La forense aconseja que Griñán sea tratado fuera de prisión del cáncer que padece
La médica señala que el expresidente andaluz requiere un tratamiento “poco compatible con la dinámica carcelaria”. El fiscal tiene tres días para decidir sobre el ingreso
La forense del Instituto de Medicina Legal de Sevilla que ha revisado el estado de salud del expresidente andaluz José Antonio Griñán considera que debe ser tratado de su enfermedad fuera de prisión en un informe dirigido a la Audiencia de Sevilla, responsable de ejecutar la sentencia condenatoria del Tribunal Supremo por el caso de los ERE. La médica señala que el tratamiento hormonal y de radioterapia necesario para el cánce...
La forense del Instituto de Medicina Legal de Sevilla que ha revisado el estado de salud del expresidente andaluz José Antonio Griñán considera que debe ser tratado de su enfermedad fuera de prisión en un informe dirigido a la Audiencia de Sevilla, responsable de ejecutar la sentencia condenatoria del Tribunal Supremo por el caso de los ERE. La médica señala que el tratamiento hormonal y de radioterapia necesario para el cáncer de próstata que padece “parecen poco compatibles con la dinámica carcelaria, que tiene sus propios requerimientos para los penados, así como las continuas excarcelaciones”.
El fiscal y las acusaciones populares del PP y Manos Limpias tienen tres días para pronunciarse sobre el ingreso o no en la cárcel del expresidente, condenado a seis años y un día de cárcel por malversación y prevaricación, debido al procedimiento específico de financiación de los expedientes de regulación de empleo (ERE) fraudulentos. A continuación, será la Sección Primera de la Audiencia de Sevilla la que decidirá si Griñán debe entrar o no en prisión pese a su grave dolencia.
La médica enumera una serie de argumentos favorables a que Griñán sea tratado en el hospital y permanezca en su casa, pero no es tajante y deja la decisión última en manos de los jueces. El estudio “individualizado e integral” de la facultativa valora el estado físico de Griñán, pero también el psíquico y social, y destaca que existe “una afectación física y psíquica de su padecimiento, en estrecha relación con su edad y con su situación personal”. Griñán tiene 76 años. La forense considera que por ahora el expolítico socialista puede mejorar de su enfermedad lejos de la cárcel ante la “incierta evolución” del cáncer que le diagnosticaron el pasado diciembre, considerado de “alto riesgo”. El expresidente es el único de los ocho ex altos cargos de la Junta condenados por malversación en la pieza política del caso ERE que no ha entrado en la cárcel por el cáncer que padece.
La facultativa concluye que “una enfermedad de esta entidad” necesita todos los recursos disponibles que una persona tiene a su alcance, “esto es, un apoyo familiar y social”, que ayudarían a Griñán a superarla. La especialista menciona que “se ha de recurrir a los servicios hospitalarios externos a la prisión” para tratar la enfermedad “de alto riesgo” y por los efectos secundarios de la radioterapia, que requieren “una vigilancia estrecha”.
A continuación, subraya cómo el propio centro penitenciario de Sevilla 1 ya mencionó en un informe anterior las “dificultades para el traslado ante situaciones de urgencia e incluso ante las propias salidas programadas de dicho centro”. Es decir, a pesar de que hay internos que son tratados en el hospital aun estando recluidos en prisión gracias a los traslados puntuales, la propia dirección de la cárcel ha reconocido que sufre “una gran problemática” para los traslados policiales desde prisión al hospital.
El expresidente ha recibido radioterapia externa a lo largo del pasado marzo durante 23 sesiones que le han producido síntomas secundarios que han necesitado medicación y ejercicios de rehabilitación para paliarlos, y en paralelo continúa con su tratamiento hormonal. A partir de ahora Griñán se someterá a un control clínico y analítico en junio y septiembre, y su periodicidad dependerá de su evolución y efectos secundarios.
El expresidente de la Junta de Andalucía fue también ministro de Sanidad y de Trabajo y presidente del PSOE. Tras la condena del Tribunal Supremo el pasado julio, se recluyó en su casa de Mairena del Alfajarafe (Sevilla) y desde entonces solo se ha dejado ver un par de veces en los juzgados de la capital andaluza para dos reconocimientos médicos designados por la Audiencia de Sevilla. Al igual que otros 11 condenados por malversación y prevaricación, ha recurrido en amparo ante el Tribunal Constitucional la sentencia del Supremo por supuesta vulneración de derechos fundamentales. El órgano de garantías decidirá previsiblemente este verano si admite a trámite los recursos del caso ERE, para estudiarlos y entonces decidir al respecto.
Tras la providencia de la Audiencia fechada ayer, la pelota está en el tejado de la Fiscalía Anticorrupción, el PP y Manos Limpias como acusaciones populares, que deben pronunciarse sobre si Griñán debe o no ingresar en prisión. A continuación, serán los magistrados de la Sección Primera los que decidirán al respecto. Lo habitual en estos casos es que los jueces sigan las recomendaciones de los médicos.