquistar a la gente” y niega una “imposición” del PSOE. “Carlos defiende el territorio y las siglas por encima de presiones”, zanja. “Nadie lo ha obligado, si lo hace es por compromiso para revitalizar el partido y cambiar la Junta”, con 38 años ininterrumpidos del PP. El edil piensa que Martínez seguirá como alcalde mientras lidera el partido en Castilla y León, a expensas de resultados electorales si encabeza las listas socialistas, una opción que considera compatible “y hasta bueno para que siga pisando suelo y no se desvincule de la política local”.

Más duro se muestra el líder de Soria ¡Ya!, Ángel Ceña, sobre Martínez, asegurando que se ha alejado de la ciudad. Ceña reconoce un “inicial impulso” pero ese desarrollo “ha ido desgastándose y degradándose, llegando a una paralización de la política municipal en la gestión del personal del Ayuntamiento y de proyectos importantes o una gestión urbanística controvertida”. También afea que el PSOE central no haya traído grandes proyectos para la provincia, con el Centro Nacional de Fotografía como una de las apuestas, y zanja así: “Es un alcalde agotado y amortizado”.

Una persona que trabaja habitualmente con el Ayuntamiento señala: “Le dio la vuelta a Soria, pero cuando llevas tanto tiempo te acomodas y el Ayuntamiento es un desastre, consiguió muchos fondos europeos para obras, pero la ciudad está harta, aunque tampoco ha tenido buenos rivales en el PP”. El secretario del PP en Soria, José Manuel Hernando, reprocha que las “circunstancias del PSOE de Castilla y León o Madrid poco tienen que ver con las necesidades de la comunidad o de los sorianos”. El senador le desea “lo mejor”, pero destaca la pérdida gradual de votos socialistas.

Luis Rey sonríe durante la conversación telefónica porque un señor le dice “¡A ver si tenemos suerte y es presidente de Castilla y León!”. Habla de la “empatía” del alcalde, quien “conecta con jóvenes y mayores”. Este éxito juvenil se enlaza con los Sanjuanes, fiestas patronales donde Carlos Martínez “se hace fotos de forma desmedida con los jóvenes” e incluso acaba manteado.

El último capítulo se escribió en septiembre, en las fiestas de Tardelcuende, donde Martínez fue grabado “bendiciendo” con una escobilla de váter. La asociación reaccionaria Abogados Cristianos lo denunció y el alcalde fue eje de burla, con la reproducción en algunos programas de televisión de esas imágenes. Rey resta importancia: “No tiene recorrido si no se saca del contexto de unas fiestas de pueblo”. En el PP creen que el vídeo perseguirá al socialista; Hernando pide centrarse en las “negligencias del Ayuntamiento” y declina pronunciarse: “Siendo serios, para valorar la valía política hay que atender a lo que hace políticamente y no a anécdotas sin importancia”.

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