Los barones del PP se conjuran para pedir unidad en torno a Núñez Feijóo
El presidente gallego esperará todavía unos días para anunciar su candidatura
Pablo Casado cayó como líder de los conservadores en solo siete días, pero el PP emprende ahora una tarea de reconstrucción que no será tan rápida. La primera piedra del camino se pone este martes, en la reunión de la Junta Directiva Nacional, que tiene que aprobar la convocatoria del congreso extraordinario de principios de abril, donde, si nada se tuerce, Alberto Núñez Feijóo saldrá elegido nuevo líder con la tarea de reflotar la nave. Un temor recorre al PP: que la crisis que...
Pablo Casado cayó como líder de los conservadores en solo siete días, pero el PP emprende ahora una tarea de reconstrucción que no será tan rápida. La primera piedra del camino se pone este martes, en la reunión de la Junta Directiva Nacional, que tiene que aprobar la convocatoria del congreso extraordinario de principios de abril, donde, si nada se tuerce, Alberto Núñez Feijóo saldrá elegido nuevo líder con la tarea de reflotar la nave. Un temor recorre al PP: que la crisis que atraviesa el partido a consecuencia del derrocamiento de Casado mute de coyuntural a estructural, con el riesgo de que la fuga a Vox se consolide. Por eso, el poder territorial se ha conjurado para que el presidente gallego tome las riendas cuanto antes. Nadie cree que Feijóo pueda tener rivales de peso en el cónclave, pero se busca un clamor unánime que apague cualquier conato de división interna. Los principales barones pedirán en la reunión que el partido se una en torno al presidente gallego y que se centre en mirar hacia delante.
El mensaje político que el PP quiere transmitir en la reunión de la Junta Directiva Nacional es claro: todos a una detrás de Feijóo. El barón gallego no ha anunciado todavía su intención de postularse a la presidencia del PP, y no lo hará este martes, pero todo el partido lo da por hecho. Feijóo, un político ordenado y cartesiano, espera a hacer el anuncio desde el máximo respeto a los plazos y los procedimientos. Lo hará a partir del miércoles, cuando oficialmente se abre el periodo en el que se pueden presentar las candidaturas al congreso del 2 y 3 de abril, que finalmente se celebrará en Sevilla. Las intervenciones de los líderes territoriales buscan también animar al gallego a dar decidido el paso que no dio en 2018, cuando en realidad su desembarco en la política nacional era mucho más sencillo. Ahora Feijóo llegará a Madrid para asumir las riendas de un partido herido que tumbó a su líder en solo una semana y que pelea con la extrema derecha por conservar la hegemonía del espacio conservador. Pero no tiene otra opción. “El PP necesita a Alberto y Alberto va a estar a la altura de las circunstancias”, enfatizó este lunes el presidente de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla, recordando al gallego su responsabilidad histórica para salvar al PP de un riesgo grave de cataclismo.
Los barones pedirán una lista única, según las fuentes consultadas por EL PAÍS, para poner coto a cualquier ruido interno, por si alguien albergara la tentación de enredar internamente. El PP arrastra una fractura que tardará en recomponerse, porque Casado y García Egea habían emprendido una profunda renovación de las estructuras organizativas colocando a peones suyos por todo el territorio. La pregunta que se hacen muchos es cómo se recolocará todo aquel ejército que con esmero García Egea se dedicó a reunir por si alguna vez afrontaban un golpe de Estado. Como una profecía autocumplida, la revuelta interna que tanto temían Casado y García Egea terminó por suceder, quizá provocada por sus propios movimientos.
La nueva etapa arranca ya con tensiones entre los casadistas y el equipo que organiza los próximos pasos del partido. Los discursos en la reunión de este martes serán todos a puerta cerrada por discrepancias entre el equipo de Casado y el que organiza el congreso. Casado quería que su intervención se difundiera en abierto para los medios de comunicación y que el resto de la reunión se desarrollara a puerta cerrada, pero esa intención ha despertado recelos en la otra parte, que le ha transmitido que o todos hablaban en abierto o todos en cerrado, según fuentes conocedoras de esas conversaciones. El choque retrasó el envío de la convocatoria de prensa hasta las once de la noche. En el documento aparece la solución consensuada: todos los discursos serán a puerta cerrada.
Las voces en favor de una lista de unidad tras Feijóo son prácticamente unánimes. El presidente andaluz, Juan Manuel Moreno Bonilla, y el de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, abogaron este lunes por un congreso de lista única, una petición a la que también se sumó el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida. El regidor, un casadista de pro que le debe la carrera política a Casado, se desmarcó pronto de la anterior dirección dimitiendo como portavoz de la ejecutiva antes de que la rebelión interna se consumara. “La unidad la encarna Feijóo”, subrayó este lunes Almeida pasando página.
Los 17 líderes territoriales se conjuraron el miércoles pasado para enseñar a Casado la puerta de salida y unir fuerzas en torno al barón gallego, y ese acuerdo unánime del poder fáctico del partido evita que Feijóo pueda tener una alternativa de peso. Pero en las últimas horas los barones han llamado a filas a los suyos y han pedido que nadie se desmarque de la votación del congreso extraordinario que la Junta tiene que aprobar hoy, aunque se da por hecho que se superará. Se necesitan dos tercios de los más de 400 dirigentes que conforman el órgano, formado por el comité ejecutivo, los diputados, senadores, presidentes autonómicos, provinciales e insulares y los presidentes y portavoces de las asambleas legislativas de las comunidades, entre otros.
El riesgo de que aparezcan rivales contra Feijóo parece escaso porque los últimos fieles a Casado también se han desmarcado de la posibilidad de lanzar una lista en su contra. El vicesecretario de Comunicación, Pablo Montesinos, prevé abandonar la política cuando el congreso elija a Feijóo, según fuentes de su entorno. Antonio González Terol, vicesecretario de Política Territorial, ha respaldado al gallego en un mensaje en sus redes sociales. Y la vicesecretaria de Organización y presidenta del PP de Navarra, Ana Beltrán, confirma a EL PAÍS que se suma a la opción mayoritaria. “Feijóo es un referente, y si se presenta, yo le daré mi apoyo”, subraya.
Del grupo de últimos afines a Casado hay solo una excepción al cierre de filas en torno a Feijóo: Teodoro García Egea. El ex secretario general guarda silencio y es el único que todavía no ha respaldado al barón gallego como líder de la nueva etapa. La presentación de una candidatura al congreso es muy sencilla, porque requiere reunir solo 100 avales, y la posibilidad de que García Egea moviera una lista alternativa circuló los primeros días de la crisis, levantando sospechas entre las baronías. Pero la mayoría descarta ahora que el exnúmero dos se lance a esa aventura, ya que ha perdido el grueso de sus apoyos. “Creo que hay más maledicencia que realidad. Es como si un equipo de barrio se pretende presentar contra el Paris Saint Germain. Teodoro no es tonto como para entender que Feijóo no tiene alternativa”, opina un líder territorial que era muy próximo a García Egea hasta hace solo una semana.
El PP abre este martes una nueva etapa de transición hasta el desembarco de Feijóo, que estará pilotada por Cuca Gamarra como coordinadora general y por Esteban González Pons como presidente del Comité Organizador del Congreso. Este martes se darán a conocer los integrantes de este último órgano, compuesto por un miembro designado por cada territorio.
La reunión de la Junta Directiva Nacional servirá también para escuchar a Casado por primera vez después de haber sido derrocado como presidente de los conservadores. El todavía líder del PP —lo es hasta el próximo congreso— hablará delante de su enemiga interna, Isabel Díaz Ayuso, que también tiene previsto intervenir ante la Junta. Ese duelo estará cargado de tensión, después de los daños que su brutal guerra interna ha causado para ambos. Ayuso afronta ahora una investigación de la Fiscalía sobre los contratos de su hermano, mientras Casado ha visto esfumarse su expectativa de convertirse en presidente del Gobierno. A pesar de ello, los dos líderes y antiguos amigos que abrieron en canal al PP tendrán que verse cara a cara.