El PP endurece los ataques por Venezuela mientras voces del partido defienden en privado salir de la escalada
La dirección desoye a quienes instan a moderar el tono y se entrega a la ofensiva contra el Gobierno por la crisis en el país latinoamericano, con dos iniciativas para alargar la polémica la próxima semana
“Entre el Gobierno y la oposición estamos en guerra. Y en la guerra hay víctimas colaterales: la moderación es una de ellas”, reflexiona un veterano del PP sobre el contexto en el que se libra la última batalla doméstica por un asunto de política exterior, la crisis en Venezuela. “No hay tregua por ninguna de las dos partes, están rotos todos los puentes, no hay interlocución y Feijóo ha asumido la confrontación como propia”, incide este dirigente popular, que explica así que la dirección del PP se haya entregado al ataque sin cuartel contra el Gobierno de Pedro Sánchez por su papel ...
“Entre el Gobierno y la oposición estamos en guerra. Y en la guerra hay víctimas colaterales: la moderación es una de ellas”, reflexiona un veterano del PP sobre el contexto en el que se libra la última batalla doméstica por un asunto de política exterior, la crisis en Venezuela. “No hay tregua por ninguna de las dos partes, están rotos todos los puentes, no hay interlocución y Feijóo ha asumido la confrontación como propia”, incide este dirigente popular, que explica así que la dirección del PP se haya entregado al ataque sin cuartel contra el Gobierno de Pedro Sánchez por su papel en el conflicto político que atraviesa el país latinoamericano, con Nicolás Maduro atrincherado en el poder tras unas elecciones cuyos resultados cuestionan la mayoría de Estados occidentales. A pesar de que España ha concedido asilo y refugio al candidato opositor, Edmundo González, el PP acusa al Gobierno de Sánchez de “poner paños calientes a los criminales” chavistas y le pide que retire al embajador español en Caracas. Los populares no tienen ninguna intención de frenar en su ofensiva contra el Ejecutivo por Venezuela, aunque en privado hay voces del partido que apuestan por una posición más matizada y por “salir ya” de esta escalada.
El mismo día que Edmundo González estaba reunido con Pedro Sánchez en La Moncloa, el PP acusó al presidente del Gobierno de “rendir pleitesía al régimen de Maduro”, como dijo Noelia Núñez, vicesecretaria de Movilización y Reto Digital. Y solo 24 horas después de ese recibimiento al líder opositor, Alberto Núñez Feijóo reprochó a Pedro Sánchez “no defender la democracia en Venezuela” y le instó a reconocer al candidato opositor como presidente electo. “Lamentablemente, el Gobierno no solo ha desoído el resultado electoral en Venezuela, sino también el mandato del Congreso”, se quejó Feijóo, en alusión a la votación del miércoles en la que la Cámara baja, a iniciativa del PP, instó al reconocimiento del candidato de la oposición.
Génova decidió además que el vicesecretario para asuntos internacionales del PP, Esteban González Pons, defendiera una posición todavía más crítica y reclamara a España la retirada de su embajador de Caracas. “Parece mentira que este Gobierno retirase [el pasado mayo] al embajador en Argentina, que es una democracia, y, sin embargo, mantenga al de Venezuela que, aunque Sánchez no lo vea, es una dictadura”, percutió este viernes González Pons.
El vicesecretario para asuntos internacionales y eurodiputado ya había lanzado un mensaje a principios de semana que fue muy comentado internamente en el PP. Cuando se conoció que Edmundo González iba a recibir asilo en España, el dirigente popular escribió en sus redes sociales que había que recordar que la líder opositora María Corina Machado “sigue hasta el final [en Venezuela], ni se vende ni se rinde ante la dictadura”, lo que podía entenderse como una crítica al candidato opositor a la presidencia. Dirigentes populares critican como “una cagada” ese mensaje de González Pons, y lamentan que Génova dejara entonces de “medir el mensaje”. “Hay que salir ya de este tema de Venezuela”, opina un miembro de la dirección popular. En otros sectores del partido de etapas pasadas también se apuesta por una posición más matizada y ponderada en asuntos de política internacional, pero no es esa la tesis del gabinete de Feijóo.
“La posición es muy dura porque es una forma de colocar al Gobierno en un lugar incómodo, porque tiene que hacer un equilibrio con sus socios”, estima otro dirigente del PP, ya que Sumar no comparte que se reconozca a González como presidente electo de Venezuela. “El único riesgo es que las empresas españolas empiecen a quejarse por las consecuencias de la crisis diplomática, pero como oposición, eso te lo puedes permitir”, razona este miembro del PP. El Ejecutivo ha cargado contra el PP por alimentar la confrontación poniendo en riesgo los intereses de las empresas españolas en Venezuela, pero al final Caracas ha llamado a consultas al embajador español por unas declaraciones de la ministra de Defensa, Margarita Robles, calificando de “dictadura” al régimen de Maduro.
Pese a las voces internas que llaman a salir de la escalada, el PP va a intensificar la semana próxima las acciones para mantener la crisis venezolana en primer plano y utilizarla para percutir contra el Gobierno. Los populares utilizarán su mayoría absoluta en el Senado para instar a que el Gobierno pida llevar a Maduro ante la Corte Penal Internacional, mientras el Grupo Popular Europeo forzará un debate en el Parlamento comunitario de una moción todavía más dura, que urge a los países de la UE a pedir una orden de detención internacional contra el presidente venezolano “por crímenes de humanidad por todas las graves violaciones de los derechos humanos que ha cometido”. “Si el PP europeo está en la misma línea que nosotros, ¿para qué vamos a matizar?”, argumentan otros dirigentes populares que sí validan la tesis de Génova, aunque admiten que este asunto “no es determinante para dar réditos electorales”. Feijóo no ha conseguido todavía el corolario a su posición política con una imagen junto a Edmundo González. Con el líder del PP de viaje en Grecia, el expresidente Mariano Rajoy se le adelantó este viernes como el primer miembro del PP en reunirse con el candidato opositor exiliado en España.