Los dos supervivientes del accidente del autobús de Pontevedra llevaban el cinturón puesto
El agua acumulada en la carretera provocó el siniestro accidente, según las primeras hipótesis de los investigadores
La Policía Judicial de la Guardia Civil ha tomado declaración este viernes a los dos supervivientes del accidente del autobús que el día de Nochebuena cayó al río Lérez, un siniestro en el que fallecieron siete de los ocho pasajeros que se dirigían a Pontevedra y Vigo. El conductor, Carlos Monzón, de 63 años, y la única viajera que sobrevivió, María del Rosario González Rocha, de 49, de nacionalidad peruana, afirmaron que llevaban el cinturón de seguridad puesto. El dat...
La Policía Judicial de la Guardia Civil ha tomado declaración este viernes a los dos supervivientes del accidente del autobús que el día de Nochebuena cayó al río Lérez, un siniestro en el que fallecieron siete de los ocho pasajeros que se dirigían a Pontevedra y Vigo. El conductor, Carlos Monzón, de 63 años, y la única viajera que sobrevivió, María del Rosario González Rocha, de 49, de nacionalidad peruana, afirmaron que llevaban el cinturón de seguridad puesto. El dato ha sido corroborado por los testimonios recogidos por los agentes de la Guardia Civil que prestaron los primeros auxilios en el lugar del accidente y los equipos de rescate y emergencias que lograron sacar del autobús a ambos, según informaron este viernes fuentes de la Comandancia de Pontevedra. No ha sido posible aclarar por el momento si el resto de los pasajeros, todos fallecidos, tenían el cinturón puesto o no.
La mujer ha sido interrogada en el hospital por agentes de la Guardia Civil, una vez que ha salido de la UCI, donde ha estado ingresada por la gravedad de las heridas y traumatismos que sufrió. Poco después prestó declaración el conductor, quien acudió a la Comandancia de Pontevedra para relatar lo ocurrido. Ambos tendrán que ratificar su declaración ante el juez.
El atestado será incorporado a la investigación que trata de determinar las causas del siniestro. Se trata de dos informes técnicos que elabora un equipo especial de la Guardia Civil de Tráfico, uno con el análisis del tacógrafo (la caja negra del autobús) y otro sobre los restos del autobús siniestrado. Esto permitirá al Equipo de Reconstrucción de Accidentes de Tráfico (ERAT) hacer una simulación fiable del accidente con todas las circunstancias de velocidad y climáticas coincidentes. Ambos informes serán enviados al Juzgado de Instrucción número 1 de Pontevedra, encargado del caso.
Los investigadores están convencidos de que el detonante del siniestro pudieron ser los embalsamientos de agua debidos a las fuertes precipitaciones que se estaban registrando cuando el autobús, de la compañía Monbus, atravesaba alrededor de las 21.20 del sábado el puente de Pendre, en el municipio de Cerdedo-Cotobade. El conductor perdió el control del vehículo, que cayó al cauce desde una altura de casi 30 metros.
Las balsas de agua que se formaron en ese tramo, en uno de los días más lluviosos del año en la provincia de Pontevedra, procedían de una salida de vía en pendiente que desemboca en la calzada, según indicaron las fuentes consultadas. El Ayuntamiento de Cerdedo-Cotobade ya había enviado informes al Ministerio de Transportes para pedir soluciones por el mal estado de la vía y el índice de accidentes que arrojaba. El último comunicado se hizo en septiembre, coincidiendo con las primeras lluvias, según fuentes municipales.
La reconstrucción del accidente se realizó el miércoles, al día siguiente de haberse recuperado el autobús del lecho del río. Los expertos del ERAT emplearon drones y sistemas láser para realizar una copia tridimensional de la curva y el puente, además de recoger datos sobre el drenaje de la carretera en la zona y simular la respuesta de frenada con una furgoneta.
Más tarde, varios expertos se desplazaron a las instalaciones de Monbus, propietaria del autobús siniestrado, para analizar los restos del vehículo, que permanecen precintados en las instalaciones de la compañía, y de otro autocar en activo de características similares, según informó Europa Press. Además de la carrocería y el tacógrafo, el ABS y el GPS del autocar accidentado serán otras pruebas documentales importantes para la investigación, cuyas conclusiones tardarán varias semanas en ser definitivas, según las fuentes consultadas de la Guardia Civil.