Un sacerdote fallece en Zaragoza por las quemaduras tras prenderle el cirio Pascual
Javier Sánchez, de 60 años, muy querido por sus feligreses, había estado hospitalizado desde el accidente
Un cura ha fallecido esta madrugada en el hospital Miguel Servet de Zaragoza como consecuencia de las graves quemaduras sufridas tras prenderle fuego en la ropa una vela en el transcurso de la misa de Resurrección. Los hechos ocurrieron en la noche del pasado Sábado santo, cuando el sacerdote celebraba, en el convento de las monjas Concepcionistas-Franciscanas, en el barrio de Santa Isabel de Zaragoza, la Vigilia Pascual. En esta ceremonia, se bendicen el ...
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Un cura ha fallecido esta madrugada en el hospital Miguel Servet de Zaragoza como consecuencia de las graves quemaduras sufridas tras prenderle fuego en la ropa una vela en el transcurso de la misa de Resurrección. Los hechos ocurrieron en la noche del pasado Sábado santo, cuando el sacerdote celebraba, en el convento de las monjas Concepcionistas-Franciscanas, en el barrio de Santa Isabel de Zaragoza, la Vigilia Pascual. En esta ceremonia, se bendicen el agua y el fuego y se enciende el cirio Pascual. Fue en este encendido cuando al sacerdote, en el interior del convento, le prendió una chispa en la casulla. Las quemaduras afectaron a más del 50% de su cuerpo y aunque se le trasladó en ambulancia a la UCI, nada pudo hacerse por él. Después de cinco días ingresado y en coma inducido, el sacerdote ha fallecido esta madrugada tras recibir, dice el Obispado, la extrema Unción.
Javier Sánchez tenía 60 años y por su afición a la música algunos le llamaban “el cura rockero”. Era cantautor y compositor, con canal propio en youtube donde colgaba sus conciertos y canciones, algunas muy exitosas. Sus conciertos siempre eran en beneficio de causas humanitarias y ongs. Nació en Madrid y allí se ordenó en 1995, desde donde llegó a Zaragoza sólo un año después. Desde entonces pasó por varios destinos y parroquias. Fue capellán en dos hospitales el Clinico Universitario y el Royo Villanova de la capital aragonesa, consiliario del Movimiento Hermandad del Trabajo, y párroco y vicario de iglesias como la de San Francisco Javier o San Pio X. Desde 2019 era párroco del barrio de San Gregorio en Zaragoza, y capellán del convento donde ocurrió el accidente. Activo y colaborador, como le definen todos, también participaba en la cofradia de la Hermandad de la Humildad con quien celebró esta última Pascua.
A Valle Laia, hermana mayor de esta cofradía, se le quebraba la voz en la SER de Zaragoza cuando contaba emocionada que “ha sido un gran apoyo en todos los proyectos de esta hermandad” .”La noticia -decía Pili Martinez, de la asociación de vecinos de San Gregorio- nos ha caído como un jarro de agua fria”. “Era un buen hombre, siempre dispuesto a colaborar, nos quedará cómo estaba dispuesto a todo y siempre se podía contar con él y con los locales de la Iglesia, que cedía para actividades como nuestro festival de Jazz”.
Su funeral se celebrará este viernes al mediodía en la iglesia de las mismas hermanas a las que asistía como capellán. Lo presidirá el arzobispo de Zaragoza, Carlos Escribano, quien lo recordaba esta mañana en la televisión autonómica aragonesa: “Eramos de la misma quinta, ha sido una desgracia, pero ya está en la Casa del Padre”. También mañana por la tarde se celebrará un acto de despedida en la parroquia de SAnta Isabel, el mismo barrio del que fue vecino en Zaragoza muchos años.