Sánchez mantiene su hoja de ruta para reconocer el Estado palestino pese al ataque iraní
El primer ministro portugués esperará a un consenso en la UE. Albares defenderá el jueves en el Consejo de Seguridad el ingreso de Palestina como miembro de pleno derecho de Naciones Unidas
La escalada del conflicto después del ataque iraní a Israel preocupa mucho en La Moncloa, como en todas las cancillerías europeas, que han estado en contacto este fin de semana para analizar la situación, ...
La escalada del conflicto después del ataque iraní a Israel preocupa mucho en La Moncloa, como en todas las cancillerías europeas, que han estado en contacto este fin de semana para analizar la situación, pero no cambia la hoja de ruta que ha diseñado Pedro Sánchez y que tiene como hito central el reconocimiento de Palestina como Estado. El presidente del Gobierno tiene la decisión tomada y la mantiene. “Estamos hablando con otros socios europeos para que seamos unos cuantos los que reconozcamos a Palestina, pero en todo caso el Gobierno español va a dar ese paso. Creemos que es lo justo. La comunidad internacional no va a poder ayudar a los palestinos si no reconoce su existencia. Creemos que solo la solución de los dos estados sienta las bases de una convivencia pacífica”, ha señalado Sánchez en una comparecencia en La Moncloa con el primer ministro portugués, Luís Montenegro. El líder conservador, que acaba de ganar las elecciones y ha formado un gobierno en minoría con un cordón sanitario a la ultraderecha, ha dicho que su país no irá tan rápido como España, porque quiere esperar a que haya un consenso europeo, pero si votará en la ONU a favor del ingreso de Palestina como miembro de pleno derecho, como hará España.
La Moncloa aún está buscando el momento adecuado para llevar esta decisión al Consejo de Ministros y después informar al Parlamento ―no necesita una votación, es una prerrogativa del Ejecutivo que el presidente ha prometido que explicará al Congreso, pero sin necesidad de que la apruebe― pero la sensación que trasladan las fuentes de La Moncloa y Exteriores consultadas es que nada ha cambiado tras los ataques de Irán y la decisión es inminente. Sánchez ha sido muy claro: al revés, lo ocurrido con el ataque de Irán “reafirma a España en su posición de defensa de la diplomacia, la legalidad y la paz. Hay dos caminos, uno el de la escalada bélica, que nos puede llevar al abismo, y otro el del alto el fuego, la paz, y el reconocimiento mutuo de los dos estados, Israel y Palestina”.
Los planes se mantienen y este jueves tendrán un momento especialmente relevante, al menos desde el punto de vista simbólico. La presidencia del Consejo de Seguridad, que este mes corresponde a Malta, uno de los cuatro países europeos que firmó con España en Bruselas el compromiso del reconocimiento de Palestina, ha decidido llevar la cuestión al encuentro de este organismo este jueves en Nueva York. Y el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, ha solicitado intervenir ―España tiene voz, pero no voto― para defender el reconocimiento de Palestina como miembro de pleno derecho de la ONU. No hay prácticamente ninguna posibilidad de que la iniciativa prospere, porque EEUU ya ha apuntado que vetará cualquier paso en este sentido, pero desde el punto de vista político será el momento más claro en el que España se comprometerá formalmente con ese reconocimiento, como harán otros países. El siguiente hito sería llevar esta solicitud a votación a la Asamblea General, donde España sí podría votar y lo haría a favor, con un grupo muy grande de países. Como ha explicado Albares en TVE, ya hay 139 países en el mundo que reconocen a Palestina, nueve de ellos europeos. “Hablaré a favor de la entrada de Palestina como un estado soberano de Naciones Unidas. Es lo mejor para la paz en Oriente Medio. Es lo mejor para la estabilidad en la región”, ha asegurado.
De nuevo, el efecto jurídico sería nulo, porque el veto de EE UU en el Consejo de Seguridad ya impediría a la iniciativa tener fuerza legal, pero simbólicamente puede ser importante y Sánchez está especialmente interesado en que se vea que España no está sola en esta posición, sino que cuenta con varios aliados europeos y sobre todo con más de un centenar de países en la misma línea en todo el mundo.
A partir de la reunión del jueves del Consejo de Seguridad, cuando la cuestión pase de una mera declaración política del presidente a una posición formal de España en la ONU, Sánchez ya estará preparado para llevar el reconocimiento al Consejo de Ministros en cualquier momento. En La Moncloa no quieren hablar de fechas concretas, pero los mensajes que llegan hacen pensar que no tardará, aunque el equipo del presidente está muy pendiente de la evolución de los acontecimientos en Naciones Unidas, que le darían el colchón político para lanzarse. El debate de la semana pasada en el Congreso ya dejó claro que el PP no puede rechazar de plano el reconocimiento, porque su posición histórica está a favor, como admitió Alberto Núñez Feijóo, pero sí se opondrá al momento, que según el líder de la oposición es precipitado y podría ser perjudicial para los propios palestinos. Sánchez, por el contrario, defiende que este es un movimiento que reclaman no solo los palestinos y los países árabes sino muchas naciones en el mundo y puede ser un gesto importante de presión a Israel, a la que España reclama hace tiempo un alto el fuego.
Sumar, que también ha hecho bandera con este asunto, insiste en que ese paso se dé cuanto antes en el Consejo de Ministros. “El riesgo de escalada bélica lo que debe hacer es apremiarnos a reconocer el Estado palestino aún más deprisa. Entre otras cosas, porque hasta que no tengamos resuelta la cuestión palestina el riesgo de escalada regional siempre estará ahí”, ha justificado este lunes en rueda de prensa el ministro de Cultura y portavoz de la coalición que lidera Yolanda Díaz, Ernest Urtasun. “La suerte del pueblo palestino es la suerte de la paz en el mundo. Y por lo tanto si queremos garantizar la paz en el mundo lo que tenemos que hacer es reconocer el estado palestino lo antes posible como una contribución esencial a la paz”, ha incidido Urtasun, informa Paula Chouza.
Sánchez en cualquier caso ha condenado de forma clara el ataque de Irán a Israel ―en La Moncloa reivindican que, al contrario de lo que dice el PP, Sánchez publicó su mensaje de condena en la mañana del domingo un poco antes que Macron y Meloni, aunque más tarde que Olaf Scholz y Josep Borrell y después de publicar un primer mensaje en el que no había condena― e insiste en exigir la liberación incondicional de los rehenes israelíes en manos de Hamás y reivindicar el derecha a la defensa de Israel, pero siempre que respete el derecho humanitario internacional, algo que La Moncloa cree que Tel Aviv ha violado de forma clara. Sánchez ya trasladó en su reciente viaje a la región una clara inquietud por la posible extensión regional del conflicto. Ahora en La Moncloa confían en que EE UU ejerza su labor de presión sobre Benjamín Netanyahu y evite una respuesta brutal que derive en una guerra regional. En el Ejecutivo hay mucha preocupación con el líder ultraconservador israelí, enfrentado claramente con Sánchez después de su reunión en Jerusalén, pero el presidente y su equipo confían en que la presión no solo de EE UU sino de otros países europeos, cada vez más escandalizados por los bombardeos indiscriminados en Gaza, surta efecto sobre el primer ministro israelí y pueda así cambiar el curso de la guerra.