Un hombre hiere a cuatro frailes en un convento de Valencia al grito de “soy Jesucristo”
El agresor, al que los testigos describen como una “persona perturbada”, se encuentra en paradero desconocido
Cuatro frailes han resultado heridos ―uno de ellos, de extrema gravedad, llegó a ser dado por muerto en un primer momento por la Guardia Civil― después de que un hombre que había saltado los muros de su convento, el del Santo Espíritu del Monte situado en Gilet (Valencia), la emprendiera a golpes con ellos sin causa aparente, según ha adelantado eldiario.es y ha confirmado EL PAÍS en fuentes del instituto armado. El presunto agresor ―al que una nota de la orden de los franciscanos a la que pertenecen las víctimas se cataloga de “persona perturbada”― gritaba durante el ataque “soy Jesucristo”, según detallan otras fuentes policiales consultadas. El autor, del que se desconoce su identidad y que aún no ha sido detenido, huyó del lugar después de que uno de los frailes forcejeara con él. En el recinto viven siete religiosos y, aunque cuenta con una hospedería, en ese momento no había nadie alojado.
El suceso se ha producido antes de las diez de la mañana cuando el atacante ha penetrado en este cenobio situado a las afueras de esta localidad de 3.800 habitantes, y ha recorrido los dormitorios en busca de los religiosos, a los que luego golpeaba con palos y una botella que encontró a su paso. Según un comunicado enviado poco después del suceso por el provincial de los franciscanos de la Inmaculada Concepción, fray Joaquín Zurera, las víctimas han relatado que, mientras les agredía “de forma violenta”, el asaltante les decía que quería matarlos.
En declaraciones a la agencia EFE, el fraile que se enfrentó al intruso y consiguió que huyera ha descrito a este como un “enajenado” de entre 30 y 40 años y complexión robusta que “apaleaba” a sus compañeros “uno detrás de otro y además fuertemente”. El religioso ha añadido que el asaltante no causó daños materiales ni intentó robar nada, y que todo su afán parecía ser herir a los residentes en el monasterio.
El herido más grave, de 76 años, sufrió un traumatismo craneoencefálico y fue trasladado en ambulancia al Hospital de Sagunto. Los otros tres heridos―de 57, 66 y 95 años― presentaban diversos traumatismos y contusiones de los que han sido atendidos en el mismo centro sanitario. Según la nota de la orden, solo dos de los frailes que se encontraba en ese momento en el convento no fueron agredidos: uno estaba en el huerto y otro, en la capilla.
En ese mismo escrito, los franciscanos solicitan al agresor que “sea consciente del daño y sea capaz de rectificar un comportamiento para nada propio de la condición humana”. En el texto, la orden pide a los franciscanos de otros conventos que estén “más atentos para evitar que puedan entrar en nuestras fraternidades personas que puedan ocasionar daños de cualquier tipo”. “Condenamos sin paliativos esta agresión y nos unimos al sufrimiento de nuestros hermanos, con las lesiones en el cuerpo y el dolor en el alma por lo vivido, que, sin duda, deja profunda huella en las personas”, añade el comunicado.