Muere Carlos López Riaño, emblema del compromiso socialista con la democracia

El parlamentario y dirigente del PSOE ha fallecido a los 83 años en Madrid

Carlos López Riaño, cuando ocupaba el puesto de delegado del Gobierno para el Plan Nacional contra la droga, en una imagen de archivo de 1994.manuel escalera

La muerte de Carlos López Riaño (Tuimil-Bóvedas, Lugo, 1939-Madrid, 2022) arrebata a la historia política española un comprometido antifranquista que, desde la escena universitaria, sindical y parlamentaria, dedicó su vida a la causa del socialismo democrático. Hijo de un funcionario estatal adscrito al Partido Nacional Republicano de Felipe Sánchez Román y represaliado al finalizar la Guerra Civil, instaló su familia en Madrid y ejerció en el Ministerio de Industria.

Carlos López Riaño estudió Bachillerato en...

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La muerte de Carlos López Riaño (Tuimil-Bóvedas, Lugo, 1939-Madrid, 2022) arrebata a la historia política española un comprometido antifranquista que, desde la escena universitaria, sindical y parlamentaria, dedicó su vida a la causa del socialismo democrático. Hijo de un funcionario estatal adscrito al Partido Nacional Republicano de Felipe Sánchez Román y represaliado al finalizar la Guerra Civil, instaló su familia en Madrid y ejerció en el Ministerio de Industria.

Carlos López Riaño estudió Bachillerato en el Colegio Calasancio para iniciar posteriormente estudios de Derecho en la Universidad Central a partir de 1956. Tras entablar con Luis Gómez Llorente una amistad que perduraría hasta la muerte del filósofo, de su mano fue introducido en la Asociación Socialista Universitaria, ASU, y desplegó actividades de agitación y organización clandestina bajo el apodo de “Gabriel”. Elegido delegado de Facultad en el último año de su carrera, formó parte de la dirección del antifranquista Sindicato Democático de Estudiantes de la Universidad de Madrid, SDEUM, a la sazón vanguardia estudiantil de la lucha contra la dictadura. Tras licenciarse en Derecho en 1961, se integró en la Asesoría Jurídica de la compañía Pegaso de automoción, donde representaría año después a la Unión General de Trabajadores en su Comité de Empresa. Adscrito a la Federación Socialista madrileña, hasta cuya dirección accedería, junto con su correligionario Pablo Castellano desplegó una intensa actividad política en el Colegio de Abogados de Madrid.

Concurrió a las elecciones parlamentarias de 1982 por el Partido Socialista Obrero Español y obtuvo un escaño de diputado por Madrid, que prorrogaría en los períodos parlamentarios consecutivos de 1986, 1989 y 1993, en que formó parte de la Diputación Permanente del Congreso de los Diputados, en el cual sería Secretario Adjunto del Grupo Parlamentario Socialista. Entretanto, había fundado el Colectivo Socialista Madrileño, que dirigió hasta integrarlo en Izquierda Socialista en 1982. Participó activamente en las luchas congresuales en contra de la integración de España en la Alianza Atlántica, así como en los debates sobre Seguridad, Justicia e Interior en la correspondiente Comisión Parlamentaria. De 1994 a 1996 fue Delegado del Gobierno en el Plan Nacional sobre la Droga, para regresar a la empresa Pegaso, que abandonó posteriormente. En 1999, organizó la candidatura de Fernando Morán a la alcaldía de Madrid, para ejercer como concejal socialista hasta 2003. Asimismo, formó parte del equipo del Delegado del Gobierno, Constantino Menéndez.

“Brillante y entusiasta parlamentario, como lo definiera el ministro de Exteriores Fernando Morán, su amigo Antonio Chazarra, profesor e historiador de la Filosofía y diputado autonómico, considera que Carlos López Riaño “ha sido un ejemplo de rectitud e integridad, dotado asimismo de una intuición política fuera de lo común”. Pese a sus desavenencias con la dirección política socialista en etapas pasadas, se granjeó el respeto de las distintas alas y del aparato del partido y, según sus allegados, siempre se mostró a favor de la cooperación política con formaciones a la izquierda del PSOE. Alejado y crítico de las pulsiones atlantistas, defendió el pasado marxiano del PSOE y mantuvo un elevado canon de compromiso militante hasta sus últimos días, herido de muerte por un cáncer pulmonar.

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