Canarias recibe más de 500 migrantes al día, el mayor ritmo de entrada desde la crisis de los cayucos de 2006

Salvamento Marítimo ha desembarcado entre la noche de este domingo y la mañana del lunes a 425 migrantes, entre ellos al menos 11 menores y 35 mujeres, en las islas de Tenerife, Lanzarote, Fuerteventura y Gran Canaria, hasta donde han sido conducidos seis cayucos que han sido interceptados en las últimas horas. Un total de 199 han sido desembarcados en Los Cristianos, otros 87 en Arrecife, mientras 58 han tocado tierra en Puerto del Rosario y 81 han sido remolcados en una lancha de goma hasta Arguineguín. Las cifras...

Salvamento Marítimo ha desembarcado entre la noche de este domingo y la mañana del lunes a 425 migrantes, entre ellos al menos 11 menores y 35 mujeres, en las islas de Tenerife, Lanzarote, Fuerteventura y Gran Canaria, hasta donde han sido conducidos seis cayucos que han sido interceptados en las últimas horas. Un total de 199 han sido desembarcados en Los Cristianos, otros 87 en Arrecife, mientras 58 han tocado tierra en Puerto del Rosario y 81 han sido remolcados en una lancha de goma hasta Arguineguín. Las cifras de llegada de barcas con inmigrantes al archipiélago varía constantemente, ya que el flujo desde las costas africanos es continuo. Ninguna barca ha arribado esta mañana de lunes en El Hierro. Desde que comenzó este mes de octubre, han llegado a las islas 4.531 migrantes en 53 cayucos, lo que supone una media de 503 personas al día, el mayor flujo de entradas desde la crisis de los cayucos de 2006.

A Tenerife llegaba poco antes de las 22.00 del domingo, con ayuda de la Salvamar Alpheratz, un cayuco con 128 ocupantes de origen subsahariano, entre ellos dos mujeres y dos menores. Más tarde era rescatada otra barcaza con 71 migrantes más. Poco antes de la medianoche, atracaba en el muelle de Puerto del Rosario la Guardamar Calíope con 58 personas a las que el avión de Salvamento había localizado a unos 55 kilómetros al sur de la costa de Fuerteventura. Eran 40 hombres, 14 mujeres y cuatro niños, también de origen subsahariano. En Lanzarote, la Guardamar Polimnia ha socorrido a dos neumáticas durante la madrugada y trasladado a sus 87 ocupantes a Arrecife.

En lo que va de año, han llegado a Canarias 19.507 personas de manera irregular vía marítima, frente a las 12.802 que lo habían hecho en el mismo período anual durante el año 2022. Ya han llegado al archipiélago más personas que en todo el año pasado, Entre el 1 de enero y el 30 de septiembre han alcanzado las islas 14.976 personas en 270 embarcaciones, según los datos oficiales del Ministerio del Interior. Esta cifra supone el 19,8% más que en 2022 y el 12,4% más que en 2021, año que se convirtió en el segundo con más actividad de la ruta canaria en su historia.

El máximo histórico de llegadas las islas por la Ruta Canaria se remonta a la llamada “crisis de los cayucos” de 2006, año en el que arribaron a las islas 31.678 personas. La segunda cifra más alta (y récord de la actual etapa) corresponde a 2020, con 23.271 rescates, de acuerdo con los balances que publica cada 15 días el Ministerio de Interior. El flujo incesante de cayucos que ha recibido en la última semana Canarias, muy centrado en El Hierro y Tenerife y con varias embarcaciones por encima de los 200 ocupantes, ha hecho que la Ruta supere ya en 3.825 personas a todas las llegadas de 2022 (15.682).

Entre 2020 y 2022,el principal objetivo de la inmigración eran las islas más orientales, como Lanzarote, Fuerteventura y Gran Canaria. El Hierro, sin embargo, se ha convertido en destino intencionado de centenares de africanos a bordo de cayucos que están saliendo fundamentalmente de Senegal. El país vive un grave retroceso democrático que desembocó en la ilegalización del principal partido opositor tras los intensos disturbios del mes de junio. La pequeña isla ―la menor y menos poblada del archipiélago canario― ha registrado 4.000 llegadas en lo que va de año, una cuarta parte de todos los desembarcos en el archipiélago. El Gobierno central ha acelerado los traslados, sobre todo a Tenerife, para evitar que se convierta en otra Lampedusa.